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Una vivienda que se va a alquilar o vender debe tener un certificado energético pero, ¿qué es?

Te contamos en qué consiste exactamente este documento, qué debes saber, excepciones…, ¡y mucho más!

NOVAN CONSTRUCCIONES Publicado: 18 de abril de 2022

Si quieres alquilar o vender una casa, vas a necesitar un certificado de eficiencia energética o certificado energético. Te contamos para qué sirve este documento oficial y cómo puedes conseguir uno de forma rápida y sencilla.

Y es que, desde junio de 2013, tener el certificado energético se ha vuelto obligatorio en muchos tipos de propiedades inmuebles. Esta innovación se debe a los requisitos de la Unión Europea, por lo que debes asegurarte de obtener dicho documento. Por una buena razón: hay multas por no tenerlo todo resuelto.

Si quieres descubrir en qué consiste exactamente el certificado de eficiencia energética, qué debes saber, excepciones…, ¡sigue leyendo para no perdértelo! A continuación, te lo contamos. 

¿Qué es el certificado de eficiencia energética?

El certificado de eficiencia energética o certificado energético no es más que un documento oficial redactado por un técnico competente. Pero, ¿cuándo hay que tenerlo? Estás obligado a tener uno cuando:

  • Estás tratando de vender una propiedad.
  • Estás tratando de alquilar una propiedad que posees a otra persona.

Este certificado incluye información objetiva sobre las características energéticas de la vivienda. Se elabora calculando el consumo energético que necesita cada edificio o inmueble a lo largo de un año, en condiciones normales de funcionamiento y uso. En base a este cálculo, el inmueble recibe una calificación energética con una letra.

El cálculo tiene en cuenta la producción de agua caliente, calefacción, iluminación, aire acondicionado y ventilación. También considera elementos como el material de las paredes exteriores, la carpintería, qué tipo de ventanas tiene el edificio y sus sistemas de aire acondicionado.

¿Qué debo saber sobre el certificado energético?

Para la evaluación, la escala de certificación energética utiliza siete letras, desde la A (el nivel más alto de eficiencia energética) hasta la G (la menos eficiente). Además de esta calificación general, el certificado incluye otras características energéticas del edificio, como su aislamiento, y los aparatos eléctricos y de gas natural.

Ponte siempre en el lugar del comprador: el certificado energético ofrece una información muy valiosa si quieres saber en qué se gasta tu dinero. Al comprar una propiedad, es mejor tener una idea general de cuánto costará calentar o enfriar la casa en la que vas a vivir, lo cual depende en gran medida de su eficiencia energética.

De hecho, el certificado de eficiencia energética se desarrolló para dar una ventaja a los edificios con un alto grado de eficiencia energética, para que los compradores puedan ver que esta característica los diferencia, promoviendo así un mundo más sostenible.

¿Hay alguna forma de evitar obtener el certificado energético?

Es cierto que hay algunas excepciones a la regla de “toda vivienda que se va a alquilar o vender debe tener un certificado energético”. De todas maneras, cabe destacar que este documento se ha puesto en marcha para acreditar la eficiencia energética en todos los edificios y viviendas, y premiar a los que la avalan es un indicador de una sociedad saludable. 

En definitiva, deberíamos estar contentos y orgullosos de vivir en una época en la que estos temas han ocupado un lugar central y se reconocen como importantes.

¿Qué tipo de inmuebles no necesitan un certificado de eficiencia energética?

Como hemos adelantado en el apartado anterior, hay una serie de inmuebles que no necesitan el certificado de eficiencia energética. Son los siguientes:

  • Edificios y monumentos de protección oficial en zonas declaradas de especial valor arquitectónico o histórico.
  • Edificios religiosos y casas de culto.
  • Edificios con una superficie útil total inferior a 50 m2.
  • Talleres o cabañas destinados a usos agrícolas no residenciales.
  • Edificios que, dadas sus características, deban permanecer abiertos.
  • Estructuras provisionales que se fabricaron en los últimos dos años.
  • Edificios o partes de edificios que se vayan a utilizar durante menos de cuatro meses al año, o durante un tiempo limitado a lo largo del año, de modo que su consumo de energía sea inferior al 25% de lo que se prevé para su uso durante todo el año, siempre que exista es una declaración jurada del dueño de la propiedad en el archivo.

Si tu propiedad no cumple con ninguna de estas excepciones, antes de firmar el contrato de venta o alquiler, el notario deberá ver el certificado energético como parte del conjunto  de documentación requerida para formalizar el contrato.

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