Adolescentes con TDAH, ¿qué tienen que saber los padres?

No hay un adolescente “típico” con TDAH. Los síntomas y las dificultades varían según el sexo, el tipo de TDAH que tengan, el entorno en el que se encuentren y sus fortalezas individuales, además de cualquier otro trastorno que puedan tener.

En general, los adolescentes con TDAH tienden a mostrar menos síntomas de hiperactividad que los que asociamos con el TDAH en los niños. Pero una vez que los niños llegan a la escuela secundaria, las expectativas para ellos, tanto académicas como sociales, aumentan considerablemente, y eso puede ser difícil para los adolescentes con TDAH.

Desde el punto de vista del desarrollo, se espera que los adolescentes sean capaces de manejar una mayor autonomía: menos estructura en su vida escolar y en el hogar, y menos supervisión por parte de los maestros y los padres.

A medida que las demandas y expectativas aumentan, los desafíos se incrementan para los adolescentes con TDAH. Además, los adolescentes son más susceptibles a la influencia de sus grupos y el entorno, a medida que los niños se separan gradualmente de sus padres y de otras figuras de autoridad.

Si tu hijo tiene TDAH, es importante estar alerta a las dificultades que pueden surgir en muchas áreas, no solo a su funcionamiento en los estudios. También debes estar atento a las dificultades en las relaciones con los amigos, el funcionamiento emocional y los comportamientos de riesgo. 

Si quieres descubrir más en profundidad a qué aspectos de la vida de los adolescentes con TDAH hay que prestar atención, ¡sigue leyendo para no perdértelo! A continuación, te lo contamos. 

Los estudios en adolescentes con TDAH

Los adolescentes con TDAH tienden a tener promedios de calificaciones más bajos en las pruebas de rendimiento estandarizadas, y tasas más altas de fracaso escolar y suspensión por problemas de conducta. 

Incluso si la hiperactividad y la impulsividad no son problemas importantes para tu hijo adolescente, los síntomas asociados con la falta de atención y la dificultad con la organización pueden tener consecuencias una vez que aumentan las expectativas académicas.

Como padre, ¿cómo puedes ayudar? Asegúrate de que tu hijo adolescente tenga acceso a adaptaciones en el centro de estudios y en las pruebas, si lo necesita. Los tutores y profesores con la tarea pueden ayudarlos si tienen dificultades con una materia en particular, o simplemente con la autodisciplina. Ayudarlos a organizarse (y mantener esta organización) es fundamental.

Sobre todo, los adolescentes con TDAH necesitan que los padres se mantengan informados y sepan lo que deben hacer y cuándo lo están haciendo, en lugar de asumir que están haciendo el trabajo de forma independiente.

Las relaciones y amistades

Aproximadamente la mitad de los adolescentes con TDAH tienen serios problemas en las relaciones con sus compañeros. Las investigaciones muestran que tienden a tener menos amistades recíprocas y es más probable que sus compañeros los ignoren o los rechacen. 

También es más probable que sean víctimas de intimidación o, por el contrario, que intimiden a otros. Puede deberse a habilidades sociales y de comunicación deterioradas: es posible que no escuchen a los amigos, no detecten señales sociales importantes o actúen de manera impulsiva y a veces intrusiva.

Lo más importante que puedes hacer, como padre, es saber con quién pasa el tiempo tu hijo y tratar de alentarlo a hablar sobre las dificultades de la amistad y las relaciones, contigo u otro adulto de confianza. 

También es importante fomentar la participación en actividades extraescolares, que ofrecen oportunidades sociales en un entorno estructurado. Si lo ves luchando seriamente para hacer y mantener amigos, es posible que queráis encontrar un terapeuta que enseñe habilidades sociales.

Adolescentes con TDAH y el funcionamiento emocional

Los años de la adolescencia tienden a ser una montaña rusa emocional para todos los niños, pero los adolescentes con TDAH son propensos a una mala regulación de las emociones, lo que puede resultar en mayores altibajos. Su impulsividad emocional puede hacer que les resulte especialmente difícil hacer frente a la frustración. Y no solo esto, sino que además puede ser difícil para ellos y para quienes los rodean.

Una cosa que puedes hacer es ayudar a tu hijo adolescente a practicar estrategias para calmarse y desarrollar herramientas de superación. También puedes hablar con ellos sobre el valor de disculparse después de que hayan perdido los papeles. Para los adolescentes con TDAH que tienen serios problemas de impulsividad, la terapia cognitiva conductual puede ser eficaz.

Comportamiento arriesgado

Las investigaciones muestran que los adolescentes con TDAH tienden a comenzar a consumir tabaco, alcohol y otras drogas antes que el resto de adolescentes. Más tarde, tienden a tener tasas más altas de tabaquismo y consumo de sustancias, y tasas más altas de problemas relacionados con el alcohol. 

También tienden a volverse sexualmente activos antes, tienen más probabilidades de tener relaciones sexuales sin protección y tienen tasas más altas de enfermedades de transmisión sexual.

Es especialmente importante que los padres sepan dónde está su hijo adolescente y con quién está en todo momento. Otra recomendación es fomentar la participación en actividades extraescolares para minimizar el tiempo libre no estructurado y sin supervisión. 

Enséñale a tu hijo adolescente cuáles son los riesgos asociados con el uso de sustancias y la actividad sexual sin protección, y anímalo a tener un diálogo abierto contigo sobre estos temas. 

Tienen que saber cuáles son tus reglas y expectativas, pero también se tienen que sentir cómodos para acudir a ti con preguntas o para pedir ayuda si se encontrase en una situación problemática.