Toxina botulínica: el tratamiento que reduce las arrugas

La aparición de arrugas faciales es uno de los signos más evidentes y perceptibles del envejecimiento. 

Pues, con el paso del tiempo, la piel comienza a perder su elasticidad y se forman arrugas y líneas de expresión en el rostro.

Afortunadamente, la toxina botulínica, también conocida como botox, es un remedio efectivo para tratar las arrugas faciales y rejuvenecer la apariencia.

A continuación, te contamos qué es la toxina botulínica, los tipos de arrugas que reduce y sus beneficios. ¡Sigue leyendo!

Toxina botulínica, ¿qué es?

La toxina botulínica es una proteína producida por la bacteria Clostridium botulinum, que al inyectarse en pequeñas cantidades en los músculos faciales, permite reducir las arrugas y las líneas finas.

Esto se debe a que bloquea temporalmente la contracción de los músculos responsables de dichas arrugas.

De este modo, proporciona como resultado una apariencia más suave y juvenil del rostro.

Las áreas más comunes de aplicación de este tratamiento incluyen las líneas de expresión alrededor de los ojos, la frente y entre las cejas. 

Cabe mencionar que, la toxina botulínica también se usa en medicina para tratar condiciones como el estrabismo, la espasticidad muscular y el síndrome de Tourette.

Toxina botulínica: tipos arrugas faciales puede tratar

La toxina botulínica puede resultar eficaz a la hora de tratar varios tipos de arrugas faciales.

Algunas de las más destacadas son:

Arrugas de la frente

Las arrugas horizontales en la frente pueden corregirse mediante la inyección de toxina botulínica en los músculos frontales, lo cual, reduce la capacidad de los músculos para contraerse y producir las arrugas.

Arrugas entre las cejas

Las líneas verticales entre las cejas, también conocidas como líneas de expresión del ceño fruncido, las cuales, pueden ser tratadas mediante la inyección de toxina botulínica en los músculos que causan esta expresión facial.

Patas de gallo

Las arrugas finas que se forman alrededor de los ojos, conocidas como patas de gallo, se reducen gracias a la inyección de toxina botulínica en los músculos orbiculares alrededor de los ojos.

Líneas de marioneta

Las líneas de marioneta se extienden desde la comisura de los labios hacia abajo y pueden ser suavizadas inyectando la toxina botulínica en los músculos que rodean la boca.

Cabe mencionar que la toxina botulínica no es adecuada para tratar cualquier tipo de arruga facial. 

Por tanto, las arrugas profundas o las líneas estáticas, que están presentes incluso cuando los músculos faciales están en reposo, requieren otra modalidad de tratamiento como rellenos dérmicos o cirugía plástica.

Beneficios de la toxina botulínica

La toxina botulínica se ha convertido en uno de los tratamientos más populares y efectivos para las arrugas faciales gracias a los múltiples beneficios que proporciona:

Reducción de arrugas

La toxina botulínica funciona bloqueando las señales nerviosas que hacen que los músculos se contraigan, lo que ayuda a suavizar las líneas finas y arrugas en la piel.

Al reducir la apariencia de las arrugas, favorece a un aspecto más rejuvenecido de la piel.

Resultados rápidos

Otra de las ventajas de la toxina botulínica es que los resultados son rápidos y notables, ya que se pueden apreciar tras pocos días de recibir el tratamiento.

Por tanto, los pacientes pueden disfrutar de una apariencia más juvenil y fresca en poco tiempo.

Tratamiento no invasivo

A diferencia de otros procedimientos estéticos, como la cirugía plástica, el tratamiento con toxina botulínica es un procedimiento no invasivo que no requiere tiempo de recuperación. 

En este sentido, los pacientes pueden retomar sus actividades cotidianas inmediatamente después de someterse al tratamiento.

Resultados duraderos

Pese a que los efectos del tratamiento con toxina botulínica no son permanentes, su duración puede llegar hasta seis meses, lo que significa que los pacientes no tienen que someterse a tratamientos frecuentes para mantener los resultados.

Tratamiento versátil

La toxina botulínica no solo se utiliza para tratar las arrugas faciales. En este sentido, se puede usar para combatir otros problemas como las líneas de expresión alrededor de la boca, el exceso de sudoración en las axilas y las migrañas.