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Fisioterapia en el embarazo: bienestar para ti y para tu bebé

La fisioterapia obstétrica ayuda a aliviar tensiones, preparar el suelo pélvico y mejorar la calidad de vida durante toda la gestación.

Somos tu Fisio Publicado: 8 de octubre de 2025

Durante el embarazo, el cuerpo de la mujer cambia de forma rápida y profunda. Aumenta el peso, se modifica la postura, cambian los niveles hormonales y muchas veces aparecen molestias que pueden afectar al día a día. Frente a esto, la fisioterapia especializada en embarazo se presenta como una aliada fundamental para mejorar la calidad de vida de la futura madre.

Cada etapa de la gestación presenta sus propios desafíos físicos, y contar con la ayuda de un profesional formado en fisioterapia obstétrica permite prevenir, aliviar y tratar muchas de las molestias comunes, adaptándose siempre al momento y las necesidades de cada mujer.

¿Por qué acudir a un fisioterapeuta durante el embarazo?

No hace falta tener una dolencia grave para beneficiarse de la fisioterapia en el embarazo. Muchas mujeres acuden simplemente para sentirse mejor, descargar tensiones, preparar el cuerpo para el parto o resolver dudas sobre su evolución física.

Algunas de las razones más frecuentes por las que se recomienda acudir a fisioterapia durante el embarazo son:

  • Dolor lumbar o pélvico
  • Ciática o pinchazos en la zona glútea
  • Tensión en hombros y espalda
  • Hinchazón en piernas o pies
  • Molestias en la zona del diafragma o dificultad para respirar
  • Preparación del suelo pélvico para el parto
  • Recomendaciones posturales y ejercicios para casa

La intervención del fisioterapeuta no solo busca aliviar síntomas, sino también prevenir problemas que pueden aparecer si no se realiza una buena higiene postural o si el cuerpo no está bien preparado para los cambios.

Tratamientos y técnicas utilizadas

La fisioterapia obstétrica combina diversas técnicas, siempre adaptadas al estado de la gestante y con un enfoque respetuoso y seguro. Entre las más habituales se encuentran:

Terapia manual

Se utiliza para liberar tensiones musculares, mejorar la movilidad de la pelvis, relajar la zona lumbar y devolver elasticidad a los tejidos. Todo ello con maniobras suaves y controladas.

Masajes descontracturantes y circulatorios

Muy útiles para aliviar la sobrecarga en la espalda o las piernas, reducir la hinchazón y mejorar la sensación general de ligereza.

Ejercicios de fortalecimiento y estiramiento

Se trabajan especialmente los músculos posturales, abdominales profundos, glúteos y suelo pélvico. También se enseñan ejercicios para casa que ayudan a mantener la movilidad y el tono muscular sin riesgo.

Técnicas de respiración y relajación

Importantes tanto para aliviar molestias como para preparar la respiración de cara al parto. Saber respirar bien ayuda a manejar el dolor, controlar la ansiedad y favorecer la oxigenación del bebé.

Trabajo del suelo pélvico

Uno de los grandes pilares de la fisioterapia en el embarazo. Se evalúa y entrena esta zona para que llegue fuerte pero flexible al momento del parto, evitando desgarros, prolapsos o pérdidas de orina tras el nacimiento.

¿En qué momento del embarazo se puede comenzar?

La fisioterapia puede acompañarte desde el primer trimestre, siempre que no haya contraindicaciones médicas. A lo largo de los nueve meses, las sesiones se irán adaptando:

  • Primer trimestre: alivio de náuseas posturales, trabajo preventivo, relajación.
  • Segundo trimestre: mejora de la movilidad, tratamiento de molestias lumbares, activación suave.
  • Tercer trimestre: preparación para el parto, trabajo respiratorio, flexibilización del suelo pélvico.

Lo ideal es que las sesiones se adapten de forma individual a cómo te encuentres, cómo evoluciona tu embarazo y qué necesitas en cada fase.

¿Y después del parto?

La fisioterapia también juega un papel fundamental en el posparto. Tras dar a luz, el cuerpo necesita recuperarse, recolocar estructuras y, sobre todo, cuidar zonas como el abdomen o el suelo pélvico.

Una valoración fisioterapéutica tras el parto permite detectar posibles alteraciones (diástasis abdominal, debilidad del suelo pélvico, cicatrices mal curadas…) y trabajar sobre ellas cuanto antes, evitando problemas futuros.

¿Cuáles son los beneficios reales?

Los resultados de la fisioterapia durante el embarazo no se limitan al alivio de molestias puntuales. Muchas mujeres que acuden de forma regular destacan beneficios como:

  • Mayor conciencia corporal
  • Mejora del sueño y descanso
  • Reducción del dolor lumbar
  • Mejor circulación y menos hinchazón
  • Preparación física más segura para el parto
  • Mayor recuperación en el posparto

Y, sobre todo, una sensación de acompañamiento profesional en una etapa vital tan especial.

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