¿Cómo prevenir arrugas? Los 9 pasos que debes seguir

Está claro que tenemos presentes las arrugas a diario: cómo frenar su aparición, cómo eliminarlas, qué hacer con ellas y un largo etcétera. Pese a estar bombardeados con información sobre arrugas día sí y día también, ¿sabemos lo que son?

Las arrugas son una forma natural del envejecimiento que crean pliegues y líneas en la piel. Algunas pueden convertirse en grietas o surcos profundos, y las encontramos sobre todo en los ojos, la frente, el cuello y la boca. Esto se debe a que son zonas expuestas constantemente a la luz del sol. 

Ya hemos dicho que la exposición solar es una de las causas de la aparición de arrugas, por lo que hay que protegerse de la luz del sol, que afecta sobre todo a personas con la piel clara. Aun así, la genética también juega un papel importante, puesto que determina la textura y la estructura de la piel. 

Otros factores que incrementan la posibilidad de arrugas en el rostro, o que aceleran su aparición, son la contaminación y el tabaco. En caso de que tener arrugas se vuelva un inconveniente en tu día a día, puedes consultar a un profesional. Actualmente hay más tratamientos que nunca, por lo que deshacerte de arrugas o prevenir su aparición no supondrá ningún esfuerzo descomunal. 

Entonces, ¿cómo prevenir arrugas? Si quieres descubrirlo, ¡sigue leyendo para no perdértelo! A continuación, te lo contamos. 

Cuida tu piel

Si quieres prevenir las arrugas, para tener un rostro sano y joven tanto tiempo como sea posible, debes cuidar tu piel. Aunque parezca evidente, no siempre lo es. Y es que suena tan simple que, muchas veces, nos perdemos entre toda la información que encontramos sobre un buen cuidado del rostro. 

Pero no te despistes, ya que lo único que debes hacer es limpiar tu piel por la mañana y por la noche, aplicando crema hidratante. Y, de vez en cuando (una o dos veces a la semana, lo que dependerá del tipo de piel), exfoliantes. 

De esta manera, no solo tendrás un rostro hidratado y limpio, sino que ganarás luminosidad, belleza y juventud. La correcta hidratación ayuda a retrasar el envejecimiento de la piel.

La hidratación es fundamental 

No solo hay que hidratar la piel a través de cremas en el rostro, sino que debemos mantener una hidratación completa. Debemos beber tanto agua al día como sea necesario. 

Se recomienda beber un mínimo de 2 litros de agua al día, pero en realidad esto depende de la persona, sus características y necesidades, el clima del área donde vive… Sea como sea, ¡no te olvides de hidratarte a lo largo del día!

Evita el exceso de luz solar

Como ya adelantamos, la exposición a la luz del sol es uno de los factores clave por lo que aparecen arrugas tempranas o, simplemente, arrugas. Los rayos solares son perjudiciales para la piel, no solo físicamente, ya que también afecta a la salud de la misma. 

Los expertos recomiendan exponerse al sol, en caso de ser necesario, antes de las once de la mañana y hacerlo después de las cinco de la tarde. 

Sigue una dieta equilibrada

Por mucho que sigas todos los pasos mencionados, limpies tu rostro, lo hidrates, te protejas del sol…, de poco servirá si tu dieta es caótica. Lo mejor que puedes hacer es comer sano y de forma equilibrada. De esta manera, te sentirás mejor por dentro y por fuera, y tu piel lucirá más joven. 

Incluye en tu día a día frutas, verduras y cereales, que son antioxidantes, lo que hace que las células se revitalicen. También puedes incorporar alimentos con vitaminas C, E u Omega 3. 

Haz ejercicio

Para estar sano por dentro y por fuera, no solo hay que seguir una dieta equilibrada. También hay que practicar ejercicio regularmente. Además, esto beneficia considerablemente a la piel, ya que estará más elástica y joven. 

Huye de los malos hábitos para prevenir arrugas

Hay algunos malos hábitos que, aunque no lo parezca, hacen que la piel no esté tan joven como podría estarlo. Pero, ¿de qué malos hábitos hablamos? Nos referimos a fumar y a tomar bebidas alcohólicas, sobre todo. 

Estos malos hábitos hacen que las células envejezcan más rápido, puesto que disminuye la cantidad de oxígeno y la circulación de sangre en nuestra piel. 

¡Descansa!

Para estar sano no se nos puede olvidar descansar. Hay que dormir bien, relajarse, disminuir el estrés… Esto es imprescindible para tener un mejor rostro. Aunque lo ideal sería dormir un mínimo de 8 horas al día, sabemos que no siempre es posible. De todas formas, descansa tanto como puedas. 

Masajea el rostro

No nos damos cuenta, pero nuestra cara recoge las tensiones del día a día. El estrés, las preocupaciones, los disgustos…, se van sumando a la tensión de la cara, igual que ocurre con las contracturas en la espalda.

Los músculos del rostro se ponen rígidos y, eventualmente, se convertirán en arrugas. Para prevenirlas, lo que puedes hacer es masajear la cara y el cuello cada noche. Con firmeza y suavidad alisa la frente, masajea alrededor de los ojos, la punta de la nariz y los labios, y haz círculos en las mejillas. 

Protégete del sol

Ya hemos comentado que la luz del sol es muy poderosa y puede tener consecuencias sobre nuestra piel. Como no siempre podemos evitar las horas de luz (y tampoco queremos hacerlo), la única solución es protegerse del sol. 

Utiliza gorros, sombreros, protección solar adecuada… Y no te pierdas de los beneficios del sol, que favorece la piel y la salud en general, y promueve la vitamina D.