Desafíos emocionales en niños de alta capacidad: cómo apoyar su bienestar emocional

La sobredotación suele ser valorada como una buena fortuna para los menores, y es así. Específicas áreas, como la lógica o la creatividad, la memoria… Los infantes superdotados tienen la capacidad de sobresalir en varias áreas, sin embargo esta misma cualidad puede poseer dificultades emocionales y sociales particulares las cuales llevan a un deterioro del emocional. Estos niños es posible que sean realmente talentosos, sin embargo tienen dificultades para hacer amigos y además pueden verse oprimidos por la presión propia que se ponen de sobresalir o ser entendidos en su comunidad. En el artículo, analizaremos los más importantes problemas de sanidad psicológica de los menores superdotados y propondremos sugerencias específicas para los papás y los educandos con el fin de asistir a los menores superdotados a conseguir una estabilidad entre el incremento de la inteligencia y la preservación de su bienestar psicológico.

¿Qué significa tener alta capacidad?

Antes de hablar de los desafíos emocionales, debemos entender qué define a un niño “superdotado”. El niño superdotado no sólo tiene una inteligencia superior a la media, sino que también posee capacidades excepcionales para aprender, adquirir y retener información. Estos niños suelen mostrar signos de pensamiento crítico avanzado, creatividad excepcional y curiosidad insaciable. Sin embargo, Lehman y Coleman (2007) demuestran que el desarrollo emocional no siempre coincide con el desarrollo intelectual. Esta disonancia entre la capacidad cognitiva y la preparación emocional a menudo da como resultado lo que pueden manejar intelectualmente y lo que están emocionalmente preparados para manejar.

Desafíos emocionales más comunes en niños de alta capacidad

1. Perfeccionismo extremo
   • Muchos niños con alta capacidad desarrollan un perfeccionismo poco saludable. Al tener un intelecto superior, suelen ponerse metas muy altas y sienten la necesidad de hacerlo todo perfectamente. Este perfeccionismo puede causarles una gran frustración y estrés, especialmente cuando no logran los resultados que desean o cuando cometen errores, lo cual es inevitable en cualquier proceso de aprendizaje.
2. Dificultad para conectar con sus compañeros
   • Los niños de alta capacidad pueden sentir que no encajan con otros de su edad. Sus intereses y habilidades a menudo son distintos a los de sus compañeros, lo que puede llevarlos a experimentar aislamiento social o dificultad para conectar con otros niños. Este aislamiento puede, a su vez, derivar en sentimientos de soledad o incluso baja autoestima.
3. Intensidad emocional y sensibilidad
   • La alta capacidad suele ir de la mano con una gran sensibilidad emocional. Estos niños tienden a experimentar las emociones de forma intensa, lo que significa que pueden preocuparse demasiado por temas que otros niños de su edad no perciben de la misma manera, como la justicia, el medio ambiente o el sufrimiento humano. Esta intensidad emocional, si no se maneja adecuadamente, puede llevar a ansiedad o estrés emocional.
4. Frustración por la falta de desafíos adecuados
   • Cuando no se les ofrece una educación desafiante o estimulante, los niños de alta capacidad pueden sentirse aburridos o insatisfechos. Este aburrimiento a menudo se manifiesta en forma de problemas de conducta o falta de motivación en el entorno escolar, lo cual también afecta su bienestar emocional.

Consejos para apoyar el bienestar emocional de niños con alta capacidad

A continuación, se presentan algunas estrategias que los padres y educadores pueden implementar para ayudar a estos niños a manejar sus desafíos emocionales y fomentar su desarrollo integral.

1. Fomentar la autoaceptación y la flexibilidad

Es importante que los niños con alta capacidad aprendan a aceptar que no siempre tienen que ser perfectos. Los padres pueden fomentar la autoaceptación elogiando el esfuerzo y el proceso en lugar de los resultados. Por ejemplo, en lugar de resaltar que su hijo sacó una buena calificación, es mejor reconocer el esfuerzo que hizo y la dedicación que mostró. Esto les ayudará a desarrollar una mentalidad de crecimiento y a entender que los errores son parte del aprendizaje.

2. Promover un ambiente inclusivo y amistades positivas

Para evitar el aislamiento, los padres pueden buscar actividades o grupos en los que su hijo se sienta cómodo y pueda encontrar a otros niños con intereses similares. Actividades como clubes de ciencia, campamentos de verano para niños con alta capacidad o talleres creativos pueden ser lugares donde estos niños se sientan comprendidos y conecten con personas afines. Estas experiencias también los ayudan a desarrollar habilidades sociales y de trabajo en equipo.

3. Enseñar habilidades para manejar la frustración

La frustración es una emoción común en niños de alta capacidad, ya que muchas veces tienen expectativas muy altas para sí mismos. Enseñar técnicas de manejo de la frustración, como la respiración profunda o el pensamiento positivo, puede ser una herramienta útil para estos momentos. También es recomendable enseñarles a descomponer sus metas en pasos más pequeños y alcanzables, de manera que no se sientan abrumados por la magnitud de sus propias expectativas.

4. Ofrecer desafíos intelectuales adecuados

La incentivación de la mente es importante para estos infantes. Ofrecerles dificultades en la medida de su capacidad les ayudará a no caer en la monotonía y a mantener su motivación. Esto no se limita a proveerles de material de estudio de nivel superior, sino también implica involucrarlos en actividades que promuevan su creatividad, por ejemplo, proyectos de investigación, rompecabezas o juegos de táctica. Los papás además pueden intentar hallar proyectos extraescolar para menores de edad con alto desempeño o mentores que les brinden una adecuada dificultad.

5. Apoyar la gestión de emociones intensas

Brindar asistencia a los menores de alta capacidad para gobernar sus emociones fuertes es fundamental para su comodidad emocional. Los papás tienen la capacidad de incentivarlo a vocalizar sus sentimientos y enseñarles a empatizar con los suyos propios. Las actividades como la pintura, el diario de emociones o la meditación planificada son provechosas para que estos menores transformen su capacidad de sentir de una manera correcta. También es significativo validarlo y escucharlo sin reducir su importancia.

6. Fomentar un equilibrio entre la actividad intelectual y la relajación

Debido a que la gran mayoría de los infantes superdotados se encuentran en una condición de mente activa, es necesario que los niños aprendan a hallar la medida correcta entre la actividad y la diversión. Es muy significativo exponlos a métodos para alejarse como hacer deportes, salir al exterior o sencillamente relajarte, todos estos comportamientos son muy positivos para ellos psicológicamente. Una ideología con equilibrio igualmente no exasperará al menor y, por ende, le asistirá a vivir una buena y diversa infancia.

Los niños superdotados y talentosos contaron con una ventaja, sin embargo igualmente padecen ciertas dificultades emocionales. Si como papás y docentes tenemos la responsabilidad de educarlos, la primera cosa que tenemos que hacer es brindarles el contexto en el que se desarrollan mayormente. Una vez que logremos identificar y atender sus requerimientos emocionales, podemos transformarlo en una persona segura, una persona con características personales interesantes y una buena influencia sobre el planeta. Con el sustento adecuado, estos infantes lograrán desarrollar sus habilidades sin dañar su salud psicológica, aceptando su capacidad completa para transformarse en provechos posteriores para ellos.