¿Cómo indicar que tu edificio tiene “buena salud”? La ITE o Inspección Técnica de Edificios

Es posible que hayas oído hablar de la inspección técnica de edificaciones o inspección técnica de edificios, también conocida como ITE. Pero, ¿qué es exactamente?

De forma resumida, te adelantamos que es la forma de comprobar y garantizar que los edificios de uso residencial están en plena forma. 

Y es que los años, al igual que ocurre con las personas (y con todo, en realidad), afectan a los edificios. Las construcciones no tienen por qué verse muy alteradas por el paso del tiempo, pero en ocasiones sí lo hacen, ya sean más o menos resistentes. 

La Inspección Técnica de Edificios

Al igual que en los coches existe la Inspección Técnica de Vehículos o ITV, en los edificios encontramos la ITE. Se trata de un examen técnico de la construcción de los inmuebles para establecer el estado de conservación del mismo, así como su accesibilidad o calificación energética. 

En otras palabras, una inspección técnica de este estilo nos indica la salud de los edificios. Como hemos dicho, se trata de inspecciones en edificios residenciales, por lo que también señala si se puede vivir en ellos o no. 

Cada cuánto tiempo y por quién

En primer lugar, hay que destacar que la ITE es una gestión regulada por el Real Decreto Ley 8/2011, de 1 de julio. Es en esta ley donde se recoge que tiene que llevarse a cabo una inspección técnica aquellos edificios o construcciones que tengan más de 50 años. 

Pero no solo esto, sino que tienen que tener un uso residencial en municipios superiores a los 25.000 habitantes. 

Además, destacar la finalidad de la ITE, que es asegurar un buen estado de conservación para que los edificios puedan poner en práctica su uso residencial. 

De todas formas, como ocurre con numerosas leyes, las comunidades autónomas pueden determinar algunos aspectos de las mismas. En este caso, son estas las que establecen los plazos y requisitos para realizar la inspección técnica de edificios. 

También hay que tener en cuenta que la ITE ha de ser llevada a cabo por arquitectos, aparejadores o arquitectos técnicos. Pero son los propietarios de las viviendas los que tienen que ponerse en contacto con estos profesionales cuando sea necesario. 

Y, una vez los arquitectos hayan hecho el análisis necesario, será la comunidad de propietarios la que haga las modificaciones o mejoras que los profesionales indiquen. 

Finalmente, cuando se haya superado la inspección técnica de edificaciones, se acredita que la construcción está en perfecto estado para ser habitado y lo estará durante los próximos 10 años. Pero si, por el contrario, no supera “la prueba”, la vigencia de esta certificación será menor. 

Las características que se revisan en la ITE

Hemos comentado que los arquitectos, cuando realizan una ITE, se fijan en la salud del edificio. Pero, ¿cómo lo hacen? Estos comprueban una serie de características que dotan al edificio de estabilidad y seguridad, pero también consolidación, salubridad y accesibilidad. 

Nada de esto es arbitrario, puesto que es lo que exige la ley que comentábamos anteriormente, el Real Decreto Ley 8/2011, de 1 de julio.

Los arquitectos analizan los siguientes elementos:

• Las instalaciones de fontanería y saneamiento
• La estructura del edificio, así como su cimentación
• Las fachadas
• La estanqueidad: cubiertas, azoteas y aleros
• Las medianeras y otros paramentos: cornisas y voladizos
• Las paredes
• Los forjados

Resulta curioso que el análisis que hacen estos profesionales de la arquitectura sea visual, pero lo cierto es que son solo eso ya se pueden detectar las alteraciones de los edificios. Y este chequeo visual es suficiente para que sepan qué pruebas hacer para calcular las medidas que la comunidad de propietarios ha de tomar.