Historia de la ebanistería: ¿qué es y en qué se diferencia de la carpintería?
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Si estás en el momento de elegir qué material escoger para tu ventana, es normal que dudes entre el aluminio y el PVC. Y es que bastantes quebraderos de cabeza da hacer una obra como para tener que tomar estas decisiones.
Así que, por eso, nosotros te lo vamos a poner más fácil que nunca. Te vamos a contar ventajas y desventajas de cada tipo de ventana, para que elijas la opción que más se adapte a ti y a tus necesidades. ¡Sigue leyendo!
Aunque parece obvio qué tenemos que esperar de una ventana, lo cierto es que hay que tenerlo presente a la hora de tomar la decisión.
Está claro que, arquitectónicamente, una ventana cierra el hueco de una fachada. Pero además, desde este punto de vista, tiene que cumplir unos requisitos básicos. Estos son permitir que entre la iluminación natural en la vivienda, así como la aireación y ventilación de la misma. También tiene que permitir ver el exterior.
Aunque esos requisitos son los primarios, hay que tener en cuenta muchos otros. Estas prestaciones que debe cumplir son:
Si bien es cierto que hay numerosos requisitos para una ventana (los mencionados en el apartado anterior), hay algunos a los que es más importante prestar atención a la hora de elegir PVC o aluminio.
Los marcos de PVC son aislantes térmicos naturales, ya que el PVC es un material que no conduce el frío o el calor. Por el contrario, el aluminio sí es un material conductor de la temperatura.
Es decir, lo ideal en este caso es elegir el PVC o bien incorporar un material aislante en el interior del aluminio, por ejemplo, aluminio con RTP. Así, podríamos decir que “empatan”.
El PVC aísla adecuadamente los ruidos, al igual que los perfiles de aluminio. Pero este aspecto se ve influenciado por otros factores:
Hace unos años las ventanas de aluminio eran las que ofrecían más variedad, por ejemplo en el color. Pero el mercado ha evolucionado, y los marcos de PVC se han puesto a su altura.
Tanto las ventanas de PVC como las de aluminio requieren un mínimo mantenimiento. Con un paño de agua y jabón neutro de vez en cuando será más que suficiente.
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