Proteger a las víctimas del acoso escolar o bullying: implicaciones legales

El hostigamiento en la escuela, una problemática grande, afecta a miles de niños alrededor del planeta. No sólo tiene efectos emocionales y psicológicos para los damnificados, sino que además tiene importantes consecuencias en el ámbito legal para los criminales. En el artículo que sigue analizaremos los aspectos más intrincados del hostigamiento: la manera en que se define, sus diversas formas, los métodos para identificarse y, sobre todo, los recursos legales para pelear contra ello.

Bullying: qué quiere decir?

El hostigamiento, muchas veces denominado como acto de hostigamiento, es una conducta habitual y dañina que tiene como blanco a una persona o a una comunidad. Esta conducta se evidencia de diferentes maneras, entre ellas se encuentran las burlas, las intimidaciones, las agresiónes físicas o verbales, el ostracismo y la utilización de tecnología para torturar a otros a través de las redes sociales, lo que se denomina como cyberacoso.

El hostigamiento en la escuela se extiende más allá de la conducta juvenil inocua. Su influencia sobre la comodidad psicológica y emocional que tienen los perjudicados es posible que sea devastadora y genere disturbios como la depresión, la ansiedad, la baja autoestima y, en casos extremos, el suicidio.

Tipos de acoso

Para poder abordarlos adecuadamente, es importante reconocer los diferentes tipos de acoso que pueden manifestarse de diversas maneras:

1.El acoso verbal

Una forma angustiosa de agresión, abarca el uso de insultos, burlas, menosprecios y comentarios hirientes. Su naturaleza omnipresente se extiende más allá de los encuentros cara a cara, permeando los límites de nuestro ámbito digital a través de mensajes de texto y plataformas de redes sociales.

2.El acoso físico

Se refiere al acto de emplear la fuerza física como un medio para infundir miedo o causar daño al objetivo. Dichos actos pueden abarcar acciones como golpear, empujar o participar en algún tipo de agresión contra el individuo.

3.El acoso social o relacional

En términos más simples, ocurre cuando alguien excluye intencionalmente a otra persona de un grupo o difunde rumores falsos sobre ella. Este tipo de comportamiento realmente puede afectar la autoestima de la víctima y sus conexiones sociales, no es nada bueno.

4.El ciberacoso

Un fenómeno angustioso que se produce en el ámbito digital, específicamente a través de dispositivos electrónicos y plataformas en línea como las redes sociales, los mensajes de texto y el correo electrónico. Abarca diversas acciones atormentadoras, como publicaciones difamatorias que tienen como objetivo difamar el carácter de uno, comentarios maliciosos que infligen daño o la transmisión de mensajes amenazantes.

Bullying o ciberbullying: cómo detectarlo

Detectar casos de acoso o ciberacoso puede suponer un desafío debido a su naturaleza, a menudo, discreta. Hay ciertas señales a las que uno puede prestar atención, que pueden servir como indicadores de que un niño o adolescente está sufriendo acoso:

1.Cambios de comportamiento

Si un niño o adolescente muestra signos de acoso, como retraimiento, irritabilidad, ansiedad o depresión, podría ser un indicio de cambios significativos en su comportamiento.

2.Los problemas escolares 

Pueden surgir por la lamentable presencia del acoso escolar, que repercute directamente en el rendimiento académico de sus víctimas. En los casos en que un estudiante comienza a encontrar dificultades en sus estudios sin ninguna causa discernible, se vuelve imperativo profundizar en el asunto y determinar si está siendo sometido a este comportamiento nocivo.

3.Eliminación de cuentas sociales

Si un niño comienza a eliminar sus cuentas o a evitar ciertas plataformas, podría ser una señal de ciberacoso y cambios en las interacciones en línea.

4.Escúchale atentamente

Si un niño o adolescente confía en un adulto y le revela que está siendo acosado, es fundamental tratar la situación con la mayor seriedad y tomar medidas inmediatas.

Sobre bullying o acoso en el colegio, ¿qué acciones legales se pueden emprender?

Cuando se trata de abordar el acoso desde un punto de vista legal, los enfoques varían según el país y sus leyes locales. Echemos un vistazo a algunas medidas que se emplean comúnmente:

1.Políticas escolares y reglamentos

Las escuelas suelen implementar políticas y regulaciones para abordar el problema del acoso y la intimidación. Estas pautas tienen como objetivo prevenir dicho comportamiento y garantizar un ambiente seguro para los estudiantes. Las políticas pueden abarcar varias medidas, como imponer acciones disciplinarias a quienes participan en acoso y ofrecer sistemas de apoyo a las víctimas.

2.Denuncia a las autoridades escolares

Si un niño o adolescente sufre acoso escolar, los padres o tutores tienen la opción de informar a las autoridades escolares sobre la situación. Es deber de estas autoridades realizar una investigación e implementar medidas para abordar eficazmente este problema.

3. Denuncia a la policía

Si se encuentra en una situación en la que está siendo acosado y el acoso incluye ataques físicos o amenazas graves, puede ser crucial que notifique el incidente a la policía. Dar este paso podría dar lugar a que se tomen medidas legales contra la persona responsable del acoso.

4.Órdenes de restricción

Cuando se trata de ciberacoso, las víctimas tienen la opción de solicitar órdenes de restricción para protegerse contra el ciberacoso. torturadores. Estas órdenes tienen el potencial de evitar que los acosadores entablen cualquier forma de comunicación o se acerquen a la víctima.

5.Demandas civiles

Vale la pena mencionar que las consecuencias legales del acoso difieren según la región y la gravedad del problema. Además, es crucial que padres, tutores y educadores colaboren para abordar el problema y ofrecer asistencia a los afectados.

La intimidación y el acoso en las escuelas son problemas graves que afectan profundamente a los niños y adolescentes de todo el mundo. Estas acciones no sólo causan daños emocionales y psicológicos a las víctimas, sino que también conllevan profundas consecuencias legales para los responsables del tormento. Es fundamental reconocer las diversas formas de acoso, desarrollar la capacidad de identificarlas y tomar conciencia de los remedios legales que se pueden emprender. Al tomar medidas legales decisivas y colaborar como comunidad unida, tenemos el poder de salvaguardar el bienestar de las víctimas y establecer entornos escolares seguros y enriquecedores para todos.