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Si te estás planteando dar el paso e instalar un ascensor en tu casa o edificio, ¡estás de suerte! En este artículo, te contamos cómo elegir el ascensor adecuado para ti. Y es que tener un ascensor tiene numerosos beneficios, más allá de subir y bajar las diferentes plantas de un edificio.
Mejora la calidad de vida, se ahorra energía y tiempo, aporta seguridad cuando subimos cargados, transportando algo o con niños, agiliza el tráfico de los vecinos (especialmente importante por el COVID-19) y facilita el día a día a las personas que tienen dificultad de movimiento. Pero no solo esto, sino que también aumenta el valor del edificio, algo muy relevante de cara a un futuro.
Una vez mencionadas todas las ventajas de contar con un edificio en tu inmueble, ¿quieres descubrir cómo elegir el ascensor adecuado? ¡Sigue leyendo para no perdértelo! A continuación, te lo contamos.
Antes de elegir el ascensor adecuado, hay que seleccionar correctamente la empresa que nos va a ofrecer los servicios. Lo ideal es que sea una empresa que te dé confianza, que esté consolidada en el mercado y que sea de confianza.
Una vez la hayas elegido, podrás poner en orden tu proyecto y sacarle el máximo partido a tu edificio. Además, la empresa analizará tu caso particular y establecerá las necesidades que deben ser solventadas.
El proveedor tendrá en cuenta el número de plantas, la distancia entre las mismas, la capacidad de transporte, el número de pasajeros…
Una duda muy frecuente cuando buscamos el ascensor adecuado es si instalar uno con o sin cuarto de máquinas. Antes no era posible pero, actualmente, es una realidad que existe. Hay ascensores que no tienen cuarto de máquinas, perfectos para los edificios con un espacio reducido.
Un ascensor sin cuarto de máquinas ofrece las mismas garantías a un coste menor que los tradicionales, con cuarto de máquinas. De todas maneras, pueden tener limitación en cuanto a velocidad, altura y capacidad.
Los ascensores convencionales, como bien indica su nombre, son aquellos que encontramos en la mayoría de edificios. Tienen una velocidad de entre 0,6 y 1 m/s. La característica principal de estas instalaciones es que requieren un cuarto de máquinas, así como un foso de unos 1,2 m.
También tienen que contar con una huida por la parte superior de unos 3,5 m. Solo así podrán cumplir con la normativa de ascensores UNE-EN 81-20 y UNE-EN 81-50.
Y, ¿cada cuánto han de revisarse los ascensores convencionales? Esto tiene que hacerse una vez al mes o una vez cada seis semanas. La frecuencia de la revisión depende de las características del ascensor.
Por supuesto, también tienen que pasar la revisión de la OCA, que es el Organismo de Control Autorizado. Deben hacerlo cada dos, cuatro o seis años en función de los factores de la instalación.
En caso de que no haya espacio suficiente en el edificio, el ascensor adecuado sería un ascensor con foso reducido. Aunque parezca lo contrario, lo cierto es que tienen las características de un ascensor convencional, como los mencionados previamente.
Pero, ¿cómo se soluciona la falta de espacio en el edificio? En estos casos, se instala el motor y el cuadro de maniobras en un armario homologado.
Los ascensores unifamiliares son perfectos para las casas particulares. Es decir, no para edificios de vecinos. ¿Cuál es la diferencia? La distinción principal reside en la frecuencia de uso, puesto que los ascensores unifamiliares no se utilizan tanto como los de uso convencional.
Los ascensores unifamiliares tienen una velocidad de 0,15 m/s y, aunque la ley no exige que tengan un foso mínimo, sí deben tener una huída por la parte superior, que ha de ser de 2,6 m.
El mantenimiento no es tan firme como los ascensores de uso familiar, pero sigue siendo obligatorio. Una vez cada cuatro meses tiene que hacerse una revisión, y la revisión OCA mencionada previamente, cada 6 años.
Por otro lado, cabe destacar la normativa que rige a los ascensores unifamiliares, que es la directiva de máquinas 2006/42/CE. Además, no se nos puede olvidar que todos los ascensores deben estar inscritos en la RAE, que es el Registro de Aparatos Elevadores.
Cuando buscas el ascensor adecuado, encontrarás dos tipos de accionamiento, el hidráulico y el eléctrico. Pueden tener uno u otro sistema, independientemente de si se trata de un ascensor convencional o unifamiliar.
Por una parte, el accionamiento hidráulico se eleva gracias a una bomba hidráulica acoplada en el motor eléctrico. Se inyecta aceite a presión por medio de unas válvulas, con lo que la cabina sube y se regula su velocidad.
Este tipo de ascensores tienen un motor eléctrico, una polea, una máquina tractora y un cable de tracción. De un lado cuelga contrapeso y, del otro, la cabina. El motor funciona tanto para subir como para bajar, a diferencia del hidráulico, que solo se utiliza para subir.
Todos los ascensores deben tener unas medidas de seguridad. Estas son diferentes cuando hablamos de ascensores unifamiliares y cuando hablamos de ascensores convencionales.
Este tipo de ascensores tiene las siguientes medidas de seguridad de carácter obligatorio:
En los ascensores convencionales hay que tener lo siguiente:
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