¿Cuáles son los tipos de dormitorios?: clasificación según quién los ocupa y las camas
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Todos estamos de acuerdo con que elegir el colchón adecuado no es tarea fácil. Primero, debes deshacerte del anterior y luego pasar por un tedioso proceso de selección de un nuevo colchón que utilizarás en los próximos años.
Y teniendo en cuenta que existen infinitas opciones, fabricantes, materiales, tipos…, la búsqueda del mejor colchón se convierte en un proceso de lo más complejo, ¡aunque no imposible!
Por eso, si quieres descubrir cómo elegir el mejor colchón para ti, ¡sigue leyendo para no perdértelo! A continuación, te lo contamos.
Cuando buscamos un nuevo colchón, ese que nos va a acompañar todas las noches durante tantos años, hay que decantarse por un colchón duro o blando. Pero, ¿cómo tomar esta decisión? Descubre los pros de cada tipo.
Los colchones duros o firmes son aquellos en los que la firmeza se ajusta para evitar que una persona se hunda en el colchón. La siguiente es una lista de algunos de los muchos beneficios de tener un colchón duro:
Los colchones blandos son aquellos que tienen configuraciones más ligeras para permitir que una persona se deje caer suavemente sobre el colchón. Aquí hay una lista de los beneficios de tener un colchón suave:
Al escoger el mejor colchón, otro de los muchos factores a tener en cuenta es el tipo de cuerpo que tienes, sobre todo el peso corporal y la altura.
El peso corporal es muy importante cuando se comparan los tamaños de las camas, especialmente para las personas con mayor peso. Las personas que pesan más deben elegir un colchón que brinde el máximo apoyo, especialmente en los puntos de presión del cuerpo.
Para las personas que más pesan, el mejor colchón es uno más firme y grueso para garantizar que su columna vertebral estará apoyada y las articulaciones estén aliviadas. Un colchón de mayor tamaño también puede ser crucial para lograr un sueño reparador y de calidad.
Al final del día, la búsqueda del mejor colchón puede ser de lo más frustrante para las personas más altas. Muchos colchones están diseñados para personas de estatura media, pero si mides más la elección se vuelve más complicada.
El mejor colchón es aquel que es 15 cm más largo que tú. Si la cama está destinada para dos personas, asegúrate de que ambos podéis caber completamente en el colchón sin tener que acostarse en diagonal.
Cuando se trata del mejor colchón para adolescentes y veinteañeros, es importante considerar exactamente cómo duermen. Dado que los estilos de sueño comienzan a solidificarse en esta época, es importante tener en cuenta las posiciones para dormir.
Las personas que duermen boca abajo, por ejemplo, necesitan un colchón que sea del lado más firme para evitar la incómoda curvatura de la columna. Las personas que duermen de lado, por otro lado, se benefician de un colchón ligeramente más suave que se adaptará a su cuerpo y aliviará la presión sobre los hombros y las caderas.
La espuma viscoelástica o un colchón “híbrido” que combina resortes internos y una capa de espuma suele ser una buena opción, al igual que los colchones de resortes internos con resortes envueltos individualmente.
Los que duermen boca arriba son los más fáciles de complacer: muchos niveles de soporte y materiales diferentes funcionarán, así que elige lo que resulte más cómodo. Un colchón de matrimonio de calidad es el mejor colchón para los adolescentes y es una buena inversión, ya que puede acompañarlos desde la escuela secundaria hasta la universidad y más allá.
Muchos treintañeros y cuarentañeros tienen una pareja para dormir o niños pequeños a los que les gusta meterse en la cama con ellos. Si no quieres que te empujen cada vez que alguien se da la vuelta o se mueve, busca un colchón que minimice la transferencia de movimiento. La espuma viscoelástica es uno de los mejores materiales para esto.
La mediana edad suele traer algunos cambios que pueden interferir con el sueño, como dolores corporales o de espalda. Muchos expertos recomiendan espuma viscoelástica o látex para mayor comodidad, ya que estos materiales se adaptan al cuerpo para reducir la presión sobre las articulaciones y la columna vertebral.
Las mujeres con sudores nocturnos o sofocos relacionados con la menopausia pueden querer un colchón que retenga menos calor. Los colchones de resortes internos o híbridos generalmente duermen “más frescos” que los de espuma, aunque muchos colchones de espuma en estos días incluyen una capa de gel refrescante. El látex, debido a que naturalmente permite una mayor circulación de aire, tiende a ser más frío que la espuma viscoelástica.
Las personas mayores entienden por el mejor colchón uno no demasiado duro ni demasiado blando, con la cantidad justa de contorno para aliviar la presión de las articulaciones potencialmente doloridas.
Las camas demasiado blandas o la espuma que se adapta profundamente pueden ser más difíciles de maniobrar, haciéndoles sentir como si estuvieras “luchando” contra la cama cuando intentan cambiar de posición.
Para alguien con problemas de caderas o rodillas, un marco de cama más alto o un colchón más grueso generalmente será más fácil para levantarse por la mañana. Un buen apoyo en los bordes también es clave, porque cuando más se hunde la persona al sentarse en el borde de la cama, más difícil es ponerse de pie.
Si bien a las personas mayores les puede resultar más difícil dormir (el insomnio es la queja número uno entre las personas mayores de 60 años), no descansar lo suficiente está relacionado con una variedad de consecuencias negativas para la salud, incluido un riesgo elevado de pérdida de memoria.
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