Quiero reformar mi casa pero, ¿por dónde tengo que empezar?

Bien vayas a hacer una reforma integral de tu casa o bien vayas a ir poco a poco, te conviene conocer qué es lo primero que tienes que reformar. Y es que lo ideal es que planifiques la obra por fases, obteniendo así los mejores resultados. 

El orden que se suele seguir para que la reforma sea óptima, es el siguiente:

1. Baño
2. Cocina
3. Cocinas abiertas
4. Suelo
5. Puertas
6. Ventanas
7. Aire acondicionado (primero por conductos, luego por splits)
8. Pintura y/o papel pintado

Una vez enumeradas las fases, procedemos a justificar por qué ese orden. ¡Sigue leyendo!

Baño

En primer lugar hay que hacer la reforma del baño. Aunque va más o menos de la mano con la cocina, lo cierto es que si tienes que elegir un espacio de la casa para empezar, lo ideal es que comiences por el baño. 

La razón es muy sencilla, y es que se trata de una estancia con mayor independencia en cuanto a pavimentos y revestimientos. Puedes empezar por hacer los derribos que necesites, así como por las regatas para las instalaciones. 

Posteriormente, puedes seguir por la bañera o plato de ducha, y las baldosas. Y, por último, coloca los muebles. 

Cocina

El motivo por el que seguimos con la cocina es el mismo que por el que empezamos con el baño: son espacios más independientes que el resto de la casa. De todas formas, no hay mucha diferencia entre empezar por el baño o por la cocina, siempre y cuando ambos se encuentren en primer y segundo lugar en tu planning de reforma. 

Si tuvieras una cocina abierta, integrada en el salón, hay que tener en cuenta que la reforma va a afectar a esas dos estancias de la casa. Además, en caso de tirar algún tabique, hay que tener mucha precaución por si algunas instalaciones se vieran afectadas. Por ejemplo, los enchufes. 

En los casos de cocinas abiertas, se recomienda reformar la cocina a la vez que el salón, de forma continua. 

Suelo

Una vez hechas las reformas del baño y la cocina, tienes que llevar a cabo la obra del suelo o pavimento. 

Lo óptimo es que compres todo el material que necesitas de golpe, independientemente del orden que vayas a seguir en la reforma. Esta es la única manera de evitar inconvenientes por descatalogación, diferencias entre lotes, etc. 

Puertas

Es imprescindible colocar el pavimento antes que las puertas. Y es que lo más probable es que tengas que recortar algunos centímetros de estas (sobre todo si has puesto el suelo nuevo sobre el suelo antiguo). Tanto si las puertas son nuevas como si son las que ya tenías en tu casa. 

Ventanas

Las puertas y las ventanas pueden sufrir una reforma paralela, o con un orden indiferente entre ellas. Siendo imprescindible haber puesto el suelo nuevo antes. Sobre todo en casos de ventanas que dan a un balcón, ya que puede haber el mismo problema que con las puertas (que necesiten recortes). 

Aire acondicionado

Prácticamente al final es el momento de colocar el aire acondicionado por conductos. Pero la reforma que vaya a llevar a cabo en este sentido se tiene que haber previsto antes de comenzar las obras, ya que si hay conductos que lleguen al baño, a la cocina… necesitarán un hueco en el techo o bajo techo para colocar todo lo necesario. 

Pintura y/o papel pintado

Estos detalles se tienen que dejar para el final. De lo contrario, puedes sufrir daños durante la reforma integral (golpes, manchas…).