Los 4 errores a evitar al hacer la reforma interior de tu casa, ¿cuáles son?

Si estás pensando en hacer la reforma interior de tu casa, debes conocer qué errores tienes que evitar. Al fin y al cabo, una reforma supone tiempo, dinero y paciencia, mucha paciencia. Por eso, lo ideal es hacerlo de la mejor manera posible para no tener que repetirlo y para no alargar la reforma más de lo necesario.

Sea una reforma integral o parcial, has de conocer qué no puedes hacer. Hay quien cree que, por hacer una obra pequeña, se puede actuar a la ligera. Pero lo cierto es que no, más que nada porque pueden surgir complicaciones completamente innecesarias. 

Pero, ¿cuáles son los errores a evitar al hacer la reforma interior de tu casa? Si quieres descubrirlo, ¡sigue leyendo para no perdértelo! A continuación, te lo contamos. 

No tener las ideas claras

Cuando nos ponemos manos a la obra con una reforma, sea de la embergadura que sea, tenemos que saber qué queremos. Lo óptimo es tener una lista con todo aquello que queremos solucionar o mejorar, para así proponer estas ideas a los profesionales que harán la reforma. 

Si vas a hacer la reforma interior de tu casa, es por una razón. Asegúrate de que el motivo por el que quieres hacerla se resuelve con los pasos que seguirán los reformistas. Además, si tienes las ideas claras desde el principio, es menos probable que te disguste el resultado, o que tengas que hacer cambios constantemente porque no sabes qué quieres. 

No tener las licencias necesarias

Si vas a hacer la reforma interior de tu casa, quizás necesitas una o más licencias de obra. Por ejemplo, encontramos la licencia de obra menor, que es un requisito cuando la reforma es pequeña. En algunos casos, no hace falta siquiera la licencia, sino haber comunicado que se va a llevar a cabo la obra. 

Para reformas de mayor embergadura, necesitarás una licencia de obra mayor. Sirven para cambiar la estructura de la vivienda, su distribución… Las licencias de obra, del tipo que sean, aportan seguridad, garantizando que todo se hace siguiendo la ley. 

No elegir calidad

Las obras, como decíamos al principio del artículo, son una gran inversión de dinero, así que es habitual agobiarse y empezar a reducir por todos lados. Pero hay algunas cosas que no se pueden reducir porque son imprescindibles, como pueden ser las calidades de los materiales y productos.

Es cierto que, a corto plazo, no hay mucha diferencia entre un material bueno y más caro, y un material mediocre pero más barato. A la larga va a pasar factura, y nunca mejor dicho, porque llegará tarde o temprano (¡más temprano que tarde!) el momento de modificar algo que se haya hecho durante la reforma.

No priorizar la funcionalidad

Una de las razones por las que la gente hace obra en sus hogares es por estética. Los espacios se quedan anticuados; los colores, desfasados. Pero, además, los objetos se vuelven inútiles y la distribución, inconveniente. 

Es por eso que no podemos priorizar la estética, sino la funcionalidad. Eso sí, siempre puedes combinar ambos, creando espacios bonitos a la par que prácticos. Y es que, de poco sirve una casa ultra moderna y con muchísima personalidad si no sirve de nada lo que hay en su interior. Por eso, al hacer la reforma interior de tu casa, opta por fusionar estética con fusionalidad.