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Seguro que alguna vez has querido cambiar tu imagen para reflejar un cambio más grande en ti. Ese impulso te grita que cambies tu corte de pelo, incluso su color. Se trata de algo 100% emocional.
Pero a la hora de tomar la decisión, al menos la técnica en la que quieres teñir tu cabello, hay que ser algo más racionales. Y es que hay numerosos métodos de coloración, cada vez más, ya que el mercado avanza y hay que encontrar nuevas y mejores alternativas.
A continuación, te vamos a hablar de la diferencia entre dos tipos de coloración: la orgánica y la química.
Este tipo de coloración está elaborada a partir de amoníaco, níquel, petroquímicos, resorcinol y otros agentes químicos.
Es más perjudicial para nuestro cuero cabelludo que otras coloraciones, y es que se trata de productos que resecan, dan porosidad, generan irritaciones y son hasta tóxicos.
No solo esto, sino que también producen picores y contaminan el medio ambiente.
La coloración orgánica, también llamada coloración vegetal, está formada única y exclusivamente por pigmentos naturales que garantizan una coloración con numerosos matices.
Así que, reduciendo los agentes químicos, no reseca la piel o el cabello. También hay que destacar que es resistente al tiempo, aunque podría parecer lo contrario.
A diferencia de la coloración química, esta técnica no utiliza petroquímicos, no contiene amoniaco, níquel o formaldehído.
La ventaja principal de usar coloración orgánica es que esta no daña. Pero hay otras, entre las que destacan:
Pero no todo son ventajas. Hay algún que otro inconveniente. Por ejemplo:
Si estás acostumbrada al tinte tradicional, la coloración química, es importante que conozcas algunos aspectos de la coloración orgánica para estar preparada.
La textura de la coloración natural es similar a la del barro, a diferencia de la coloración química que es más cremosa. También notarás un peso inusual cuando se aplique sobre tu cabello.
Por otro lado, el olor es más agradable que el del tinte tradicional. Serán olores naturales, así como hierba o, incluso, campo.
Sobre todo cuando se trata de colores oscuros y fríos, como castaños y negros, hay que hacer una doble aplicación. De esta forma, pigmentará y se matizará de forma adecuada.
El proceso es más largo que en la coloración tradicional, aunque varía en función de la cualidad del cabello (si es más fino o más grueso, si tiene canas, etc.).
Gracias al film se mantiene nuestra propia temperatura y se aumenta la eficacia de la coloración.
No cubrirá las canas tan potentemente como los tintes tradicionales, sino que dará un aspecto natural y cálido. Más realista, al fin y al cabo.
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