Quiero alquilar mi piso, ¿qué tengo que hacer?

Es conocido por todos que alquilar nuestro piso es una gran alternativa cuando queremos sacarle partido. Pero, ¿por dónde empezamos? Se trata de un proceso que, aparentemente, es complejo. 

Siguiendo una serie de pasos, puedes alquilar tu piso de forma legal y sin comerte mucho la cabeza. A continuación, te contamos cómo proceder. ¡Sigue leyendo para no perdértelo!

Cumple todos los requisitos de tu vivienda

Antes de poner en alquiler tu vivienda, tienes que comprobar que esta cumple con todos los trámites, así como que tiene todos y cada uno de los permisos necesarios en regla. Estos son:

• La cédula de habitabilidad
• El certificado de eficiencia energética, el cual tendrás que entregar al inquilino
• Todos los recibos de servicios y comunidad al día

Acude a profesionales inmobiliarios

Hay personas reticentes a contar con profesionales inmobiliarios, pero lo cierto es que no hay otro especialista que te vaya a asesorar mejor. Se trata de un procedimiento complejo que, al fin y al cabo, tiene que ser legal, así que lo mejor es siempre contar con quien tiene mucho conocimiento al respecto. 

Si acudes a una inmobiliaria, esta hará la gestiones por ti. Además, estas tienen una base de los potenciales clientes y, por supuesto, toda la información para que sea un proceso legal. 

En caso de que decidas hacerlo por tu cuenta, por lo menos consulta una serie de gestiones con una inmobiliaria, como pueden ser la redacción del contrato de alquiler y la fianza, que son de las más complicadas. 

La fianza ha de depositarse en el organismo que corresponda

Como hemos comentado, la gestión de la fianza del alquiler es un trámite algo complejo. Y es que hay que depositarla en el organismo correspondiente. Este es el que la custodia y devolverá cuando llegue el momento, y lo gestionan las comunidades autónomas. 

Pide garantías

Si crees que es necesario, siempre puedes pedir otras garantías además de la fianza, ya que es algo permitido por la ley y garantiza el pago de la renta por parte del inquilino. 

Por ejemplo, puedes pedir documentación relacionada con la Seguridad Social, la tributación a Hacienda o un aval en caso de creerlo oportuno. 

Da los últimos toques a la vivienda

Aunque no te apetezca, vas a tener que invertir en tu piso si quieres tener opciones de alquilarlo. Tendrá que estar en buenas condiciones para que los potenciales clientes quieran vivir ahí. 

Con unos pequeños arreglos puedes hacer una gran diferencia: una capa de pintura, poner algún mueble extra que esté nuevo, cambiar los enchufes que tengan desperfectos…

Sé razonable con el precio

Si no tienes prisa por alquilar tu piso, quizás esto no sea tan relevante y puedas ir regulando el precio con el paso del tiempo. Pero, si buscas alquilarlo enseguida, el precio es determinante. 

Lo ideal es que busques un precio que se adapte al mercado, pero que sea realista y atractivo para los posibles inquilinos. Para llegar al precio óptimo, lo mejor es hacer un estudio de mercado, un estudio de la zona y un estudio de la vivienda que quieres alquilar. 

Redacta correctamente el contrato

La redacción del contrato se lleva a cabo una vez el inquilino haya sido elegido y todo lo demás esté en orden. Es en este documento donde se recogen los derechos y obligaciones de las dos partes, de arrendador y arrendatario. Por ello, como comentábamos anteriormente, lo mejor es contar con un profesional inmobiliario.  

En el contrato se puede incluir un inventario de la vivienda, para asegurarse que no habrá ningún problema en el futuro relacionado con muebles o electrodomésticos. 

Por supuesto, este documento ha de estar revisado y firmado por las dos partes.