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Las estafas y timos siempre han formado parte de nuestras vidas, y con el tiempo han ido evolucionando de meros trucos callejeros a sofisticadas y elaboradas técnicas de obtención de información a través de internet.
Cuando se trata de empresas hay que tener mucho cuidado porque si filtramos nuestra información, como nuestros datos bancarios, a través de cualquier tipo de fraude, se pone en peligro la continuidad del negocio.
Por ello, en este artículo veremos algunos de los tipos de estafas más comunes en Internet y aprenderemos más sobre ellas para que no caigas en las garras de estos estafadores.
El fraude a través de técnicas de phishing es muy común en estos días. El procedimiento consiste en duplicar una página web, por lo que el usuario cree que está ingresando sus datos en la original, cuando en realidad está ingresando datos en una página pirateada, cuyos datos caen en manos del hacker de turno.
Por ejemplo, es común copiar la página de un banco y enviar un enlace por correo electrónico a la víctima, con el pretexto de que debe cambiar su contraseña o verificar un pago que se está cobrando.
De este modo, la víctima, asustada, se dirige a la página, introduce sus datos de acceso, que van a parar a la persona que cometió la estafa, y se produce el delito.
Una vez que se reciben los datos, el pirata informático los modifica rápidamente y, por lo tanto, obtiene acceso a la página y cuenta de la víctima.
Además de perder el dinero, corremos el riesgo de dar a conocer nuestra tarjeta de crédito si pagamos con la misma, por lo que los daños, pueden ser mayores.
De hecho, a través de Internet se pueden encontrar grandes oportunidades a precios muy económicos a la hora de comprar online.
Sin embargo, cuando encuentras un objeto con un precio más bajo de lo normal, lo más probable es que sea una estafa.
Ten por seguro que no encontrarás ningún Ferrari por 500 euros aunque puedes encontrar muy buenas ofertas, lo más probable es que el estafador se lleve tu dinero y no vuelvas a saber de él, por supuesto, sin coche de por medio.
Cuando te encuentres en una página desconocida y veas una oferta flash tentadora, debes ser precavido, puesto que, podría que es otro tipo muy común entre las estafas en Internet.
Estas ofertas flash intentan crear una sensación de urgencia entre los usuarios, con el objetivo de que actúen de manera impulsiva.
Algunas de estas ofertas son tan absurdas que cuando actualizas tu navegador, la cuenta atrás vuelve a comenzar.
No obstante, por increíble que parezca, estafan a mucha gente cada año, ya que muchos se arriesgan en un intento de ganar algo de dinero extra.
Los fraudes por Internet son más habituales de lo que la gente piensa, por lo que es importante contar con un asesoramiento profesional que pueda ayudarte, tanto en la prevención como en caso de que seas víctima de alguna de estas estafas.
Las redes sociales son un excelente lugar para recopilar información, por lo que debes tener mucho cuidado con lo que compartes.
Por tanto, es fundamental conocer bien a quién le estás dando acceso a tu información.
Además, es muy fácil caer en la tentación de todo tipo de trucos como conseguir un préstamo online a muy buen precio. Por ello, no debes confiar en cualquier ganga que ves, ya que pueden ser estafas.
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