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¿Cuál es la mejor manera de pintar la fachada de una casa? Te lo contamos paso a paso

Descubre cada cuánto pintar la fachada de una casa y qué tienes que hacer para tener los mejores resultados.

ANFUSTES Publicado: 25 de marzo de 2022

No hay un periodo de tiempo exacto entre que se pinta la fachada de una casa y hay que volver a pintarla. Pero seguro que, cuando llegue el momento de hacerlo, sabes que es la hora. 

Algunos factores, como la calidad del material, el clima, el mantenimiento…, hacen que la fachada de una casa esté mejor o peor con el paso del tiempo. Pero una casa es más bonita y apetece más entrar en ella cuando su exterior está cuidado. 

Es por eso que, en este artículo, te contamos cuál es la mejor manera de pintar la fachada de una casa. Si quieres descubrir cómo hacerlo, ¡sigue leyendo para no perdértelo! A continuación, te lo contamos. 

¿Cada cuánto pintar la fachada de una casa?

Aunque hemos dicho que hay muchos factores a tener en cuenta para determinar cada cuánto hay que pintar la fachada de una casa, podemos mencionar rápidamente los siguientes materiales:

  • Madera, entre tres y siete años
  • Aluminio, cada cinco años
  • Estuco, cada cinco o seis años
  • Ladrillo pintado, entre quince y veinte años
  • Revestimiento de panel de fibra de cemento, entre diez y quince años

Limpieza

El primer paso para pintar la fachada de una casa es limpiarla, deshaciéndose así de las imperfecciones. Si eliminamos todo lo que sobra en la fachada, la aplicación de la pintura será mucho más sencilla. 

Para limpiar la fachada hay que tener en cuenta las características de la misma: ¿tiene moho?, ¿óxido?, ¿grafitis? En función de la respuesta a estas preguntas, los productos a utilizar serán unos u otros. 

De todas maneras, lo que suele funcionar es agua a presión, ya que se quitarán todas las imperfecciones que obstaculicen el trabajo posterior. 

Saneamiento y preparación

Cuando la fachada esté limpia, habrá que sanearla y prepararla. Así, se tapan las grietas, se cubren las ventanas y los balcones, puesto que es la única forma de protegerlos de la pintura. De lo contrario, más adelante habría que limpiar más, invirtiendo más tiempo y dinero en el proceso.

Aplicación

Tras la limpieza, saneamiento y preparación, nos pondremos manos a la obra con la aplicación de la pintura. Lo ideal es aplicar dos capas de pintura, la primera muy líquida, diluida en un 30 o 40%. La segunda capa será sin diluir, con un revestimiento con textura y elástico. 

Debes aplicar una pintura resistente a la formación de grietas, a los climas más extremos, al paso del tiempo, al moho… Aunque siempre estás a tiempo de volver a pintar la fachada.

Se utiliza un rodillo especial para este trabajo, con lo que se pintará la superficie de la fachada, a excepción de las ventanas o lo que no queramos pintar. 

Retirada de los elementos de protección

Después de aplicar la pintura en la fachada, es el momento de retirar los elementos de protección, como la cinta de carrocero o los plásticos que colocamos en ventanas, bordes, rodapiés…, en caso de haberlos. 

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