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Seamos sinceros, acudir a terapia no es fácil. Y es que, para beneficiarse del proceso hay que esforzarse. Es una experiencia muy personal que implica revelar cosas sobre uno mismo y los sentimientos que no estarías dispuesto a contarles a tus amigos o familiares, y mucho menos a un extraño.
Al hacerlo, especialmente al principio, sin duda experimentarás sentimientos de vulnerabilidad que pueden causar incomodidad. Actualmente, esos mismos encuentros pueden ser más desafiantes, ya que son por teléfono o por videollamada.
La terapia, sin embargo, no se limita a buscar el consejo de un terapeuta individual. La terapia de grupo proporciona una vía bastante eficaz para el tratamiento de problemas de salud conductual.
Por lo general, las sesiones de terapia grupal están dirigidas por uno o más terapeutas que trabajan con varias personas al mismo tiempo en relación con una condición o experiencia vivida por la cual todos los miembros del grupo buscan tratamiento.
Si bien la terapia grupal se puede usar sola, se usa más comúnmente como complemento a la terapia individual y, a veces, con medicación.
Sin embargo, algunos pueden sentirse reacios a participar en la terapia de grupo debido a una mayor sensación de vulnerabilidad: más personas y, por tanto, más exposición. Pero, si se supera ese sentimiento, los beneficios de la terapia de grupo pueden ser muy gratificantes, especialmente para aquellos que sufren de depresión, trastornos de ansiedad, trastornos alimentarios, trastornos bipolares, trastornos obsesivo-compulsivos, fobias sociales o trastornos por uso de sustancias.
Si quieres descubrir cuáles son los beneficios de la psicoterapia grupal o terapia de grupo, ¡sigue leyendo para no perdértelo! A continuación, te lo contamos.
Estos son solo algunos de los beneficios de la terapia de grupo:
Uno de los beneficios más importantes es saber que hay otros como tú que sufren lo mismo. A menudo, hay fuertes sentimientos de aislamiento cuando se trata de un problema de salud mental que dificulta la búsqueda de tratamiento.
Con la terapia de grupo, estarás con personas que están lidiando con problemas iguales o similares. Esta comprensión común de una experiencia difícil fomenta la confianza y hace que cualquier juicio sea mucho menos probable.
Compartir sentimientos con el grupo también puede ayudar a aliviar el dolor o el estrés que puedas estar sintiendo.
La terapia de grupo, por su propia naturaleza, implica aportes desde una variedad de perspectivas. Con diferentes personalidades y experiencias, las personas tienden a ver los temas y problemas de manera diferente. Al ver cómo otras personas manejan estas cuestiones y problemas, puede incorporar diferentes estrategias para abordar los suyos. Además, por lo general, los miembros del grupo estarán en diferentes etapas para abordar su tratamiento y podrán ofrecer a otros sus experiencias y formas de afrontarlo.
Si bien la presión de los compañeros normalmente no se percibe como algo positivo, con la terapia de grupo pueden ser formas sutiles. Ahora, esto no significa juzgar a alguien o hacerlo sentir culpable, ni intentar intimidar a alguien para que se comporte de cierta manera.
Pero con otros miembros del grupo que brindan comentarios positivos y consejos para abordar los desafíos, se produce un sentimiento de responsabilidad por querer complacer y ser aceptado por el grupo, lo que puede ayudar a avanzar hacia el logro de los objetivos.
El grupo, el compañerismo y el apoyo de los miembros del grupo proporciona un tipo de red de seguridad que genera confianza. Sabrás que, incluso si tropiezas, tienes a otros a quienes recurrir.
Todos tenemos puntos ciegos sobre nosotros mismos, algunos de los cuales pueden impedirnos abordar de manera efectiva aquellas cosas que pueden estar en la raíz de nuestros problemas.
Al interactuar con los miembros del grupo, verás reflejos de ti mismo desde sus perspectivas, lo que permitirá descubrir esos puntos ciegos y mejorar tu capacidad para hacer frente a las situaciones en las que necesitas ayuda.
El tratamiento hospitalario completo o parcial a menudo incluye una cantidad significativa de terapia grupal a la que los pacientes se acostumbran y sienten que es fundamental para continuar con el tratamiento. La terapia grupal asegura que dicho tratamiento sea accesible y continuo.
Al igual que con la terapia individual, la terapia grupal requiere que los participantes mantengan la confidencialidad fuera del grupo. Por supuesto, los miembros del grupo no están sujetos a las mismas restricciones éticas que los terapeutas autorizados, pero por lo general se les exige que firmen un acuerdo de confidencialidad.
Por supuesto, tales acuerdos pueden romperse pero, dadas las experiencias compartidas de los miembros del grupo, existe un sentimiento real de “haz a los demás lo que te gustaría que te hicieran a ti“.
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