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La herencia, como bien sabrás, es el acto jurídico por el que una persona que ha fallecido transmite sus bienes, derechos y obligaciones (deudas) a una o más personas que se llaman herederos.
A menudo hay dudas acerca de quién la recibe o cómo se divide la herencia entre hijos, entre otras cuestiones.
Para empezar, hay que distinguir entre dos tipos, ya que en función del tipo de herencia que se trate, habrá unas condiciones u otras.
La persona que fallece ha realizado previamente un testamento y reparte sus bienes según su voluntad. En ese documento quedan recogidos quiénes son los herederos, qué bienes se reparten y cómo, y las posibles condiciones que quiera establecer.
Sin dicho documento, es la ley la que decide quién debe heredar. Los bienes se reparten entre los familiares más próximos, siguiendo este orden:
Es decir, si existe un testamento, los bienes se dividen entre los herederos que establece el testador y de la manera en que este quiere. Así que, según su voluntad, la herencia se dividirá entre los hijos de una forma u otra.
Por otro lado, si el fallecido no ha dejado testamento, la herencia será para los hijos o descendientes, a no ser que no hubiera. En cuyo caso, sería para ascendientes, cónyuge, hermanos y Estado.
Los herederos recibirán todos los bienes que ha dejado el fallecido, a no ser que se establezca lo contrario en el testamento. En ocasiones, para evitar que haya un desequilibrio entre los bienes recogidos en el documento y los que realmente hay, se suele hacer un inventario de los bienes cuando se va a heredar.
También es importante recordar que la forma en que se reparten los bienes es la decisión del fallecido. De esta forma, quizás los hijos hereden diferentes cantidades o bienes. Como la ley no establece que las porciones de herencia tienen que ser iguales para todos los descendientes, esto es totalmente válido.
Otro aspecto que hay que tener en cuenta es que, al menos en España, el testador no puede disponer de todos los bienes al libre albedrío.
Existe el tercio de mejora. Esto sirve para que el testador deje parte de la herencia para un descendiente concreto al que tiene especial afecto.
Además, la normativa establece que un tercio de la herencia debe dirigirse a los hijos del fallecido, evitando así que los conflictos familiares se interpongan.
Quien tiene derecho a cobrar la legítima son los descendientes (hijos o, en su defecto, nietos), ascendientes (padres) y el cónyuge.
Como ya hemos comentado, por la legítima tiene que ir una parte de la herencia a los hijos. Así que es normal que te preguntes si se puede desheredar a un hijo.
Hay una serie de condiciones que se tienen que dar para que el hijo no perciba herencia, pero son inusuales y complejas de cumplir. Son las siguientes:
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