Carta a los Reyes Magos, ¿cómo ayudar a tu hijo a escribirla?

Llegan las navidades. Este tiempo en que muchos de nosotros nos transportamos a nuestra infancia y recordamos como una época mágica. 

Decorar el árbol, preparar el Belén y escribir la carta a los Reyes Magos, y en algunas casas, también a Papá Noel.

Para nosotros, como padres, muchas veces nos surgen dudas sobre cómo hacer esa carta: ¿Les dejo poner todo lo que quieran? ¿Les digo lo que tienen que poner?

A veces incluso se “utiliza” la carta y las figuras para “controlar” el comportamiento de los niños con frases del estilo “Si no te portas bien, no te van a traer nada…” “como te vean los Reyes,…” “Si sigues así te traerán carbón”…

Por supuesto que es importante poner límites en la conducta y transmitirles el buen trato y el respeto al otro como esencial, pero no recomendamos utilizarlo como “chantaje” por varias razones:

No solo hay que portarse bien en Navidades, es algo que tenemos que inculcar todo el año, ni es algo que deba estar condicionado a que nos den algo “a cambio”. 

Además, la mayoría de las veces dichas amenazas no se cumplen, por lo que lo único que conseguimos es que, se sientan juzgados y asustados por si se quedan sin regalos, que su conducta dependa de si les observan o no y finalmente procesen que las “amenazas” no llegan a puerto.

Podemos conseguir mantener esa magia y ese espíritu navideño empezando con escribir la ansiada carta: 

• Podemos empezarla contándoles quiénes y cómo somos, construyendo su autoconcepto. 
• Les ayudamos a pensar en qué es lo que van a pedir. Muchas veces piden únicamente por la imagen que han visto en los catálogos o en televisión, sin saber qué es lo que están pidiendo.
• Lo ideal es que pidan pocas cosas, ya que luego jugarán más con ellas y las valorarán más.
• Entre sus peticiones, que den varias opciones, transmitiéndoles que los Reyes no siempre pueden traer todo lo que pidan, son magos pero no multimillonarios. De esta manera, les ayudamos a reflexionar y pensar qué quieren de verdad. Además, trabajamos la frustración de no poder tener todo lo que uno quiere. 
• Podemos incluir en la carta algo que necesiten, como unas zapatillas o un abrigo, así ponen valor y no damos por hecho que las cosas se reponen “solas”. 
• No tienen por qué ser cosas materiales. Podemos ayudarles a elegir planes, experiencias… que muchas veces son mucho más gratificantes que otro juguete que guardar en el cajón. Para nosotras, un cuento o libro siempre es básico en la carta.
• Nos gusta terminar la carta incluyendo un deseo para los demás miembros de la familia. De esta manera, potenciamos la empatía ya que tenemos que ponernos en los zapatos del otro para pensar qué le puede gustar. 

Y lo que no puede faltar en la carta son las ganas de disfrutar estos momentos en familia. Disfrutad al máximo esas caras de felicidad y de ilusión que son el mejor regalo del mundo.

Estefania Beguiristain y Marta de Dios

Centro Psico-logos