Tratamientos reductores de grasa: cavitación y radiofrecuencia

La reducción de grasa es una de las principales preocupaciones estéticas más habituales para muchas personas.

Pese a que llevar una dieta saludable y practicar ejercicio con regularidad son cruciales para mantener un peso saludable, a veces, la grasa localizada en áreas específicas del cuerpo puede ser difícil de eliminar.

Afortunadamente, los avances en la tecnología han dado lugar a una amplia gama de tratamientos reductores de grasa, entre los que destacan la cavitación y la radiofrecuencia. 

Dichas técnicas están adquiriendo una gran popularidad debido a su efectividad, seguridad y resultados rápidos. 

En este artículo, descubrirás por qué la cavitación y la radiofrecuencia son tan eficaces como tratamientos reductores de grasa.

Cavitación, ¿en qué consiste?

La cavitación es un tratamiento no invasivo que emplea ondas de ultrasonido para romper las células de grasa en el cuerpo.

Las ondas de ultrasonido crean burbujas de aire en las células grasas, lo que hace que se rompan y se libere la grasa en el cuerpo.

Por tanto, la cavitación es una técnica muy efectiva a la hora de reducir la grasa localizada en áreas específicas como el abdomen, los muslos, los brazos y las caderas.

Este tratamiento suele durar entre 30 y 60 minutos por sesión, y se recomienda realizar de 6 a 12 sesiones para potenciar los resultados.

Durante la sesión, se aplica un gel especial en el área a tratar y se coloca el dispositivo de cavitación en la piel. 

Dicho dispositivo emite ondas de ultrasonido que penetran en las capas de grasa y las rompen en pequeñas partículas que luego son eliminadas naturalmente por el cuerpo.

Asimismo, este es un tratamiento seguro que no requiere tiempo de recuperación, de modo que, los pacientes pueden volver a sus actividades normales después de la sesión. 

Cavitación: 6 beneficios

• Reduce la grasa localizada: la cavitación es muy efectiva en la eliminación de la grasa localizada en áreas específicas del cuerpo.
• Tratamiento no invasivo: no requiere cirugía ni tiempo de recuperación.
• Efectos rápidos: los resultados de la cavitación se pueden observar después de unas pocas sesiones.
• Es una técnica segura y sin efectos secundarios.
• Mejora la textura de la piel en las áreas tratadas, lo que resulta en una piel más suave y uniforme.
• Ayudar a reducir la apariencia de las estrías.

Radiofrecuencia, ¿en qué consiste?

La radiofrecuencia también utiliza ondas electromagnéticas. De este modo, penetra las capas más profundas de la piel y estimula la producción de colágeno. 

Esta técnica ayuda a tensar la piel, reducir la flacidez y por tanto, mejorar su apariencia. 

Así pues, permite reducir la celulitis y mejorar la circulación sanguínea en el área tratada. 

Lo cierto es que, este tratamiento es especialmente efectivo en el abdomen, los muslos y las nalgas.

Su duración comprende entre 20 y 30 minutos por sesión, y es recomendable recibir de 6 a 8 sesiones para obtener los mejores resultados.

La radiofrecuencia es un tratamiento no invasivo y seguro. Pues, no implica tiempo de recuperación. 

Sin embargo, al igual que la cavitación, la radiofrecuencia no es una solución mágica para la pérdida de peso y la eliminación de la grasa.

Es fundamental que los pacientes lleven una dieta saludable y realicen ejercicio con frecuencia para mantener los resultados del tratamiento.

Radiofrecuencia: 6 beneficios

• Piel más tensa y suave: la radiofrecuencia ayuda a tensar la piel y a estimular la producción de colágeno, lo que resulta en una piel más suave y tensa.
• Permite la reducción de la celulitis y mejorar notablemente la apariencia de la piel.
• Es un tratamiento no invasivo y seguro.
• Acelera el metabolismo: la radiofrecuencia ayuda a aumentar el metabolismo en las áreas tratadas, lo que puede resultar en una mayor quema de grasa y una reducción de la grasa localizada.
• Mejora la circulación sanguínea en las áreas tratadas, lo que puede ayudar a reducir la retención de líquidos.