La figura fundamental dentro de las comunidades de vecinos: ¿qué es un lampista y para qué sirve?
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El amianto en una casa o en un edificio es uno de los principales problemas constructivos que ha habido en España. La mayoría de construcciones realizadas entre los años 40 y mediados de los 80 llevaban amianto dentro de sus materiales de construcción. ¿Quién no ha visto en construcciones como una instalación agrícola, una granja o un pequeño almacen los techos de uralita?
Afortunadamente, el amianto fue prohibido en nuestro país en el año 2002 por resultar dañino para la salud. Pero si se vive o si se trabaja en construcciones anteriores a esta fecha, es posible que aún tengan amianto y sería conveniente certificar su existencia para poder prevenir los problemas graves de salud que conlleva.
Una inspección visual de la casa, chalet o edificio generalmente no es suficiente para determinar si contiene amianto. Si se sospecha la existencia de asbesto en un edificio, lo mejor que puede hacer la comunidad de propietarios es el acudir a una empresa incluida en el Registro de Empresas para Trabajos con Amianto (RERA), para que realicen una inspección y procedan a su retiro en caso de su existencia.
Para saber si una construcción puede contener amianto, lo primero es comprobar si hay existencia de fibrocemento dentro de sus materiales constructivos. Para ello, hay diferentes formas de hacerlo:
– Comprobación de la documentación de la instalación de tejados, cubiertas o tuberías para saber los materiales empleados en su construcción.
– Si se tiene un tejado de uralita, comprobar si hay una inscripción que pone NT (nueva tecnología). De esta manera se sabrá que los materiales no contienen amianto.
– Si los materiales de construcción son anteriores a 2002, puede haber sospechas serias de la existencia de asbesto en ellos.
¿Qué sucede si se encuentra asbesto en una nave, granja o cualquier tipo de construcción?
El método utilizado para tratar el amianto en una construcción depende de dónde se encuentre, la condición del material y si es friable o no. El amianto friable puede desmenuzarse fácilmente o reducirse a polvo y puede transportarse por el aire. El no friable se une más fuertemente con otro material y sus fibras no se pueden transportar fácilmente en el aire a menos que se lijen, corten o sierren.
Si el material que contiene amianto está en buenas condiciones y contenido de tal manera que las fibras no pueden liberarse, entonces puede no ser peligroso en este momento. Sin embargo, la situación debe ser inspeccionada en busca de signos de deterioro y daño.
En algunos casos, los materiales que contienen amianto pueden repararse o aislarse en lugar de eliminarse. Por ejemplo, se pueden reparar pequeñas rasgaduras en el aislamiento de las tuberías. El material que está en buenas condiciones puede aislarse de posibles daños.
La eliminación del amianto es la única solución permanente al problema en un edificio. Sin embargo, la eliminación plantea un alto riesgo de liberación de fibra si no se realiza correctamente. Para que el asbesto sea reparado o removido en una casa, es importante que se elija a empresas profesionales competentes que estén certificadas para realizar trabajos de amianto.
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