Despido improcedente, ¿en qué consiste?

El despido improcedente es una situación estresante y puede acarrear graves consecuencias tanto para el trabajador como para la empresa, por ello, es importante conocer sus características y el procedimiento necesario para impugnarlo.

Por tanto, si has sido víctima de un despido improcedente o estás interesado en conocer más sobre este tema, sigue leyendo para obtener más información.

Despido improcedente, ¿qué es?

El despido improcedente tiene lugar cuando un empleador despide a un trabajador sin una razón objetiva para hacerlo, o bien, cuando no se ha cumplido con los requisitos legales para llevar a cabo el despido.

En este sentido, el despido improcedente es considerado una violación de los derechos laborales de los trabajadores, ya que conlleva una vulneración de su derecho al trabajo y a una remuneración justa.

Cuando se da un despido improcedente, el trabajador tiene derecho a impugnarlo frente a los tribunales de justicia y, en caso de que se demuestre la falta de razones objetivas, la empresa deberá indemnizar al trabajador por los daños y perjuicios ocasionados.

Es importante destacar que en algunos países, el despido improcedente es considerado una falta grave, y puede conllevar sanciones y multas para la empresa que lo realiza.

Por tanto, es fundamental que las empresas sigan los procedimientos legales y siempre cuenten con una justificación objetiva y razonable para llevar a cabo un despido.

Despido improcedente: características

Falta de causa objetiva

El despido improcedente se da cuando el empleador despide al trabajador sin una causa objetiva que justifique su decisión.

En otras palabras, el empleador no puede demostrar que el trabajador haya incurrido en alguna falta o incumplimiento grave que justifique su despido.

Falta de preaviso

En algunos casos, el despido improcedente puede darse cuando el empleador no ha dado el preaviso necesario al trabajador antes de proceder a su despido.

El preaviso es el tiempo que debe transcurrir entre la notificación del despido y la fecha efectiva del mismo, y está establecido en la legislación laboral de cada país.

Incumplimiento de los procedimientos legales

El despido improcedente también puede darse cuando el empleador no ha cumplido con los procedimientos legales establecidos para llevar a cabo el despido.

Esto incluye la notificación adecuada al trabajador, la presentación de la carta de despido, la entrega de la liquidación correspondiente, entre otros requisitos.

Discriminación

En algunos casos, el despido improcedente puede estar motivado por causas discriminatorias, como la edad, la raza, el género o la orientación sexual del trabajador.

En estos casos, el despido es considerado nulo y el trabajador tiene derecho a ser reintegrado a su puesto de trabajo. 

Falta de motivación económica

En algunos países, el despido improcedente puede estar vinculado a la necesidad de reducir los costos laborales de la empresa.

Sin embargo, esta no es una razón válida para justificar un despido improcedente, ya que la empresa debe demostrar que se encuentra en una situación económica difícil y que ha cumplido con los procedimientos legales establecidos para llevar a cabo el despido.

Despido improcedente, ¿cómo puedo impugnarlo?

Es importante destacar que el plazo para impugnar un despido improcedente puede variar según la legislación de cada país, y que es fundamental contar con la asesoría legal adecuada para llevar a cabo este proceso de manera efectiva.

Por lo general, estos son los pasos a seguir:

Presentar una demanda

El trabajador debe presentar una demanda ante los tribunales laborales correspondientes para impugnar el despido improcedente.

En la demanda, el trabajador debe explicar los hechos que motivaron su despido y argumentar por qué este fue improcedente.

Notificación al empleador

Una vez que se ha presentado la demanda, se notifica al empleador para que este pueda defenderse y presentar pruebas en su defensa.

Juicio laboral

Cuando se produce un juicio laboral se analizan las pruebas presentadas por ambas partes y se dicta una sentencia.

En caso de que se demuestre que el despido fue improcedente, la empresa deberá indemnizar al trabajador por los daños y perjuicios ocasionados.

Posible reintegro

En algunos casos, la sentencia puede ordenar el reintegro del trabajador a su puesto de empleo, especialmente si se demuestra que el despido fue nulo o discriminatorio.