¿Existe la resolución legal de conflictos entre vecinos?

Aunque a todos nos gustaría tener una relación impecable con nuestros vecinos, rara vez es así. Y es que, por mucho que nos llevemos bien con todos y entre todos, la convivencia se suele traducir en conflictos. 

Los problemas de convivencia comunitaria comienzan por algo muy pequeño, por ejemplo, un ruido a deshora o un escalón manchado. Pero esto se va haciendo más grande, bien sea porque la conducta se repite o porque cada vez prestamos más atención a lo que nos molesta. 

Es así como surgen los gritos, los insultos, las pullas constantes… Que, siendo sinceros, no van a ningún lado. Pero, ¿qué podemos hacer? Si el problema ha escalado de tal manera que necesita una solución mayor, se puede recurrir a la vía judicial. 

Aunque lo ideal es que no haga falta llegar a la resolución legal de conflictos entre vecinos, sabemos que a veces no queda otra. ¿Quieres descubrir en qué consiste? ¡Sigue leyendo para no perdértelo! A continuación, te lo contamos. 

¿Qué tener en cuenta antes de recurrir a la vía judicial?

Como hemos adelantado, lo mejor es evitar la vía judicial para estos asuntos. Por ello, tienes que plantearte lo siguiente:

• Si hay que solucionar enseguida el problema
• Si la relación con el vecino con el que hay conflicto es importante para ti
• Si te gustaría evitar que saliera a la luz algo que tenga que ver con el problema
• Si quieres mantener el control del resultado
• Si la sentencia sería complicada en caso de ir a juicio
• Si tienes pruebas suficientes para el juicio
• Si crees que el juicio puede no resolverse a tu favor
• Si tienes dinero suficiente para los gastos del juicio

La mediación vecinal

La mediación vecinal, también conocida como mediación comunitaria, permite resolver conflictos entre vecinos sin necesidad de pasar por juicio. Lo que hace esta herramienta es buscar una solución que se adapte a todas las partes.

La mediación comunitaria es un proceso voluntario y confidencial de resolución de conflictos, sin entrar en un juicio. Se hace a través del diálogo y lo regula un mediador, neutral e imparcial. Busca que las partes lleguen a un acuerdo en común de forma rápida y pacífica. Por supuesto, es más económico que el proceso legal. 

Si se lleva a cabo satisfactoriamente, los resultados de la mediación pueden alargarse en el tiempo. Eso sí, quizás no se llega a ningún acuerdo, puesto que el mediador no puede forzar a las partes a tomar una decisión. Por ello, en ocasiones la única opción es recurrir a la vía judicial.

¿A dónde acudir?

Cuando tienes un problema con los vecinos y no se ha podido arreglar de manera amistosa ni gracias a un mediador comunitario, hay que recurrir a la vía legal. Para ello, puedes acudir a la legislación propia de la convivencia, donde se establecen las soluciones para muchos problemas que surgen en las viviendas. Esta es la Ley de Propiedad Horizontal. 

También puedes acudir al presidente de la comunidad, cuya responsabilidad es asegurar el buen funcionamiento de la comunidad. Además, este puede contar con la ayuda del administrador de fincas. 

Otros recursos menos amistosos a los que acudir si tienes problemas en tu comunidad de vecinos, es a un abogado especialista en comunidades, a la policía para terminar una situación concreta, o a un seguro de comunidades multirriesgo.