Descubre cómo mejorar tu relación con la comida de la mano de un coach nutricional 

Cada vez es más frecuente escuchar el término “coach”. Estos son personas que, a través de sus conocimientos y experiencias, ayudan a que otra persona se desarrolle a nivel personal, consiguiendo el objetivo o los objetivos que se propongan.

Podemos encontrar numerosos tipos de coaches, como deportivo, personal, empresarial… Pero, en este artículo, ponemos el foco en el coach nutricional, quien te ayudará a mejorar la relación con la comida. Si quieres descubrir en qué consiste exactamente un coach nutricional, ¡sigue leyendo para no perdértelo! A continuación, te lo contamos. 

¿Qué es un coach nutricional?

Un coach nutricional es aquella persona que busca ayudar a las personas a mejorar su vida a través de una alimentación saludable. Es cierto que hay unas pautas en cuanto a alimentación que se pueden aplicar a todas las personas, como tomar fruta y verdura a diario y no consumir grasas saturadas en exceso, pero hay muchas otras que no se pueden generalizar. 

La figura del coach se centra en las características, peculiaridades y necesidades de cada persona a la que ayuda. Es por eso que se vuelve más sencillo trabajar con la dieta de un coach nutricional que con aquella que el médico de cabecera establece para todos los pacientes por igual (entendiendo dieta como el conjunto de alimentos que se toman a diario y no necesariamente como una dieta para perder peso). 

El coach nutricional tiene conocimientos en Nutrición y Dietética, y apoya y guía a los pacientes para conseguir sus objetivos. Pero no se trata de un nutricionista al uso, puesto que tiene unas habilidades que estos envidian: las habilidades de comunicación y de motivación.

Cabe destacar que el coach nutricional no solo ayuda a tener un aspecto físico diferente, sino que además ayuda a cambiar hábitos del día a día y a mejorar la relación con la comida. En definitiva, el coaching nutricional busca un cambio global, más allá de la alimentación. 

Por lo general, el coach nutricional no sustituye a un nutricionista, sino que se vuelven figuras complementarias. 

Los objetivos del coaching nutricional

Cuando una persona acude a un coach nutricional, sus objetivos son los siguientes:

• Mejorar la relación con la comida
• Mejorar la alimentación
• Conseguir los objetivos propuestos de la mano de la alimentación
• Cambiar los hábitos alimenticios

El coaching nutricional, paso por paso

Aunque los objetivos no parecen gran cosa, lo cierto es que son muy amplios y, por ello, hay que seguir una extensa serie de pasos:

• En primer lugar, se establece un objetivo concreto, el cual debe ser realista
• Se trabaja en el aspecto moral y en la motivación
• Se indican qué beneficios aportará la consecución del objetivo
• Se localizan los obstáculos que impedían que se consiguieran los objetivos
• Se implementan formas, técnicas y acciones para lograr la meta fijada
• Se aprende sobre gestión y manejo de emociones, ya que estas afectan directamente sobre nuestra alimentación
• Se incorporan estrategias de mejora
• Se crea un plan de alimentación personalizado, teniendo en cuenta las necesidades y objetivos de cada persona
• Todo esto desde un punto de vista optimista

Las funciones de un coach nutricional, ¿cuáles son?

Un coach nutricional tiene numerosas funciones ya que, como hemos visto hasta ahora, tienen un gran papel en la vida de las personas que buscan cambiar sus hábitos alimenticios y mejorar su relación con la comida. Estas son algunas de ellas:

• Apoyar en todo momento al paciente
• Generar una relación de confianza con el paciente
• Generar reflexión, por parte del paciente, durante las sesiones
• Aplicar herramientas para afrontar los óbstaculos que vayan surgiendo
• Acompañar y guiar, siguiendo el ritmo y los valores de cada persona
• Conseguir que los pacientes consigan una alimentación consciente
• Evaluar el estado nutricional, así como los comportamientos alimentarios, del cliente
• Descubrir patrones de conducta alimentaria que tienen que ver con las emociones
• Explorar herramientas para que el paciente se sienta mejor y optimice sus recursos
• Trabajar la motivación del paciente
• Crear un plan nutricional de la mano de un nutricionista y dietista
• Crear un plan de acción para conseguir los objetivos del paciente
• Llevar a cabo un mantenimiento, es decir, hacer que el paciente consolide sus objetivos y no caiga en su conducta antigua
• Retomar el plan de acción en caso de una recaída