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¿Tu caballo ha sufrido un accidente o ha provocado destrozos a terceros?

Te contamos qué ocurre en esta situación y cuáles son los pasos a seguir.

Quevedo Ventanas Actualizado: 20 de marzo de 2024 Publicado: 28 de junio de 2022

En este artículo, te contamos qué ocurre si tu caballo ha sufrido un accidente o si ha provocado destrozos a terceros. Descubre el análisis de los abogados equinos con respecto a este tema de responsabilidad. Si quieres descubrirlo, ¡sigue leyendo para no perdértelo! A continuación, te lo contamos.

La responsabilidad cuando tu caballo ha sufrido un accidente o provocado destrozos a terceros

La ley relativa a los daños causados ​​por animales es bastante difícil de interpretar. Los animales, particularmente los caballos, son impredecibles y pueden ser peligrosos, y las lesiones causadas por los caballos (desde las menores hasta las que cambian la vida de forma radical) ocurren a diario.

Es importante que los propietarios puedan ser considerados responsables de los daños cuando sean justos. Sin embargo, se debe lograr un equilibrio entre la protección de los intereses de aquellos que resultan lesionados por animales fuera de control y la prevención de demandas por lesiones causadas en el curso normal del trato con caballos.

Si bien la parte lesionada puede presentar un reclamo por negligencia, también puede hacerlo bajo la vía del artículo 1905 del Código Civil:

El poseedor de un animal, o el que se sirve de él, es responsable de los perjuicios que causare, aunque se le escape o extravíe. Sólo cesará esta responsabilidad en el caso de que el daño proviniera de fuerza mayor o de culpa del que lo hubiese sufrido.

¿El dueño tiene la culpa?

Para establecer si el propietario o cuidador de un caballo debe ser considerado responsable, el Tribunal aplicará una prueba en tres etapas.

La primera etapa es que la parte lesionada debe establecer que el caballo, a menos que estuviera sujetado, podría causar daños, o si el caballo causó daños, era probable que fueran graves.

Esta etapa generalmente se satisface con los caballos sobre la base de que si un caballo causa daño, debido a su tamaño y potencia, casi siempre es probable que sea grave.

La segunda prueba, más específica de los hechos, es que la parte lesionada debe probar que el daño causado por el caballo fue causado por una característica que normalmente no se encuentra en los caballos, o que solo se encuentra en los caballos en momentos y circunstancias particulares.

Como se puede imaginar, la segunda fase de la prueba ha causado cierta dificultad a los Tribunales. Para determinar si la característica que provocó el accidente es “normal” para un caballo, se puede requerir la prueba de un experto.

Finalmente, el perjudicado deberá acreditar que la característica que provocó la lesión o daño era conocida por el propietario o cuidador del caballo. Se requerirá evidencia fáctica de las partes en cuanto a si el tipo de comportamiento que causó la lesión había sido exhibido por el caballo antes.

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