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Inspecciones periódicas de sistemas contra incendios: ¿Cada cuánto deben realizarse y qué aspectos revisar?

Las inspecciones periódicas de sistemas contra incendios garantizan su eficacia y previenen fallos

AGEFI Actualizado: 10 de marzo de 2025 Publicado: 27 de marzo de 2025

Los sistemas contra incendios son esenciales para la seguridad de cualquier edificación, ya sea residencial, comercial o industrial. Sin embargo, para garantizar su correcto funcionamiento en caso de emergencia, es fundamental realizar inspecciones periódicas.

En este artículo, exploraremos la frecuencia recomendada para las inspecciones según el tipo de instalación, los elementos clave que deben revisarse en cada inspección y las diferencias entre mantenimiento preventivo y correctivo.

Frecuencia recomendada de inspecciones según el tipo de instalación

La normativa vigente establece distintos plazos para la inspección de los sistemas contra incendios en función del tipo de edificación y del equipo instalado. A continuación, detallamos las revisiones recomendadas según el tipo de instalación:

1. Edificios residenciales

En comunidades de propietarios y viviendas unifamiliares, los sistemas contra incendios no suelen estar sujetos a revisiones tan estrictas como en espacios industriales o comerciales. Sin embargo, se recomienda:

  • Extintores portátiles: Revisión cada 3 meses y mantenimiento anual.
  • Detectores de humo y alarmas: Prueba funcional cada 6 meses.
  • Sistemas de rociadores automáticos: Inspección anual.

2. Empresas y locales comerciales

Los negocios deben cumplir con revisiones más estrictas para evitar riesgos y cumplir con la normativa:

  • Extintores: Inspección trimestral y mantenimiento anual.
  • Sistemas de detección y alarma: Revisión cada 6 meses.
  • Rociadores automáticos y bocas de incendio equipadas (BIEs): Revisión semestral.
  • Sistemas de extracción de humos: Inspección anual.

3. Industrias y fábricas

Dado que estos entornos presentan un mayor riesgo de incendio, las inspecciones son más frecuentes:

  • Extintores y BIEs: Revisión mensual y mantenimiento semestral.
  • Detectores de gas y fuego: Inspección cada 3 meses.
  • Sistemas de rociadores y espumas: Revisión trimestral y mantenimiento anual.
  • Depósitos de agua y bombas de presión: Inspección mensual.

Cumplir con estas inspecciones no solo es una obligación legal, sino que también es crucial para evitar fallos en situaciones de emergencia.

Elementos clave que deben revisarse en cada inspección

Cada revisión debe abarcar distintos componentes del sistema contra incendios para asegurar que todos los elementos funcionen correctamente. A continuación, destacamos los aspectos más importantes que deben revisarse en cada inspección:

1. Extintores portátiles

  • Comprobación del precinto de seguridad.
  • Verificación de la presión y nivel de carga.
  • Revisión de la etiqueta con la fecha de la última inspección.
  • Evaluación de posibles daños físicos (golpes, corrosión o fugas).

2. Detectores de humo y sistemas de alarma

  • Prueba de funcionamiento con humo o gases de prueba.
  • Inspección de la batería y conexión eléctrica.
  • Verificación del estado de los sensores.
  • Limpieza de polvo y residuos que puedan afectar su sensibilidad.

3. Sistemas de rociadores automáticos

  • Revisión de la presión del agua en la red de tuberías.
  • Comprobación del estado de las boquillas y válvulas de control.
  • Inspección de posibles fugas o bloqueos en la red de distribución.
  • Pruebas de activación en una zona de prueba.

4. Bocas de incendio equipadas (BIEs)

  • Inspección de la manguera para evitar obstrucciones.
  • Verificación de la presión del agua y la facilidad de apertura de la válvula.
  • Comprobación de la accesibilidad y señalización adecuada.

5. Sistemas de evacuación y señalización

  • Verificación de la iluminación de emergencia.
  • Revisión de la visibilidad y estado de las señales de salida.
  • Prueba de apertura de puertas cortafuegos y rutas de evacuación.

Cada uno de estos elementos juega un papel fundamental en la seguridad contra incendios, por lo que su revisión periódica es imprescindible.

Inspecciones periódicas de sistemas contra incendios: ¿Cada cuánto deben realizarse y qué aspectos revisar?

Diferencias entre mantenimiento preventivo y correctivo

Para garantizar que los sistemas contra incendios estén siempre en óptimas condiciones, es necesario distinguir entre mantenimiento preventivo y correctivo.

Mantenimiento preventivo

El mantenimiento preventivo tiene como objetivo evitar fallos antes de que ocurran. Se basa en la revisión periódica y la realización de pruebas para detectar posibles problemas a tiempo.

Ventajas del mantenimiento preventivo:

  • Reduce el riesgo de fallos inesperados.
  • Prolonga la vida útil del sistema contra incendios.
  • Garantiza el cumplimiento de la normativa vigente.

Ejemplos de mantenimiento preventivo:

  • Inspección mensual de extintores y sistemas de detección de humo.
  • Prueba de activación de rociadores automáticos.
  • Revisión y limpieza de conductos de extracción de humos.

Mantenimiento correctivo

El mantenimiento correctivo se realiza cuando ya ha ocurrido un fallo en el sistema y es necesario reparar o reemplazar algún componente.

Desventajas del mantenimiento correctivo:

  • Aumenta los costos de reparación.
  • Puede poner en riesgo la seguridad del edificio.
  • Puede conllevar sanciones si el sistema no está operativo en una inspección oficial.

Ejemplos de mantenimiento correctivo:

  • Sustitución de un extintor descargado o dañado.
  • Reparación de una válvula defectuosa en un sistema de rociadores.
  • Sustitución de baterías agotadas en alarmas de incendios.

La mejor estrategia para garantizar la seguridad y el cumplimiento normativo es combinar ambos tipos de mantenimiento, priorizando siempre el mantenimiento preventivo para evitar situaciones críticas.

Las inspecciones periódicas de los sistemas contra incendios son clave para garantizar su correcto funcionamiento y prevenir incidentes. La frecuencia de revisión varía según el tipo de instalación, pero en todos los casos, es imprescindible verificar el estado de extintores, detectores de humo, rociadores automáticos y sistemas de evacuación.

Distinguir entre mantenimiento preventivo y correctivo permite reducir riesgos y evitar sanciones por incumplimiento de la normativa. Mantener estos sistemas en óptimas condiciones no solo protege vidas y bienes, sino que también asegura el cumplimiento legal en cualquier tipo de edificación.

Con un buen plan de inspección y mantenimiento, es posible minimizar los riesgos y garantizar que, en caso de incendio, los sistemas de protección respondan de manera eficaz.

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