Cortinas vs. estores: ¿cuál es la diferencia?

Cuando decoramos el interior de nuestro hogar, ya sea el salón o el dormitorio, es habitual centrarse en las ventanas. Concretamente, en aquello que las “viste”. Y es que, si no ponemos algo, la luz que entra puede ser descomunal, a veces incluso molesta. 

De acuerdo, existen las persianas. Pero estas son más contundentes y lo que hará será impedir el paso de toda luminosidad. Por eso la solución está clara: elegir cortinas o estores. 

Pero, ¿acaso son diferentes? Lo cierto es que sí, aunque habitualmente son términos que se confunden entre sí o se piensa que son sinónimos. Es por ello que, en este artículo, ponemos el foco en estos elementos decorativos: ¿qué son las cortinas?, ¿y los estores? Además, hablaremos de las diferencias que los hacen únicos. ¡Sigue leyendo para no perdértelo!

Cortinas y estores, ¿qué dice la RAE?

Aunque el arte de buscar palabras en el diccionario para descubrir su significado se ha ido perdiendo con el paso del tiempo, en ocasiones es muy útil. Por ejemplo para ver si aparece alguna distinción acerca de las palabras “cortina” y “estor” en la Real Academia Española. 

Cortina: 1. f. Tela que por lo común cuelga de puertas y ventanas como adorno o para aislar de la luz y de miradas ajenas.

Estor: 1. m. Cortina de una sola pieza, que se recoge verticalmente.

Es decir, según la RAE, el estor es un tipo de cortina. Como una aproximación puede ser interesante. Pero lo cierto es que los interioristas y amantes de la decoración advierten algunas diferencias clave. 

Para ver qué hace único a cada elemento decorativo, vamos a tratar cada uno por separado, incluyendo así qué tipos existen. 

Las cortinas

Las cortinas se caracterizan por ser un accesorio para el hogar muy luminoso. Estas cubren las ventanas, al igual que los estores. Y tienen un objetivo tanto estético como funcional. 

La diferencia reside en su forma: las cortinas son piezas de tela que cuelgan ante la ventana y suelen llegar hasta el suelo. 

Por supuesto, hay tipos, colores, grosores y texturas para todos los gustos y estilos, por lo que no tendrás ningún problema al elegir la que más se adapte a ti. Pero además, no solo proporcionan un atractivo extra a la estancia, sino que tienen numerosas ventajas, como veremos más adelante. Entre ellas, la privacidad que proporcionan. 

¿Qué tipos existen?

Como hemos comentado, hay infinidad de cortinas para todos los gustos y estilos. A continuación, te ponemos unos ejemplos de tipos de cortinas para que elijas cuál se adapta más a ti:

• Paneles japoneses: estas cortinas aportan el toque minimalista tan buscado en las viviendas modernas. Son una opción neutra, elegante y sofisticada. Podrás elegir si las quieres más o menos espesas, en función de si quieres que entre más o menos la luz.  
• Cortinas venecianas: estas cortinas están formadas por lamas y se utilizan, sobre todo, en espacios de estudio y de trabajo, es decir, en zonas funcionales. Si bien es cierto que aportan mucha luz, también la pueden aislar sin ningún problema. 
• Visillos: estas cortinas son muy versátiles y tienen un estilo vintage con la que añadir valor a las estancias. Además, son ideales si lo que quieres es crear contraste entre los colores y tejidos del espacio. 
• Cortinas de tela tupida: estás son, probablemente, las cortinas más famosas. Son sofisticadas y, por su grosor, bloquean la luz de manera muy eficiente y aíslan acústica y térmicamente. Por todos los materiales, colores y diseños de los que dispones, puedes conseguir tanto un estilo retro como uno palaciego, pasando por infinidad de estilos. 
• Cortinas de cadena: estas son menos habituales que las otras, puesto que son muy peculiares. Ajustando una barra al marco de una puerta, caen cadenas de aluminio. Protegen de la luz y las puedes encontrar en otros materiales, como el esparto.

Los estores

Los estores también son elementos textiles y decorativos que visten las ventanas. Pero, en este caso, el tejido se enrolla verticalmente. Además, tienen un estilo de lo más tradicional, puesto que son listones horizontales apilados, unos sobre otros, unidos por cuerdas en un sistema de poleas. Es así como estas suben y bajan. 

También es relevante que los estores, al tener listones horizontales, se pueden inclinar en diferentes ángulos. Aunque la tela está frente a la ventana, no llegan a tocar el suelo como ocurre con las cortinas. 

¿Qué tipos existen?

Estos son algunos de los estores más famosos:

• Estor paqueto: estos estores, también llamados pachetto, están formados por una tela, un tope superior y un sistema de cuerdas en la parte baja. Al no tener varillas, se recoge de forma más natural que otros estores, como simulando ondas. 
• Estores plegables: los estores plegables, junto a los paqueto, son de los más comunes. A diferencia del anterior, no sube y baja tan naturalmente, sino que se va plegando en formas más geométricas. Gracias a todo el tiempo que llevan en el mercado, han evolucionado, hasta el punto de ser los estores con modelos más avanzados. 
• Estor enrollable: estos son, quizás, los más prácticos. La tela se enrolla en un sistema instalado previamente con soportes en la parte superior de la ventana, desde donde cae una cadena que permite la recogida. Da una sensación más limpia, ordenada y minimalista que los anteriores. 

¿Cuáles son los beneficios de instalar un estor o cortina?

Es posible que aún no te decantes por las cortinas o los estores. Y es que son muy similares, distinguiéndose por su forma principalmente. Pero sea cual sea tu decisión final, has de conocer qué te aporta la instalación de uno y otro. En otras palabras, ¿qué razones hay para poner un estor o una cortina en tu hogar?

• Te dan privacidad, evitando que los viandantes o vecinos puedan ver el interior de tu vivienda. 
• Controlan la luminosidad, la cual puedes regular a tu gusto. 
• Regulan la temperatura. Las de mayor calidad, por ejemplo, pueden impedir en un 50% la pérdida de calor, así como mantener el fresco en verano. 
• Mejora el sueño, puesto que algunas cortinas y estores se hacen concretamente para impedir todo resquicio de luz. 
• Impiden la filtración de polvo o sustancias no deseadas del exterior.