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Las 4 claves para padres que quieren enseñar a sus hijos a tolerar la frustración

Mantener la calma y ser consistente son solo algunas de ellas.

Monica Moreno Aguilera Psicologa Publicado: 10 de mayo de 2022

Criar niños felices y seguros de sí mismos implica ayudarlos a sobrellevar la decepción y frustración. Cuando los padres sostienen a sus bebés recién nacidos, naturalmente quieren lo mejor para ellos. 

Quieren protegerlos, alimentarlos y darles todas las oportunidades para tener una vida feliz. Sin embargo, al mismo tiempo, los niños deben aprender a sobrellevar las frustraciones y las decepciones.

Por suerte, hay frustraciones desde el principio de la vida, como cuando los bebés quieren un biberón y tienen que esperar aunque sea unos minutos mientras lo preparas. Más tarde, cuando son niños pequeños, tienen que esperar hasta que puedan ir al baño o quizás necesitan adaptarse a compartirlo con otro hermano.

Aprender a manejar y superar las frustraciones desarrolla la resiliencia, pero puede ser difícil para los padres enseñar herramientas que puede ser que ni ellos tengan. 

Por todo esto, si quieres descubrir cuáles son las recomendaciones de los expertos para que los padres ayuden a sus hijos a manejar la frustración, ¡sigue leyendo para no perdértelo! A continuación, te lo contamos.

Mantén la calma ante la frustración

Puedes estar pensando que es más fácil decirlo que hacerlo, y así es. Si bien es posible que te sientas ansioso, enfadado o incluso avergonzado cuando tu hijo llora, es importante que demuestres que estás calmado. 

Es útil recordar que ser un buen padre no significa que tu hijo siempre esté feliz. Hay que tener en mente que la frustración de tu hijo eventualmente pasará, y que ambos lo superaréis.

Para algunos niños, ver a sus padres molestos puede aumentar su ansiedad sobre quién tiene el control en esa situación. Mantener la calma puede evitar que esta dinámica se arraigue y puede ayudaros a concentraros más claramente en lo que se necesita en la situación.

Sé consistente

Todos los niños necesitan saber que pueden contar con sus padres para guiarlos, apoyarlos, cuidar de sus necesidades esenciales y querelos. Incluso en momentos de conflicto, saber cómo actuarás cuando estén molestos puede generar seguridad y comodidad en la relación padre e hijo, incluso si al mismo tiempo genera frustración cuando dices que no con calma.

Cuando los padres tienen estándares altos y realistas para sus hijos, pero brindan calidez y amor, esto puede conducir a muchos resultados positivos, incluido el ajuste social y el bienestar general de los niños. Mantenerse constante realmente puede ayudar cuando las cosas se ponen difíciles.

Si no tienes una buena razón para decir que no, ¿por qué no decir que sí?

La crianza de los hijos puede y debe estar llena de momentos especiales y alegría. Por lo tanto, dar a tus hijos lo que quieren y ver su aprecio y felicidad puede ser gratificante para todos vosotros. Entonces, diviértete y “ríndete”…, en los momentos apropiados. Esto ayudará a construir una relación cercana y saludable.

Pero, ¿cuándo no deberías rendirte? Por supuesto, di que no si tu hijo quiere hacer algo que es peligroso (por ejemplo, si tu hijo pequeño, de forma impulsiva, quiere correr a la carretera para recuperar una pelota).

O si tu hijo quiere que compres un juguete que no puede pagar, si comienza a atacar física o verbalmente a alguien (por ejemplo, si trata de golpear a otro niño en la cabeza con un juguete)…

También puedes “rendirte” si sientes que el momento no es el correcto, por ejemplo si necesitas tiempo para pensar en ello o tu hijo te está exigiendo algo y necesitas más tiempo para pensarlo.

Practica buenas habilidades de comunicación

Los niños a menudo aprenden habilidades siguiendo el modelo de los padres. Entonces, mientras tratas de comunicarte con tu hijo, concéntrate en ser paciente, ser un oyente cuidadoso y respetuoso, y recordar ser un modelo a seguir para la resolución de problemas y conflictos, así como para aprender a tolerar la frustración.

Escucha a tu hijo. Hazle saber que estás interesado en escuchar, en una conversación respetuosa y tranquila, lo que quiere y por qué, siendo muy importante que realmente escuches

Para muchos niños, escuchar y ceder pueden verse como sinónimos. Sin embargo, para reducir las posibilidades de que tu hijo no se sienta escuchado o de que no lo haya entendido, es útil reafirmar lo que dijo sin juzgarlo ni responder todavía.

Explica lógicamente su posición. Los niños pueden sentir que un padre dice que no o que sí al azar, sin ninguna lógica detrás. Según los expertos, hay niños que sienten que son los favoritos o los menos favoritos de la familia cuando un padre les dice que no o que sí al no entender el verdadero motivo de la decisión.

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