¿Cómo conseguir la armonía estética en una reforma integral?

Si te estás planteando reformar tu hogar, oficina o negocio, seguramente hayas oído hablar de la figura del interiorista o del diseñador de interiores. Pese a ser una profesión tan extendida, con tanto renombre, no siempre se eligen sus servicios. 

Pero, ¿por qué? Principalmente, por desconocimiento. No se sabe muy bien cuáles son sus funciones o de qué nos va a servir. A menudo, se piensa (erróneamente), que lo que hace un interiorista lo puede hacer cualquiera, sin tener la más remota idea de diseño de interiores. 

A continuación, te contamos las ventajas que obtendrás si dejas tu reforma en manos de un interiorista.¡Sigue leyendo para no perdértelas!

Servicio integral

Los diseñadores de interiores o interioristas se pueden encargar de todo el proceso de reforma, desde la fase inicial de diseño hasta la final. Y, durante todo lo que dure el servicio, te guiará en todo aquello que necesites. 

Además, planifica, coordina y supervisa todas y cada una de las etapas del proyecto y de la reforma, por lo que habrá una coherencia en la misma. 

Esto quiere decir que, además, no tendrás intermediarios. Hablarás directamente con este profesional, que te comunicará todo lo que se está haciendo. Y viceversa, por supuesto, ya que tú podrás decirle todas tus inquietudes y deseos. 

En defintiva, contar con los servicios de un interiorista supone un ahorro de tiempo. No solo por la comunicación, sino porque no tendrás que visitar tiendas, proveedores, elegir la inspiración, controlar los pedidos, resolver problemas… 

Dicho con otras palabras: si acudes a un profesional del diseño de interiores, te vas a ahorrar muchos quebraderos de cabeza. 

Control presupuestario

Cuando se hace una reforma, es muy común que surjan imprevistos o que te cobren de más. Es algo completamente normal, puesto que no tienes por qué conocer los costes de cada cosa. 

Un interiorista planifica y supervisa los presupuestos, comprobando que se adecúan los materiales, equipamientos, etc., del proyecto. Pero no solo esto sino que, como te podrás imaginar, un profesional de este estilo tiene numerosos contactos, por lo que puede llegar a acuerdos con proveedores. 

Es decir, la figura del diseñador de interiores va a optimizar tus costes y los tiempos de entrega, siendo la reforma o proyecto más económico y no tan tedioso. 

Armonía

Aunque parezca que no, es muy complicado conseguir armonía estética. Pero los interioristas, por su formación, experiencia y por el conocimiento de las tendencias, pueden combinar todo. 

Y no solo combinan superficialmente los espacios, sino que lo hacen con sumo detalle y mimo: los materiales, el mobiliario, los accesorios y colores están más que pensados. Nada es arbitrario para un interiorista, nada se deja al azar. 

También, contar con la ayuda de un diseñador de interiores, hace que tus espacios sean únicos y personalizados, adaptados para ti, única y exclusivamente. ¡Olvídate de copiar y pegar las ideas de los catálogos de IKEA en tu casa!

Mayor calidad

La experiencia de estos profesionales hace que conozcan todos los posibles imprevistos y que sepan prevenirlos. Pero también conocen qué materiales son mejores, qué productos tienen una mayor resistencia o qué enseres tienen una mayor durabilidad. 

Por eso es fundamental que los interioristas supervisen y planifiquen absolutamente todo, ¡hasta la nevera! Es la única manera de garantizar el éxito en tu proyecto o reforma.