Historia de la ebanistería: ¿qué es y en qué se diferencia de la carpintería?
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En el mercado de la construcción y obras civiles, actualmente se encuentra cotizándose de forma vertiginosa, la impermeabilización con tela asfáltica. Esta última ha dado grandes resultados en instalaciones de doble capa en techos, terrazas, y edificaciones.
Con respecto al EPDM, este tipo de material ha tenido sus grandes épocas. En años anteriores, era un material muy competitivo en el mercado de la construcción.
Sin embargo, muchos instaladores realizaron erróneas instalaciones con este material impermeabilizante, arruinando de esa manera sus excelentes características.
Además, el EPDM se rompe con facilidad, siendo un material de alto mantenimiento. No es que el EPDM sea un material de baja calidad, sino que requiere una delicada instalación y es susceptible a rupturas.
A continuación, te contamos las características de ambos materiales. De esa manera, al momento de iniciar una obra, tendrás la posibilidad de elegir el que mejor se adapte a tus necesidades y presupuesto.
El EPDM representa un termopolímero elastómero, el cual se utiliza regularmente en impermeabilizaciones, dada sus altas prestaciones ante los agentes atmosféricos, rayos ultravioleta, ozono, ácidos y álcalis.
Este material se utiliza en diversas edificaciones con cubiertas planas o inclinadas, obras nuevas de construcción, rehabilitación, canales de riego, estanques ornamentales, embalses y en la impermeabilización de infraestructuras.
El EPDM es una membrana de caucho que se encuentra ajustada a los requerimientos de arquitectura sostenible, ya que:
El proceso de impermeabilización con EPDM, significa un aporte en este tipo de trabajos, debido a su calidad y durabilidad.
Estas son membranas elastoméricas con modificaciones, las cuales son capaces de absorber elongaciones de hasta un 300%. Además, este material es resistente a los movimientos ocasionados por los cambios térmicos, asentamientos, y vibraciones.
El EPDM es un material ligero, cuyo peso es de 1,9 kg/m2 cuando su espesor es de 1,5 mm, y de 1,4 Kg/m2 cuando su espesor es de 1,1 mm (láminas monocapa).
Además, las membranas de caucho EPDM se encargan de garantizar un constante grosor en la superficie, pudiendo soportar temperaturas que están entre -41 °C hasta +120 °C.
La tela asfáltica, también llamada fieltro de techar o fieltro impermeable, es un material muy empleado para impermeabilizar techos y tejados.
Este consiste en un fieltro empapado de asfalto. Y además está revestido con otra capa resistente a base de fibras minerales mezcladas con asfalto, asbesto y fibra de vidrio, entre otros estabilizadores orgánicos. La capa exterior está compuesta por una capa de granos minerales.
Este material viene en rollos desplegables, los cuales tienen un grosor entre 3 y 4 mm. Tiene una capa superior que puede estar elaborada en aluminio o pizarra, entre otros materiales de características similares.
Entre los tipos de telas asfálticas que se localizan en el mercado, se encuentran las siguientes:
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