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Todo lo que rodea a las herencias y sucesiones en España es complejo. Por ello, en este artículo te contamos una serie de curiosidades sobre el tema que quizás desconoces. Si quieres descubrirlas, ¡sigue leyendo para no perdértelas! A continuación, te lo contamos.
El Código Civil español no permite el principio de libertad testamentaria. Un testador solo puede disponer libremente de la tercera parte de sus bienes como, de acuerdo con las reglas de sucesión forzosa, las dos terceras partes de la herencia deben distribuirse entre
ciertos parientes que tienen derecho a recibir su parte.
La herencia forzosa es uno de los conceptos de sucesión en España que no tienen un equivalente fuera del país.
Si bien una ley de ámbito nacional establece las principales disposiciones que deben aplicarse en relación con el impuesto de sucesiones, otorga determinadas facultades a las comunidades autónomas dentro del régimen común (todas las regiones excepto País Vasco y Navarra).
Estas regiones pueden modificar las tasas impositivas y las desgravaciones aplicables en su territorio. Esto significa que la tasa del impuesto de sucesiones a aplicar en una región específica puede ser sustancialmente diferente a la aplicable en otra región.
A diferencia de otros países, el impuesto de sucesiones en España es pagado por el beneficiario. Además, la ley española establece que el impuesto de sucesiones debe pagarse dentro de los 6 meses siguientes a la muerte del difunto o la fecha de certificación de la defunción.
Los beneficiarios normalmente no habrían recibido ningún activo todavía, por lo que la mayoría de las veces, necesitarán usar sus propios medios para pagar por ella, antes de heredar.
Un testamento español se considera un acto estrictamente personal porque está hecho por el testador solamente, y no puede ser hecho por un tercero. Es el testador quien declara su
testamento mediante el nombramiento de herederos y legatarios, y la asignación de bienes, tarea que no puede ser asignada a otra persona.
Esto significa que cada testador debe hacer y ejecutar su propio testamento por separado y, a diferencia de Inglaterra por ejemplo, los testamentos mancomunados están prohibidos por el Código Civil español.
Los testamentos abiertos se hacen y ejecutan ante un notario en un solo acto. Otra curiosidad de los testamentos abiertos españoles es que no es el testador sino el notario quien conserva el testamento original.
Este es un requerimiento legal. Los notarios españoles deben guardar el testamento original e informar al Registro de Actos de Última Voluntad sobre la constitución de dicho testamento.
Eso no significa que el testador se vaya de la oficina del notario con las manos vacías. El testador puede solicitar una copia de su testamento.
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