Descubre las funciones del coach y por qué contar con uno te cambiará la vida

Seguramente hayas oído las palabras “coach” o “coaching” en los últimos años, porque es algo que se ha puesto muy de moda por todas las ventajas que supone. Pero, ¿qué es exactamente un coach? De forma resumida, es una persona que ayuda a otras por medio del aprendizaje, el descubrimiento y la exploración de diferentes técnicas y creencias. 

Para ello, tienen una serie de funciones, en las cuales ponemos el foco en este artículo. Si quieres descubrir cuáles son las principales funciones de los profesionales del coaching, ¡sigue leyendo para no perdértelo! A continuación, te lo contamos. 

El coaching

El coaching es tendencia desde hace unos años, y sobre todo viene de la mano de famosos, celebridades y políticos. Todos ellos aseguran que parte de su éxito es gracias a la figura del coach, una persona que está presente constantemente y nos asesora en nuestro día a día sobre qué es mejor. 

Si bien es cierto que es en las últimas décadas cuando hemos oído hablar del coaching, es un concepto que se remonta a los años 470, en la Antigua Grecia, junto a Sócrates y Platón. Años más tarde, en la década de los 90, se extendió por Europa, llegando hasta nuestros días.

Cuando hablamos de coaching, hay que saber que no sustituye a la Psicología y, por tanto, el coach no hace lo mismo que un psicólogo. Mientras que el coach busca la motivación en sus clientes y que den lo mejor de sí mismos, tanto individual como profesionalmente, el psicólogo trata las emociones y la salud mental de los pacientes, con un enfoque hasta clínico. 

Las funciones del coach, ¿cuáles son?

Los profesionales de coach tienen diversas funciones que hacen que sus clientes logren sus objetivos marcados. Además, hay que destacar que estos especialistas son observadores activos, por lo que cuestionan, interrogan y buscan en la vida de aquellos con los que trabajan.

De todas maneras, el trabajo es principalmente de los interesados en mejorar. El coach simplemente esclarece el camino a las personas. Pero, ¿cómo?

• Se buscan otras perspectivas en la manera de ver, actuar y conducir la vida o los negocios. 
• Esclarecen los problemas personales que afecten al día a día, tanto en la vida personal como en el trabajo. Se busca mejorar la actitud, las acciones y el comportamiento de las personas. 
• A través del diálogo se buscan soluciones a problemas que la persona, por sí misma, no es capaz de ver. 
• Desarrollar y enseñar estrategias para conseguir los objetivos propuestos. 
• Motivar y apoyar constantemente, comprometido con el cliente y sus acciones. 
• Seguir las acciones que se están llevando a cabo, ver si necesitan ser modificadas. 
• Hacer que las personas crezcan. 
• Fijan metas, que pueden ser individuales o profesionales. El coach no establece qué hacer y que no, sino que son las personas las que llegan a la conclusión final con la guía dada por el coach. 
• Plantean las expectativas adecuadas, para que no haya decepciones si el progreso no es tan sencillo como la persona cree. 
• Convertir a las personas en su mejor versión, que puede llevarse tanto al terreno personal como el empresarial. 
• Fomentar el aprendizaje continuo, puesto que este nunca termina y siempre se puede descubrir algo que ayer era desconocido. 
• Descubre las habilidades de los clientes que, en muchas ocasiones, tienen miedos o pereza que el coach es capaz de vencer. 
• En definitiva, el coaching sirve para llevar a las personas al éxito y la felicidad.
• Aclarar qué busca cada persona concretamente. Y es que, en muchas ocasiones, no estamos satisfechos con nuestra vida, pero resulta difícil entender dónde está el problema. Junto a la figura del coach, podrás descubrir qué falla y ponerle solución. 
• Identifica qué pasos tienes que seguir para conseguir lo que quieres. Al igual que puede resultar difícil averiguar qué queremos cambiar, puede serlo averiguar cómo hacerlo. Gracias al profesional del coaching, explorarás, evaluarás, valorarás y ordenarás las opciones que tienes para elaborar una estrategia y conseguir tus objetivos. 
• Gestionar emociones que, a menudo, parecen incontrolables. 
• Cambiar los hábitos que tan arraigados tenemos.