Reclamación de cantidad laboral: todo lo que necesitas saber

Hablamos de reclamación laboral cuando un trabajador quiere exigir a su empresa la cantidad de dinero que esta le debe. La reclamación se basa en una demanda judicial en la que se acredite la relación del trabajador y la empresa; y la cantidad a pagar.

Si quieres saber qué es exactamente la cantidad laboral, el procedimiento para reclamar, los pasos a seguir. ¡Sigue leyendo! En este artículo te lo contamos.

Reclamación Laboral: qué es

De acuerdo con el artículo 29 del Estatuto de los Trabajadores, se puede incluir en el crédito el 10% de la tasa de interés anual nocional para el empleo, dada su duración en un año.

La ley del trabajador también establece que aunque haya pasado un año desde que el trabajador no ha recibido su salario, no pierde su derecho a presentar una demanda. Sin embargo, en este caso, debe limitar su reclamación a los pagos mensuales adeudados en los últimos 12 meses.

¿Qué plazos tiene la reclamación laboral?

El plazo para poder hacer la reclamación es de un año. Los días se pueden calcular desde que el primer día que se puede reclamar el dinero, es decir, desde que la empresa deja de pagar los salarios.

Dado que los salarios suelen liberarse en los primeros días del mes, el final de uno de estos períodos será el punto de inicio del plazo.

Reclamación laboral: ¿cómo se hace?

La reclamación de cantidad laboral por parte del trabajador a la empresa puede realizarse de varias formas: mediante una papeleta de conciliación, mediante el proceso monitorio o mediante el proceso normal.

En todo caso, el procedimiento debe iniciarse con la presentación de una circular de mediación en memoria del proceso de conciliación social, antes de presentar denuncia ante el Juzgado de lo Social. 

Reclamación mediante una papeleta de conciliación

El primer paso en el proceso es enviar la llamada papeleta de conciliación. Esto debe hacerse con el servicio de conciliación, arbitraje y conciliación entre el empleador y el empleador que haya en la localidad.

Su objetivo no es más que intentar llegar a un acuerdo, evitando así tener que iniciar el proceso legal. Si un acuerdo no se cumple, el trabajador no tendrá más remedio que presentar una demanda en el tribunal respectivo.

Reclamación mediante el proceso monitorio

Este proceso tiene muchas ventajas, incluida la alta velocidad y la no necesidad de un abogado o notario. Por supuesto, solo se puede acceder al proceso de solicitud de pago si no se impugna el registro. 

Condiciones de acceso:

• Que la empresa no caiga en quiebra. 
• Deuda que no supere los 6000 euros.
• Los importes deben ser vencidos, exigibles, de una cantidad determinada y surgir de una relación contractual entre la empresa y el trabajador. 

Si se cumplen los tres puntos, se presentará un formulario de solicitud al Juzgado de lo Social correspondiente.

Este formulario se proporcionará a los empleados y deberán incluir datos como: nombre, DNI, dirección completa y sobre todo, la cantidad y los artículos requeridos explicados de forma muy detallada.

Luego, el trabajador presentará una solicitud ante el tribunal, junto con una copia del contrato, un informe de vida útil actualizado y un recibo de pago. Por su parte, el empresario dispondrá de un plazo máximo de 10 días para abonar la cantidad adeudada.

Pero, ¿y si la empresa se opone? El empleado será notificado para que haga la solicitud general, como lo crea conveniente. Así, el proceso de seguimiento estará completo. 

Reclamación mediante el proceso convencional

En caso de que se haya iniciado el proceso de orden de pago y no se haya recibido el importe correspondiente, se determinará el procedimiento habitual para solicitar el importe. 

En este momento, los empleados están protegidos por la ley, si lo consideran conveniente, pueden terminar su relación con la empresa e incluso si lo hace voluntariamente, no perderá sus derechos (de hecho, sería como si la empresa lo despidiera injustamente). 

Como resultado, el trabajador será compensado y recibirá beneficios de desempleo. Es muy común en este punto que los empleadores finjan que están en problemas económicos o que están en bancarrota.

Sin embargo, el Tribunal Supremo considera la situación irrelevante ya que el trabajador podía rescindir el contrato conservando todos los derechos a la indemnización. 

Durante esta etapa del proceso, nos encontramos con varios pasos a seguir:

• Asignación de abogados y notarios: Estos dos números en este caso son necesarios para ambas partes.
• Llevar el asunto al juez: Tanto el empleador como el trabajador expondrán sus argumentos ante el tribunal.
• Decisión judicial: Refleja con precisión cuánto debe pagar la empresa al empleado.