¿Con qué se encuentran las personas inmigrantes al llegar al país de destino?

El concepto de inmigración es uno que está muy presente hoy en día, y cada vez más. De forma resumida, podemos decir que son movimientos de población que se dan cuando un grupo de personas llega a otro país y se establece en él. 

Las causas y consecuencias son numerosas, y se puede tratar de una inmigración tanto temporal como permanente. Además, hay que tener cuidado al referirse a la inmigración y no confundirlo con emigración, puesto que son dos términos opuestos.

Si quieres saber más sobre la inmigración, ¡sigue leyendo para no perdértelo! A continuación, te contamos todo lo que tienes que saber acerca de estos movimientos. 

La inmigración, ¿qué es exactamente?

Como ya hemos comentado, la inmigración es el conjunto de movimientos de personas que se establecen en otro país. Pero, ¿por qué? La razón es muy sencilla, y es buscar calidad de vida y encontrar oportunidades que su país de origen no ofrece. 

La inmigración es temporal cuando la persona que va a otro país tiene una finalidad concreta (estudiar o trabajar durante un periodo de tiempo, por ejemplo) y regresa a su país cuando lo lleva a cabo. 

Pero también existe la inmigración permanente, donde el objetivo es quedarse a vivir en el país en el que se establecen. En estos casos, buscan mejores ofertas laborales o unas buenas condiciones de vida de las que carecen en su país de residencia original. 

Hay algunos factores determinantes que favorecen la inmigración o los movimientos migratorios, como pueden ser los económicos y los políticos. 

• Económicos: la economía incluye mejores oportunidades laborales pero también mejor calidad de vida. En estos casos, donde la inmigración se ve muy motivada por las características económicas, se ven más afectados los jóvenes, puesto que son quienes buscan un mejor futuro, tanto para ellos como para sus familias. 
• Políticos: sobre todo llegan personas inmigrantes a países donde la democracia es la forma de organización social existente. Pero no solo esto, sino que también se huye de gobiernos que no respetan algunos derechos fundamentales. Es decir, la inmigración también va buscando solidez institucional. 

Pero también hay otras razones por las que la inmigración tiene lugar. Por ejemplo, guerras o conflictos armados, ya que la violencia hace que los habitantes quieran alejarse de áreas conflictivas y vivir en zonas pacíficas. 

Los desastres naturales también son una motivación de la inmigración, como desastres climáticos o accidentes energéticos que vuelven la vida muy complicada. 

Como en casi todo, está la inmigración legal y la ilegal. Y es que muchas personas creen que la inmigración es tan solo ilegal, y tratan a todas las personas que forman parte de ello de forma despectiva.

Inmigración legal

Cuando la inmigración es legal, las personas que se movilizan tienen todos los permisos y toda la documentación necesaria, además de que cumplen todos los requisitos. 

Es por esta razón que aquellas personas que siguen este camino tienen más posibilidades de verse beneficiadas por lo que ofrece el país de destino. 

Inmigración ilegal

En este caso, las personas se movilizan sin cumplir con los requisitos legales que exige el país al que acuden. Además, las personas inmigrantes se convierten en personas “ilegales” o “indocumentadas”, por lo que su permanencia en el país se vuelve más complicada. 

Al no tener los permisos y documentos que pide el país de destino, no pueden estudiar o tener un buen trabajo, así que su situación se vuelve compleja e irregular. 

En definitiva, las condiciones de vida para estas personas se vuelven muy complicadas. Por desgracia, este tipo de inmigración es más propensa de ocurrir que la legal. 

Las consecuencias de la inmigración, ¿cuáles son?

Las migraciones humanas tienen repercusiones. Pero no solo se pueden advertir las consecuencias en el lugar de destino, sino que también en el de origen. 

Cambios demográficos

En las ciudades de origen se crean vacíos tanto culturales como económicos, lo que empeora la situación para quienes se quedan. Además, en el lugar de destino se genera un aumento de los recursos locales, lo cual puede ser positivo. 

Intercambio cultural y étnico

En el país de destino se aúnan culturas y razas, lo que aporta diferencia, variedad y riqueza cultural. 

Cambios en la economía

Es muy habitual que las personas inmigrantes manden dinero a quienes han dejado atrás, y viceversa. De esta manera, la economía se mueve, se renueva y se incrementa. 

Y, por supuesto, las personas que llegan a un nuevo país, trabajan, así que este país gana mano de obra, lo que conlleva una mayor riqueza. 

Xenofobia

Como comentábamos, hay quien ve la inmigración como algo despectivo y negativo para la sociedad. Esto conlleva actos de violencia, racismo y xenofobia. Si bien es cierto que se pueden observar en actos sutiles, como un insulto peyorativo o una mala mirada, pueden alcanzar límites peligrosos, como daño físico o, incluso, la muerte. 

Cambios en las leyes

La inmigración crea cambios en las políticas de los países de destino. Hay dos posibilidades: por un lado, se pueden flexibilizar las leyes y, por otro, endurecerse. Así que, o bien se favorece la entrada de inmigrantes en el país, o bien se deniega la misma. 

Como todas las cuestiones sociales, se acaban utilizando en los discursos políticos. De esta manera, se convertirá en una herramienta o en un instrumento político, perdiendo su valor original. 

Consecuencias psicológicas

Las personas inmigrantes, sobre todo si se han movilizado a la fuerza, son menores de edad o lo han hecho solos, pueden tener repercusiones psicológicas. Por ejemplo, lo más típico, que es estrés, ansiedad y depresión.

Aunque el proceso migratorio no es el mismo para todas y cada una de las personas, en general hay un sufrimiento que hay que tratar eventualmente. Los sentimientos que se experimentan suelen ser incertidumbre, tristeza, miedo ante lo desconocido…

También es habitual que se dé estrés postraumático, sobre todo en los casos en que la inmigración ha sido debida a conflictos bélicos o situaciones violentas.