Los errores más comunes al fabricar tu propia cocina que debes evitar

La fabricación propia de cocinas puede ser un proyecto emocionante y gratificante para aquellos que desean tener un espacio personalizado en su hogar.

No obstante, es importante estar consciente de los errores comunes que pueden surgir durante este proceso.

En este artículo, descubrirás los errores más frecuentes al fabricar tu propia cocina que debes evitar. 

No planificar adecuadamente

Antes de comenzar la fabricación de tu propia cocina, es esencial dedicar tiempo a una planificación minuciosa. Muchas personas se apresuran y subestiman la importancia de tener un plan detallado en su lugar.

Algunos aspectos clave a considerar son:

a) Distribución del espacio: Examina el diseño de tu cocina y piensa en cómo deseas que se distribuyan los elementos clave, como los electrodomésticos, los gabinetes y las áreas de trabajo. Asegúrate de que haya suficiente espacio para moverte cómodamente y considera la ergonomía al colocar los elementos en lugares convenientes.

b) Necesidades funcionales: Reflexiona sobre tus necesidades y hábitos culinarios. Por ejemplo, si eres un apasionado chef, puedes considerar una isla de cocina espaciosa con una superficie de preparación adicional. Si tienes una familia numerosa, es posible que desees incorporar más espacio de almacenamiento para utensilios y alimentos.

c) Presupuesto: Establece un presupuesto realista y tenlo en cuenta durante todo el proceso de planificación. Investiga los precios de los materiales y los servicios que necesitarás, y asegúrate de tener en cuenta los costos adicionales, como la contratación de profesionales o la adquisición de herramientas.

No medir con precisión

Uno de los errores más comunes al fabricar tu propia cocina es no medir con precisión el espacio disponible. Unos pocos centímetros de diferencia pueden tener un impacto significativo en el ajuste de los electrodomésticos y los muebles, lo que puede afectar la funcionalidad general de la cocina.

a) Utiliza herramientas de medición precisas, como una cinta métrica, y mide dos veces para asegurarte de obtener medidas exactas. Presta atención a las dimensiones de las paredes, las aberturas de puertas y ventanas, y cualquier obstáculo estructural, como columnas o salientes.

b) Considera la ubicación de las conexiones de agua y electricidad. Asegúrate de que los puntos de conexión existentes estén en lugares accesibles y se ajusten a las necesidades de tu nueva cocina. Si es necesario, contrata a un profesional para reubicar estas conexiones de manera segura.

c) Si no estás seguro de tus habilidades de medición o no te sientes cómodo haciéndolo tú mismo, considera contratar a un especialista para que tome las medidas precisas. Esto ayudará a evitar errores costosos en el proceso de fabricación.

Ignorar la calidad de los materiales

Cuando fabricas tu propia cocina, puede ser tentador optar por materiales de baja calidad para ahorrar dinero. Sin embargo, este es un error común que puede tener consecuencias a largo plazo.

Es importante invertir en materiales duraderos y de calidad que garanticen la resistencia y la longevidad de tu cocina.

a) Investiga los diferentes tipos de materiales disponibles en el mercado. Por ejemplo, para los gabinetes, considera opciones como la madera contrachapada de alta calidad o el MDF (tablero de fibra de densidad media) resistente a la humedad. Para las encimeras, evalúa opciones como el granito, el cuarzo o el acero inoxidable, que son duraderos y fáciles de mantener.

b) Busca recomendaciones y opiniones de otros propietarios de cocinas personalizadas. Pregunta sobre la calidad de los materiales que eligieron y cómo han resistido el paso del tiempo.

c) Consulta con expertos en diseño de cocinas o visitas tiendas especializadas. Ellos pueden brindarte asesoramiento sobre los materiales más adecuados para tus necesidades específicas, considerando factores como el estilo, la durabilidad y el presupuesto.

No considerar la funcionalidad

A menudo, las personas se enfocan tanto en el aspecto estético de la cocina que descuidan la funcionalidad. Para evitar este error común, es esencial pensar en cómo deseas utilizar tu cocina diariamente y cómo maximizar su eficiencia.

a) Flujo de trabajo: Piensa en la secuencia lógica de actividades en la cocina, desde la preparación de los alimentos hasta la cocción y la limpieza. Asegúrate de que los electrodomésticos y las áreas de trabajo estén ubicados estratégicamente para permitir un flujo de trabajo suave y eficiente.

b) Almacenamiento: Considera cuidadosamente las necesidades de almacenamiento de tu cocina. Opta por gabinetes y cajones funcionales que ofrezcan suficiente espacio para guardar utensilios, ollas, sartenes y alimentos. Utiliza soluciones inteligentes de almacenamiento, como estantes extraíbles o sistemas de organización interna, para maximizar el espacio disponible.

c) Zonas especializadas: Si tienes actividades específicas que realizas con frecuencia en la cocina, como hornear o preparar bebidas, considera crear zonas especializadas. Por ejemplo, puedes designar un área específica para hornear, equipada con un horno empotrado y suficiente espacio de trabajo.

Al evitar estos errores comunes, estarás en camino de lograr una cocina personalizada que sea bonita, funcional y duradera.

Recuerda que si te sientes abrumado o inseguro en cualquier momento del proceso, siempre puedes buscar la ayuda de profesionales en diseño de interiores o especialistas en fabricación de cocinas.