¿Cómo diseño estratégicamente el punto de venta de mi comercio para aumentar las ventas?

Cuando tenemos un comercio, hay que prestar atención a numerosos aspectos: los clientes a los que dirigirnos, la información que aportamos al público, la calidad de nuestros productos y servicios, una buena atención al cliente, que la marca sea coherente, con unos valores acordes a lo que hacemos…

Y, además, algo que a menudo pasa desapercibido: el punto de venta. Parece algo tan evidente que termina por ignorarse. Pero lo cierto es que puede ser una potente estrategia. Por algo se encuentra entre las famosas 4P del marketing: producto, precio, punto de venta y promoción. 

Pero, ¿qué tener en cuenta al diseñar los espacios de los comercios? Si quieres descubrirlo, sigue leyendo para no perdértelo. A continuación, ¡te lo contamos!

El punto de venta, ¿qué es exactamente?

El punto de venta es el espacio físico o virtual en el que un negocio establece el contacto con su cliente potencial, donde puede llegar a producirse la transacción más deseada: la compraventa. Sin embargo, en este artículo ponemos el foco en el espacio físico únicamente, por lo que hablaremos de ahora en adelante del punto de venta como un espacio físico, no digital. 

Las tiendas son puntos de venta, y los clientes asociarán ese espacio con nuestra marca. Es por ello que hay que cuidar todos los detalles. El punto de venta puede ayudar a posicionar nuestra empresa, a evocar sentimientos en los clientes. 

Además, es muy común que los puntos de venta sean los principales canales de distribución de los productos o servicios que ponemos a disposición del cliente. Así que las ventas dependen considerablemente del punto de venta.

Como hemos comentado, hay dos tipos principales de puntos de venta, el físico y el digital. Pero, además, dentro de los puntos de venta físicos, encontramos otros tres tipos:

• Inmóvil, como puede ser una tienda o un local comercial. 
• Móvil, como una furgoneta o una caravana. 
• Autoservicio, por ejemplo, una máquina de vending. 

Podríamos decir que la finalidad principal del punto de venta es, efectivamente, vender. Pero no solo esto. Y es que también busca facilitar los procesos a los clientes y crear experiencias inolvidables para los mismos. 

Para conseguir todo esto hay que desarrollar un diseño estratégico del punto de venta, puesto que no todo sirve. Hay que llamar la atención, diferenciarse, potenciar los impulsos, mejorar la satisfacción de los clientes… Es otra manera de comunicarse con el cliente muy efectiva. 

¿Quieres descubrir cómo diseñar estratégicamente el punto de venta de tu comercio? ¡Te lo contamos!

Cómo diseñar estratégicamente el punto de venta

Hay fórmulas que se han demostrado efectivas en el punto de venta, como son:

• Simplifica las cosas a los clientes y crea experiencias con sentido. Resuelve los posibles problemas que puedan surgir a los consumidores en el mismo punto de venta. 
• Ten en cuenta el inventario, ¿qué quieres tener expuesto y qué no? También ten presente las dimensiones del local, el mobiliario que vas a utilizar y qué equipos incluirás en tu comercio para exhibir los productos. Recuerda que la composición del espacio tiene que estar hecha para facilitar la venta. 
• Piensa que, por lo general, las personas, al entrar a tu establecimiento, van a la derecha y circulan en sentido opuesto a las agujas del reloj. Aprovecha esto a tu favor, por ejemplo, poniendo la zona de cobro a la izquierda, dando al cliente la oportunidad de recorrer más áreas de tu comercio antes de llegar a la caja. Además, si tienes en cuenta que comienzan por la derecha, puedes recrear el espacio de tal forma que aumente el tiempo de permanencia en tu local. Y esto favorece las compras por impulso. 
• Haz una estructura sencilla y organizada, separando las zonas frías, es decir, las menos transitadas, y las zonas calientes, o sea, las más concurridas.
• El diseño del punto de venta que hagas ha de poder cambiarse eventualmente. Y es que irás adquiriendo información para mejorar conforme pase el tiempo.