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La importancia del investigador privado para frenar la competencia desleal 

Instalaciones y Reformas S.Ucero SLU Actualizado: 28 de marzo de 2022 Publicado: 10 de febrero de 2022

La competencia desleal es aquello que está formado por prácticas ilícitas que afectan al funcionamiento regular del mercado. Para que sea desleal, estos actos tienen que hacerse con mala fe y con el objetivo de alterar el comportamiento y la voluntad de los consumidores y usuarios. 

Pero, ¿qué prácticas se consideran competencia desleal? Estas vienen recogidas en la Ley de Competencia Desleal (LCD), que busca proteger a todas las personas que intervienen en el mercado, ya sean compradores o empresarios. 

¿Quieres descubrir qué acciones son competencia desleal y cómo ponerle fin de la mano de los investigadores privados? ¡Sigue leyendo para no perdértelo! A continuación, te lo contamos. 

La competencia desleal

Como hemos adelantado, la competencia desleal está formada por todas las acciones que alteran el comportamiento, a propósito, del mercado. Al ser un tema muy ambiguo y con los límites difusos, surge la Ley de Competencia Desleal, que esclarece estas conductas. 

Las prácticas que recogemos a continuación son las que se consideran competencia desleal. 

Actos de engaño

En estos actos, se transmite información falsa o información que puede inducir a error. Busca afectar al consumidor, engañando sobre la naturaleza de la prestación, las características del producto o servicio, los compromisos del contrato, el precio de la prestación…

Actos de confusión

Busca confundir al consumidor o usuario acerca del producto o servicio de terceros. 

Omisiones engañosas

Esta práctica consiste en ocultar información importante para tomar decisiones. No solo se considera competencia desleal ocultar la información, también que esta sea ambigua

Prácticas agresivas

Estos actos reducen la libertad de elección del consumidor, y emplean el acoso, la coacción, la influencia indebida o, incluso, la fuerza. 

Actos de denigración

Los actos de denigración merman la reputación de un competidor. Para que se considere un acto de competencia desleal, no puede reunir ninguno de estos tres requisitos: exactitud, veracidad o pertinencia. 

Actos de comparación

Las prácticas de comparación, para serlo, no pueden ser objetivas o tener la misma finalidad que las prestaciones con las que se compara. 

Actos de imitación

Se imitan prestaciones protegidas, prestaciones, estrategias, iniciativas… y no pasa nada. El problema surge cuando se boicotea la consolidación en el mercado de un competidor. 

Explotación de la reputación ajena

Hay empresas que se aprovechan de la ventaja comercial de otra empresa, de su reputación, y esto se considera competencia desleal. 

Violación de secretos

Otra práctica considerada competencia desleal es la transgresión de secretos profesionales

Inducción a la infracción contractual

La infracción contractual puede afectar a trabajadores, proveedores, clientes, investigadores y desarrolladores

Violación de normas

Todos los integrantes del mercado tienen que cumplir con el ordenamiento social. Esto es obligatorio, por lo que no podría darse el caso de que alguien trabajara sin su contrato en regla, por ejemplo. 

Discriminación y dependencia económica

Esto se refiere al trato discriminatorio de los consumidores, pero también a la ruptura de relaciones comerciales sin aviso previo. 

Venta a pérdida

Es desleal establecer precios por debajo del coste o adquisición, ya que puede distorsionar la imagen de los precios, prestaciones, establecimientos, etc. 

Publicidad ilícita

Para entender estas prácticas de competencia desleal, hay que recurrir a lo que prohíbe la Ley General de Publicidad

El papel de los investigadores en la competencia desleal

¿Sabes de alguien que está poniendo en práctica alguna de esas acciones? ¡Ponle freno con un detective privado! Y es que la competencia desleal afecta a muchísimas empresas todos los años, por lo que es imprescindible ponerle solución cuanto antes. 

Cuando sospeches de competencia desleal, tendrás que reunir pruebas para la demanda. Para ello, lo ideal es contar con un investigador privado. 

Es habitual que las sospechas de competencia desleal comiencen una vez la empresa se vea perjudicada, y no antes. Para percatarse de que algo negativo está ocurriendo, lo mejor es que se lleve un exhaustivo control de las finanzas de la empresa, para ver enseguida las pérdidas, los cambios en la productividad… 

Pero quizás te estás preguntando cuándo sospechar de que ocurre algo que tiene que ver con la competencia desleal. Estas son algunas situaciones:

  • Testigos exponen sus testimonios sobre lo que está ocurriendo
  • Empleados o socios se comportan de manera sospechosa, diferente a como lo hacían antes
  • La desaparición de documentos
  • Las denuncias anónimas, contra tu empresa u otra

¿Cómo proceder en caso de competencia desleal?

Una vez descubras que hay alguien cometiendo un acto de competencia desleal, lo que hay que hacer es interponer una demanda judicial ante un juzgado de lo mercantil. El requisito para hacerlo es tener pruebas de que se han cometido actos de competencia desleal, así como que ha habido una pérdida económica por ese motivo. 

Otra opción es interponer una denuncia administrativa. Pero esta solo se puede interponer si la infracción la ha llevado a cabo otra empresa. En caso de no tener suficientes pruebas, esta es la mejor opción. 

De todas maneras, tener pruebas es fundamental para que el caso salga a tu favor. Para ello, contar con la ayuda de un detective es lo mejor. Con sus funciones, podrán confirmar o desmentir tus suposiciones

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