Historia de la ebanistería: ¿qué es y en qué se diferencia de la carpintería?
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Si estás pensando en hacer una reforma en tu hogar, tienes que prestar especial atención al baño. Y es que cambiar el baño puede resultar tedioso pero, a la vez, muy gratificante. Además, hacer reforma en esta parte de la casa tiene numerosos beneficios, como son:
Si bien es cierto que una de las partes fundamentales en las reformas de baños son las duchas o bañeras, no podemos olvidarnos de los muebles de baño. Hay diversos tipos y el que elijamos puede marcar un antes y un después en este espacio.
¿Quieres descubrir cuáles son los tipos de muebles de baño más comunes? ¡Sigue leyendo para no perdértelo! A continuación, te lo contamos.
Dentro de los muebles de baño según su apoyo, encontramos los que tienen patas, los que tienen zócalo y los que están suspendidos o volados:
El mueble se apoya sobre patas, así que está levantado por unos centímetros. Resulta cómodo para limpiar y para guardar algunos aparatos, como la báscula o el secador.
Estos impiden que se limpie debajo del mueble pero, gracias al zócalo, no se debería acumular la suciedad.
Estos están anclados a la pared, así que se limpia fácilmente por debajo. Hay diversos tipos, unos más pegados al suelo y otros menos.
Los muebles auxiliares no se encuentran debajo del lavabo, sino que se encuentran en otra parte del baño. Hay diferentes muebles auxiliares, con varias formas: de columna, estantería, carrito con ruedas…
Como bien indica su nombre, estos muebles se encuentran debajo del lavabo. Pueden ser más o menos anchos en función de las necesidades de cada uno. Por eso, son ideales tanto para baños grandes o para baños pequeños.
Estos están muy demandados, y cada vez más, porque las casas tienden a ser más reducidas. Y hay que buscar soluciones para ganar unos centímetros.
Los muebles, sean del tipo que sean, pueden tener unas u otras puertas. Elige las que mejor se adapten a ti y al espacio de tu baño.
Los cajones son perfectos para guardar todo tipo de utensilios y accesorios, como peines, maquillaje, cremas, incluso toallas. Lo más común es que los muebles de baño con cajones tengan, por lo menos, dos, lo que te permite tenerlo todo guardado, sin que esté a la vista y pueda coger polvo.
Las puertas correderas no son nada frecuentes en los muebles de este área de la casa, pero tienen la ventaja de no entorpecer el paso por el baño, a diferencia de los cajones o las puertas abatibles que veremos a continuación.
La desventaja de las puertas correderas es que no pueden abrir el mueble por completo, sino que solo se abre la mitad, así que puede dificultar coger algún que otro objeto.
Las puertas abatibles son las más habituales en los muebles de baño, pero necesitan espacio para poder abrirse sin chocar con otros muebles o con la puerta. Decíamos previamente que las casas en las que vivimos cada vez son más pequeñas y hay que buscar soluciones para dar amplitud al espacio. Pues bien, las puertas abatibles y los cajones no son la mejor opción en estos casos, ya que estorban y ocupan espacio útil.
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