Historia de la ebanistería: ¿qué es y en qué se diferencia de la carpintería?
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Si te vas a mudar pronto o estás pensando en hacerlo, ya sabrás que hay numerosos factores a tener en cuenta. Y, además, no es una tarea sencilla, aunque finalmente todo esfuerzo tiene su recompensa.
Hay dos sectores que pasan desapercibidos cuando hacemos una mudanza: los niños y las mascotas. Si de por sí una mudanza es estresante, lo es más para los niños y animales, que no tienen ni idea de qué ocurre, de por qué dejan su hogar atrás…
En este artículo, ponemos el foco en el segundo sector, las mascotas. Así que, si quieres descubrir cómo hacer una mudanza con animales de compañía, ¡sigue leyendo para no perdértelo! A continuación, te lo contamos.
Hay quien decide no estar con sus mascotas en el proceso de empaquetar y embalar todos los objetos. Y es que puede ser complicado si el animal es muy activo y revoltoso. Por eso, siempre está la opción de dejarlo con algún familiar o amigo de confianza, o en los famosos hoteles para perros.
De todas maneras, si no quieres o no puedes, también puedes tener a tu animal de compañía dando vueltas por casa sin ningún problema. Pero, para eso, debes acostumbrar a tu mascota al embalaje y a todo aquello que no es habitual encontrar en tu casa: las maletas, los objetos por el suelo, los muebles desmontados…
Pero, ¿cómo hacemos que se familiarice con todo esto? Lo que puedes hacer es ir sacándolo poco a poco todo. Unos días antes de ponerte manos a la obra con la mudanza, deja algo de embalaje a la vista de tu mascota. Así, no lo verá como una amenaza.
La forma ideal de hacer una mudanza con animales de compañía es utilizando un transportín. Por eso, lo mejor que puedes hacer es que tu mascota se adapte al transportín lo antes posible.
Para ello, cuando estéis en casa mete sus juguetes favoritos dentro, coloca alguna chuche o, incluso, su cama. Solo así se meterá voluntariamente y querrá pasar tiempo dentro del transportín.
Uno de los pasos clave en las mudanzas es tener un kit con lo indispensable o, como lo llaman muchos, un kit de supervivencia. Es decir, recoger en un mismo espacio todo lo que necesitamos en el día a día para no echarlo en falta cuando nos mudemos.
Así como es fundamental este paso para nosotros, también lo es para los animales de compañía. Incluye agua, comida, chuches, juguetes, sus básicos de limpieza, su cama… En definitiva, lo básico y lo que le hará sentir una ligera normalidad.
Para que no resulte tan radical el cambio para tu mascota, lo ideal es que se familiarice cuanto antes con el entorno: la nueva casa, las calles, los parques, los animales de la zona…
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