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Te contamos los 9 errores más comunes que tienes que evitar en una mudanza

MUDANZAS ÁVILA Actualizado: 2 de febrero de 2022 Publicado: 18 de enero de 2022

Las mudanzas no son algo que hagamos a menudo, por lo que muchas veces no sabemos cómo proceder. Así como hay que tener en cuenta recomendaciones para que se lleve a cabo satisfactoriamente, también hay que tener en cuenta grandes errores que no puedes cometer. 

¿Quieres descubrir qué no puedes hacer en una mudanza? No planificar, no etiquetar, hacerlo sin profesionales de la mudanza o confiar de más en las cajas y su capacidad, entre muchos otros. ¡Sigue leyendo para no perdértelo! A continuación, te lo contamos. 

No elaborar un plan de mudanza

Hay quien cree que una mudanza se puede hacer sin una planificación inicial, pero nada más lejos de la realidad. Lo ideal es contar con tanto tiempo como sea posible, para que haya margen por si surgiera algún imprevisto.

Además, recoger todo y empaquetar puede parecer una tarea sencilla y rápida, pero todo lo contrario. Es un trabajo bastante tedioso, así que mejor dosificarlo para que no te acabes subiendo por las paredes. 

Puedes comenzar por guardar en cajas aquello que menos uses, como la ropa de la estación que no toca o libros que no vas a leer. Pero los elementos que uses con más frecuencia, como platos y sábanas, debes tenerlos a mano. 

No etiquetar

Por mucho que creas que vas a recordar qué hay en cada caja fijándote en su peso y forma, créeme, no lo vas a hacer. Ya puedes tener buena memoria, que no se convierte en rayos X. 

Así que lo mejor es etiquetar las cajas. Hay numerosas formas de hacerlo. Por ejemplo, indica a qué habitación pertenece cada una (“cocina” o “dormitorio”), especifica un poquito más (“camisetas de manga corta”). Otra opción es hacer largas etiquetas donde se indique absolutamente todo lo que incluye la caja. Puede ser algo aburrido, pero resulta muy útil al final. 

No contar con la ayuda de profesionales

Por muchas habilidades que tengas, recomendamos contar con ayuda de los profesionales adecuados para algo tan complicado e importante como lo es una mudanza. 

De acuerdo, es más económico acudir a amigos y primos de conocidos, pero no siempre es lo mejor. ¡Lo barato puede salir muy caro! No solo económicamente, por pérdidas o daños en los muebles. También por el tiempo que vas a invertir si eres tú quien carga con la mayoría del volumen de trabajo. 

Una empresa profesional de mudanzas cumple con los plazos, aporta el material necesario, cuida con mimo todas tus posesiones… Incluso pueden desmontar y montar los muebles en la nueva casa.

No hacer limpieza

Las mudanzas son una buena oportunidad para deshacerse de lo que no queremos o necesitamos. Lo que actualmente se conoce como el famoso decluttering, que consiste en eliminar todo lo que estorba. 

Es un buen momento para tirar, vender, donar y regalar. Las mudanzas te dan la posibilidad de empezar prácticamente de cero, ¡no la desaproveches!

No utilizar embalaje específico para mudanzas

En muchas ocasiones, quizás por desinformación, pereza o por querer ahorrarse unos euros, quienes se mudan no eligen los materiales adecuados. Estos han de ser profesionales para que aguanten todo el peso correctamente

No solo respecto a cajas, también es importantísimo que el relleno de estas sea el adecuado. Por ejemplo, dile adiós al papel de periódico y saluda al papel de burbujas. De todas maneras, es habitual que los servicios de mudanza te proporcionen estos materiales. Es prácticamente la única forma de garantizar que todas tus pertenencias van a llegar sanas y salvas a su destino. 

Llenar las cajas por encima de sus posibilidades

Sobrecargar las cajas en un craso error. No solo porque estas se pueden abrir y afectar a su contenido. También porque, ¿cómo piensas moverlas? Por muy fuertes que seamos, una caja de tropecientos kilos resulta complicada de mover. 

Hay trucos, como poner alfombras debajo de las cajas y arrastrar, pero lo ideal es no llegar a esos extremos. 

Olvidarte de tu mascota

Las mascotas ya son parte de la familia, así que no te olvides que ellos también se mudan. De acuerdo, tienes que empaquetar sus objetos, pero este apartado va más allá. Los animales pueden sentir estrés, al igual que tú, en las mudanzas. Así que no escatimes en el equipamiento adecuado para que se adapten tan rápido como sea posible a los viajes.

Por ejemplo, cuando estés yendo de una casa a otra en el coche, que tu mascota vaya asegurada en el coche, con los protocolos de seguridad necesarios. Tampoco te olvides de dar paseos de vez en cuando, en mitad del viaje. 

Por supuesto, aunque seguro que no hace falta decirlo, no guardes en cajas los juguetes y la comida del animal, llévalos contigo. 

No llevar contigo lo imprescindible

En muchas ocasiones, la inercia de embalar cosas nos hace guardar absolutamente todo en cajas. Pero esto puede ser un problema cuando te des cuenta de que también has metido en cajas el cargador del móvil y el cepillo de dientes. 

Así que lo mejor es que hagas una lista con aquellas cosas que necesitas en tu día a día y que no puedes guardar: medicamentos, dinero, documentos que necesites, llaves…

No hacer un inventario

Aunque hay pocas posibilidades de que ocurra algo, como que se te pierda una caja o un mueble, lo mejor es hacer un inventario de todo lo que transportas desde tu casa antigua a la nueva. 

De esta manera, no tendrás que tirar de memoria para recordar qué has hecho con un objeto en concreto. De primeras, puede parecer que es imposible olvidar todo lo que llevas y traes, pero el desgaste mental que supone una mudanza es tal, que eventualmente te olvidarás de todos esos detalles. 

En definitiva, una mudanza es un proceso tedioso en el que hay que tener en cuenta una serie de recomendaciones. Pero estas son muy sencillas, así que las puedes poner en práctica enseguida para tener una mudanza de lo más satisfactoria. 

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