Administrar una propiedad: lo que necesitas saber

Administrar una propiedad es uno de los negocios a los que más gente se suma. Y es que, aunque no lo parezca, se convierte en uno de los bienes raíces más fáciles y asequibles. 

El proyecto de administrar una propiedad se traduce en un contrato de arrendamiento, en el alquiler de la propiedad, a través de los documentos necesarios para que la acción sea legal.

También hay que tener en cuenta que, al administrar una propiedad, hay que encargarse de cuidar los inmuebles, adaptándolos a las necesidades de los inquilinos. 

Es un hecho que, actualmente, cada vez más personas quieren ser administradores de propiedades. Pero, ¿qué necesitas para empezar a administrar una propiedad? Si quieres descubrirlo, ¡sigue leyendo para no perdértelo! A continuación, te lo contamos.

Las ventajas de administrar una propiedad

Antes de nada, comenzaremos diciendo cuáles son las ventajas de administrar una propiedad, poniendo en alquiler tu vivienda. Es una forma de rentabilizar la propiedad, ya que el alquiler supone un ingreso mensual que apenas supone un esfuerzo. 

Además, si decides hacerlo por tu cuenta, sin agencias que hagan de intermediarias entre arrendador y arrendatario, los costes serán muy reducidos y tendrás la potestad para decidir todo. 

Por ejemplo, podrás elegir los inquilinos que vayan a estar en tu vivienda. Está claro que nadie va a cuidar tu casa tanto como tú, así que para empezar a administrar una propiedad puedes empezar por encargarte tú.

Haz una planificación

Al empezar a administrar una propiedad, hay que llevar a cabo una minuciosa planificación. Pero, ¿cómo lo gestionamos? Presta atención a estos factores:

• Haz un buen anuncio del inmueble y optimiza su visibilidad
• Organiza las visitas, así como la llegada del inquilino, en la propiedad
• Elige con atención al inquilino final
• Planifica las reparaciones que son necesarias, y ten en cuenta que pueden surgir otras reparaciones imprevistas

El anuncio del inmueble

A la hora de empezar a administrar una propiedad, es fundamental crear un buen anuncio inmobiliario. Haz que sea natural, que aparezca el número de habitaciones, el tipo de transacción, la superficie en metros cuadrados, la localización del inmueble, el precio y si este es negociable, el diagnóstico de eficiencia energética…

Además, incluye todo lo que diferencia tu vivienda de las demás, para llamar la atención del futuro inquilino. También es útil si aparece la distancia a las tiendas, parques, colegios, transportes, centro, etc. Y, por supuesto, no pueden faltar tus datos de contacto.

Las visitas

Las visitas inmobiliarias son una gran opción para convencer a los interesados de que se conviertan en tus inquilinos. Puedes estar preparado con un metro, para ir tomando las medidas y que los invitados tengan una perspectiva más real del espacio. 

También debes tener una hoja o ficha, donde apuntar rápidamente y de forma organizada todos los datos relevantes para, eventualmente, finalizar la transacción de venta.

Si te preparas un guion la visita saldrá mucho mejor, así que apunta qué aspectos quieres tratar en cada una. Puedes hacer un guion para todas las visitas, o bien modificarlo en función de las necesidades y gustos de cada potencial inquilino.

El inquilino final

Hay una serie de preguntas que recomendamos hacer a los inquilinos, para no llevarnos sorpresas y que todo el proceso salga lo mejor posible:

• Si trabaja actualmente
• Si su trabajo y salario son estables
• Si tiene referencias de antiguos propietarios
• Si alguien puede avalar tu capacidad de pago
• Si ha vivido anteriormente de alquiler
• Qué día del mes prefiere pagar
• Si va a vivir solo o con quién
• Cuánto tiempo tiene pensado vivir ahí
• Si tiene animales de compañía