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Los 8 errores que debes evitar al hacer una reforma integral

OS Dental Actualizado: 20 de marzo de 2024 Publicado: 28 de enero de 2022

Hacer una reforma integral en tu casa es muy interesante, no solo para darle un soplo de aire fresco a la estética de la misma, sino para devolver la funcionalidad a lo que la haya perdido. 

Se recomienda hacer una reforma de este estilo cada 10 o 15 años, y esta suele durar entre tres o cuatros meses. Al fin y al cabo, es un despliegue de medios: personas, materiales, tiempo y dinero. Es por ello que lo ideal es hacerlo bien a la primera.

Por eso, debes conocer una serie de errores que has de evitar. Pero, ¿cuáles son? Si quieres descubrirlos, ¡sigue leyendo para no perdértelos! A continuación, te los contamos. 

Errores que no puedes cometer al hacer una reforma

Reformas en nuestra casa no hacemos todos los días, y mucho menos reformas integrales. Por eso, no siempre tenemos los conocimientos suficientes para hacerlo de manera óptima. 

Estos procedimientos son complicados y siempre hay que sacarle la mayor rentabilidad, previniendo los posibles problemas que puedan surgir. Te contamos algunos de los errores que no puedes cometer. 

No tener las licencias que necesitas

No todas, pero sí la mayoría de obras, necesitan algún permiso o licencia. En caso de no tener los permisos necesarios, el propietario de la casa se expone a una multa, además de que se puede paralizar la reforma y perder todo lo conseguido. 

Y es que estas licencias no solo se hacen por dinero, también para garantizar tu seguridad, así como la de todos los individuos que vivan en el edificio y los profesionales que trabajen en la reforma. 

No informar a la comunidad de vecinos

Hay algunas comunidades de vecinos donde algunos elementos se tienen que conservar (por ejemplo las puertas o las ventanas), para que haya unanimidad y no desentone ningún piso. Por eso, lo mejor es que todos los vecinos estén al tanto de lo que vas a hacer. 

Además, es todo un detalle comunicarlo para que los vecinos estén preparados para el ruido, la suciedad, los posibles cortes de agua o luz… De lo contrario, puede resultar incómodo. También es relevante que los vecinos estén al tanto para no asustarse al ver a tantas personas desconocidas entrando y saliendo del edificio. 

Prescindir de calidad

Está claro que todos queremos abaratar los costes de las reformas. Pero recuerda que, a veces, lo barato sale caro. Así que no intentes elegir todo de la mínima calidad posible, porque entonces la reforma saldrá mucho peor de lo que tenemos en mente.

Lo ideal es que cuentes con profesionales que te asesoren, en función de tu presupuesto, y te orienten sobre qué materiales, acabados y elementos constructivos te convienen. 

No hacer una planificación previa

Es imprescindible planificar la reforma antes de ponerse manos a la obra. De esta manera, el resultado será mucho mejor y se tendrán todos los espacios y elementos en cuenta. 

Elegir mal el presupuesto

El presupuesto ha de elegirse correctamente. Es decir, ni muy por arriba ni muy por debajo. No puedes pretender que la reforma integral te salga baratísima, pero tampoco deberías dejar que los precios asciendan sin medida. 

Por otro lado, es importante que tengas un margen. En las obras suele haber imprevistos, que pueden salir más o menos caros. Así que, para hacerlos frente y no dejar la obra a medias, asegúrate de tener un extra destinado a la obra. 

No cerrar un plazo de tiempo

Cuando hacemos una reforma hay que saber la fecha en que va a terminar. De acuerdo, quizás no sea exacta, pero puede ser orientativa. Además, se pueden fijar unas penalizaciones en el caso de que los profesionales no cumplieran con lo acordado. 

No contar con profesionales

De entre todos nuestros conocidos, todos tenemos a alguien que conoce a otra persona que quizás sepa de otra que hace reformas. A veces puede salir bien apostar por ellas, pero no siempre, y menos cuando no se trata de una constructora o cuando no es gente cualificada para estos trabajos. 

No cumplir los requisitos de seguridad

La seguridad, como adelantamos previamente, es fundamental en una reforma integral. Y es que las obras tienen muchos peligros, por lo que hay que tener tanto cuidado como se pueda, para evitar los posibles accidentes. 

Para ello, hay que seguir los protocolos adecuados y pedir las licencias necesarias. Además, utilizar el equipo de protección que se indique en cada caso. 

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