Ernesto Cabello de Casaro Abogados: “Actualmente se intenta adecuar la Pareja de Hecho a las obligaciones y derechos que existirían en un matrimonio”

El Derecho de Familia es extremadamente amplio y, por ello, muy complejo. Como bien indica su nombre, esta rama del Derecho recoge las normas que regulan la institución que es la familia, desde una perspectiva natural y social. 

En esta entrevista a Ernesto Cabello, abogado con amplia experiencia, nos habla de una parte muy concreta e importante del Derecho de Familia: el matrimonio. ¿Merece la pena? ¿Es mejor que la separación o todo lo contrario? Descubre la respuesta a esta y muchas otras preguntas interesantes.

¿Cuáles son los valores que promueves en tu despacho?

Nuestra actividad se basa en ofrecer un asesoramiento jurídico de calidad sin necesidad de desembolsar cantidades importantes en honorarios. Actuamos tanto judicial como extrajudicialmente, atendiendo siempre a las necesidades individuales de cada cliente. 

Ningún caso es igual, cada cliente tiene sus propias circunstancias personales y estudiamos cada caso concreto para poder dar un servicio eficaz e individualizado.

¿Qué procedimiento sigues para trabajar en Casaro Abogados?

Nuestro despacho sostiene su base en conseguir los objetivos de cada cliente. Somos un despacho que estudia previamente la viabilidad del caso encomendado a fin de comprobar que el objetivo buscado por el cliente pueda ser satisfecho, para indicarle las posibilidades reales.

¿Cómo ha sido tu trayectoria? 

Mientras estudiaba la carrera de Derecho en la Universidad Complutense de Madrid, fui trabajando como becario en diferentes despachos de abogados, en los que fui adquiriendo la experiencia necesaria. Hasta que finalmente decidimos abrir nuestro propio despacho en el año 2014.

¿Qué es lo que mejor se te da en tu trabajo?

Nos gusta y disfrutamos ofreciendo soluciones a problemas que nos informan nuestros clientes. Es importante ser cercanos a nuestros clientes, para que cuenten con absoluta confianza con su letrado, que entendemos es imprescindible para que la relación profesional conlleve al éxito.

¿Alguien, real o ficticio, con quien te tomarías un café?

Hay mucha gente muy interesante con la que poder charlar tomando un café, ya no solo en el ámbito político, judicial, etc., sino igualmente el ciudadano de a pie, con quien la conversación puede ser muy productiva. Sería difícil escoger a alguien en concreto.

¿Merece la pena el matrimonio? ¿O es mejor quedarse como pareja de hecho?

Siempre solemos escuchar la típica frase “el matrimonio es solo un papel”, en la que no falta razón. Nos encontramos con un documento que indica que somos matrimonio, pero no cabe duda que va mucho más allá.

Actualmente se intenta adecuar la Pareja de Hecho a las obligaciones y derechos que existirían en un matrimonio, pero queda camino por recorrer. 

Simplemente a efectos hereditarios, con acreditar la existencia de matrimonio, el cónyuge sobreviviente adquiere por el fallecimiento de su cónyuge sus propios derechos hereditarios que con únicamente la formalización de pareja de hecho, en el que para tener acceso a los derechos que tendría el cónyuge, se deben probar aspectos como la convivencia. Aunque a pesar de ello, entendemos que poco a poco se irán igualando los derechos de ambas figuras jurídicas.

¿Es el diálogo la mejor forma de llegar a acuerdos?

Desde luego. En los procedimientos de familia, siempre lo intentamos previo a interponer una demanda contenciosa, resolver el asunto por vía amistosa de mutuo acuerdo. Por un lado, porque de mutuo acuerdo cualquier gestión judicial es mucho más rápida, y por otro, porque los costes para el cliente son muy diferentes.

Igualmente, se quiere aprobar una nueva Ley en relación a los procedimientos de familia, en los que será obligatoria la previa mediación a la interposición de demanda de divorcio, separación, medidas de menores, etc.

¿Por qué hay casos en que ni con la mediación se llega a algún lado?

Nos encontramos en ocasiones ante situaciones que, pese al intento de negociación extrajudicial, la misma es inviable porque una u otra parte no muestra conformidad.

No cabe duda, como indicábamos, que cada caso es un mundo, y cada cónyuge intenta hacer valer sus derechos, sin que pueda finalmente llevarse a cabo de mutuo acuerdo el procedimiento.

¿Es posible que la relación de los cónyuges mejore después de un divorcio o separación?

Tenemos cantidad de clientes que tras la separación o el divorcio han mejorado notablemente su relación. Existen matrimonios que por sus circunstancias, la convivencia es inasumible, y una vez rompen con la misma, la relación personal entre ambos excónyuges es envidiable, aunque también es cierto que no es en la mayoría de los casos. 

¿La separación tiene algún propósito? ¿O lo mejor es divorciarse directamente?

Realmente el único propósito de la separación es la posible reanudación en un futuro del vínculo matrimonial, puesto que el mismo no se rompe con la simple separación, sino que lo que rompemos es la convivencia. 

En caso de que la relación matrimonial no tenga posibilidades de reanudación, es recomendable el divorcio, puesto que incluso el régimen económico matrimonial (por lo general gananciales) continuaría vigente.