Las 6 cualidades de un buen reformista, ¿en qué fijarte al contratarlo?

Si sueñas con un proyecto de remodelación de tu hogar, tal vez una transformación de la cocina, cambiar un baño o reemplazar puertas y ventanas, debes saber a quién recurres. No puedes elegir a cualquier persona, puesto que se trata de tu hogar y es algo muy importante. 

Es por eso que, en este artículo, te contamos cuáles son las cualidades de un buen reformista, es decir, en qué tienes que fijarte al contratar uno. Si quieres descubrirlo, ¡sigue leyendo para no perdértelo! A continuación, te lo contamos. 

Tratan tu casa como si fuera la suya

Siempre debes sentir que lo que sugieren para tu hogar es algo que considerarían hacer para el suyo propio hogar. Recortar costes para cumplir con un presupuesto y tomar atajos para cumplir con una fecha de vencimiento pueden ser señales de alerta que terminan en decepción.

Mientras trabajan contigo, deben ser respetuosos con tu hogar y los miembros de tu familia. Al final del día, el lugar de trabajo (tu hogar) debe quedar ordenado y organizado de manera segura. Es decir, el resto es una de las mejores cualidades de un buen reformista.

Tienen que entender que, mientras su trabajo avanza, tu vida continúa. Desde el primer día, deben tener claro cuántos inconvenientes tendrás que soportar y por cuánto tiempo.

Les encanta su trabajo

Otra de las cualidades de un buen reformista es que les encanta su trabajo, ya que esto garantiza que todo se hará con mucho más mimo. Busca el verdadero entusiasmo cuando lleves a cabo tu proyecto. 

Los reformistas tienen que verlo menos como una tarea y más como una oportunidad de producir algo de lo que ambos estarán orgullosos. Incluso si tu contratista ha realizado una docena de proyectos de remodelación como el tuyo antes, lo mirará con nuevos ojos, en busca de nuevas posibilidades.

Están bien informados y orientados a las soluciones

Con la experiencia viene el conocimiento, sobre todo, desde la planificación inicial y las preocupaciones presupuestarias hasta las soluciones alternativas para desafíos difíciles. 

Escuchan y toman nota

Es frustrante darse cuenta de que todas las cosas de las que hablaste con el reformista en la primera conversación le entraron por un oído y le salieron por el otro. Tomar nota detallada sobre tu proyecto de remodelación, tu visión y tus expectativas será muy útil a medida que avanza. Por ello, es inteligente que ambos tengan todo por escrito.

Al final de cada conversación importante, recapitula los aspectos más destacables para que cada uno comprenda los próximos pasos. Es fácil sentirse intimidado cuando se discuten cosas fuera de su experiencia, pero estás hablando de tu casa, probablemente tu mayor inversión. Entre las cualidades de un buen reformista está mostrar paciencia con tus preocupaciones.

Utiliza un grupo estable de subcontratistas

Un contratista es tan bueno como las personas que contrata para hacer su trabajo. Haz preguntas sobre los posibles miembros del equipo, incluido el equipo de construcción, electricistas, plomeros, pintores y colgadores de paneles de yeso. Pregunta quién trabajará en su proyecto y cuánto tiempo han trabajado con el contratista.

Son ágiles

El cambio sucede. Derribar un muro puede revelar problemas inesperados. La disponibilidad de materiales de construcción y los precios fluctúan. Dentro de todas las cualidades de un buen reformista encontramos que este pueda sortear obstáculos imprevistos de manera segura y eficiente, lo que puede ser una gran ventaja.