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Las mechas son una forma de cambiar el color del cabello que no pasa de moda. Consiste en aplicar un color en mechones más o menos grandes, y nacieron en 1940.
Se pueden hacer progresivamente, aclarando el pelo a medida que este se acerca a las puntas, o bien se busca algo más natural, como si fueran reflejos. Hay numerosas maneras de hacer mechas.
Si estás cansada de tu look, buscas un cambio que te recargue las pilas y reviva tu cabello, ¡la solución está en las mechas! Sin duda es una elección de la que no te vas a arrepentir.
A continuación, te contamos qué técnicas de mechas existen, para que elijas la que más se adapte a ti, a tus gustos y necesidades.
Las mechas balayage son las más pedidas en los últimos años. Y es que se trata de una técnica muy versátil que puede conseguir resultados de diferentes estilos.
Se hacen, principalmente, para dar iluminación al cabello. Y lo hacen de una forma muy natural, con un efecto degradado muy sutil, desde la raíz hasta las puntas.
Lo que se hace es crear un efecto multidimensional, buscando crear volumen mientras da luz al pelo.
Es una técnica difícil de llevar a cabo, puesto que las secciones del cabello tienen que estar muy bien separadas para conseguir el efecto deseado. Para ello, se utilizan celofanes, láminas o tiras de malla.
Además, por si fuera poco, las mechas balayage apenas requieren mantenimiento: con una visita a la peluquería cada 6 u 8 meses es más que suficiente.
Aunque se trata de un procedimiento algo caro, por la dificultad de la misma, lo cierto es que es una inversión que vale la pena.
La técnica ombré es similar a las balayage, pero con un cambio más abrupto de color. Aun así, nace en raíces oscuras y se aclara, de forma gradual, hasta las puntas.
Las mechas sombré son como las ombré, pero buscan un resultado más natural que el anterior. Las raíces serán oscuras y se irá aclarando el cabello hasta unas puntas más claras, gradualmente. Pero de forma más suave y sutil.
La técnica babylights es de las más sutiles, si no la que más. Busca simular los reflejos naturales del pelo, que a veces se pierden con la edad, ya que son muy habituales en los niños pequeños.
La manera en que se hacen estas mechas o reflejos es separando mechones de pelo y aclarándolos de una manera muy sutil.
Sin lugar a dudas, esta técnica es ideal para quien no quiere tener un cambio drástico en su aspecto. Aunque también es perfecta si quieres comenzar en el mundo de la coloración, comenzando por unas babylights para atreverte, en un futuro, con unas mechas balayage.
La traducción literal de esta técnica es “color derretido”. Así que, como bien indica su nombre, dos colores se funden suavemente y con gran precisión, formando un degradado perfecto.
Esta técnica se utiliza, sobre todo, para juntar dos colores fantasía: gris y rosa, blanco y morado, negro y azul, rojo y naranja, rosa clarito y rosa más oscuro… ¡Deja volar tu imaginación!
Las mechas tortoiseshell, también llamadas mechas écaille, son de lo más elegantes. Los colores empleados son rubio oro, caramelos, chocolates y castaños.
Aporta mucha luminosidad al pelo, a la vez que genera dimensión y volumen.
Las mechas bronde son una técnica nueva que lleva a un resultado que llevamos viendo desde hace decenas de años. Son las mechas rubias, en todas las tonalidades habidas y por haber.
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