¿Vale la pena retapizar un sofá?: precio, espacio y valor sentimental

Si quieres cambiar el estilo de tu sofá, dejarlo como nuevo… te estarás planteando si tapizarlo de nuevo o no. Y es que, hay quien considera que lo mejor es deshacerse de él (donarlo, regalarlo, venderlo, ¡incluso tirarlo!), pero muchos otros defienden los beneficios de retapizarlo. 

Es por ello que, a continuación, vamos a exponer en qué consiste el proceso de tapizar un sofá para, finalmente, llegar a la siguiente conclusión: ¿merece la pena retapizar un sofá?

El precio

A menudo, para decantarnos por hacer o dejar de hacer una cosa, utilizamos el precio para que nos ayude en la decisión (como una excusa, en realidad). 

Por ejemplo, ¿cuánta gente no habrá dejado de revelar fotografías por el precio de las mismas? Al fin y al cabo, hay cosas que hacemos por inercia o por seguir la corriente de los demás, sin plantearnos si es coherente con quiénes somos. Esto mismo puede pasar a la hora de tapizar o comprar un sofá. 

Un sofá de 2 o 3 plazas cuesta a partir de 630€. Sin contar con la tela, que puede costar 28€ el metro si es lisa, o un 30% más si es estampada. 

Por otro lado, las butacas suelen ser la mitad. Unos 300€, además de la tela. 

Cuesta menos tapizar que comprar bien

Si tienes un sofá que quieres volver a tapizar, y dudas entre ello o invertir en una pieza completamente nueva, has de saber que retapizar el que ya tienes es más económico. El ahorro suele ser un 40% o 50%. 

Eso sí, siempre y cuando el sofá nuevo sea de calidad. Porque en el mercado puedes encontrar opciones más baratas que el tapizado, pero con una mala o peor calidad que el mueble que ya tienes. 

El espacio

Si tu sofá es común, tiene una forma sencilla, etc., no habría ningún problema en sustituirlo por otro. Pero, ¿y si el sofá es peculiar, está hecho a medida o te ha costado lágrimas y sudor encontrar una forma que encaje perfectamente en tu salón?

Este es un factor más que decisivo a la hora de tomar la decisión. Quizás el aspecto económico no sea tan relevante para ti, pero sí la inversión de tiempo y paz mental. 

El valor sentimental

Imagínate que estás buscando un bolso nuevo. Vas a mil y una tiendas y nada, ninguno es el bolso. Entonces, te das cuenta de que es una pieza heredada. Quizás por eso no exista ninguno a su altura, ¿no?

Seguro que es una situación en la que te has visto envuelto más de una vez. Y puede que te vaya a ocurrir lo mismo con tu sofá, sillón o silla, si estos tienen un valor sentimental: ninguno será el sofá. No tiene que ser un significado rebuscado, basta con que para ti sea suficiente. 

Es decir, no tiene por qué llevar en tu familia tres generaciones para que te dé pena deshacerte del sofá. Puede ser que, por ejemplo, haya sido la butaca que compraste con tu primer sueldo, el sofá que compraste con tu pareja y en el que habéis visto tantas películas, o la silla en la que tu hijo dijo su primera palabra. 

Sea cual sea el valor sentimental que tenga este mueble, si para ti es un factor de gran importancia, lo mejor es que te decantes por retapizarlo.