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INFIDELIDAD DE PAREJA: Motivos y causas de la infidelidad

Jardinería Garigot Actualizado: 26 de abril de 2023 Publicado: 14 de septiembre de 2020

La infidelidad es una de las crisis más graves por las que puede atravesar una relación de pareja. Los efectos devastadores que tiene para cada uno de los miembros de la pareja y para la relación en sí, acaban en un 65% de los casos en ruptura definitiva.

¿Qué es la infidelidad?

Durante el proceso de construcción de la relación de pareja, la fidelidad y la confianza son considerados pilares fundamentales de la misma. Sin embargo, es muy frecuente que se dé por hecho su definición sin clarificar exactamente en qué consisten para cada individuo.

La primera dificultad que encontramos al abordar la infidelidad es su definición difusa y variable que no siempre es conocida ni compartida por ambos miembros de la pareja. Me refiero con esto a: ¿es infidelidad soñar con otra persona? ¿es infidelidad coquetear o sólo mantener relaciones sexuales completas? ¿es infidelidad chatear en redes sociales de búsqueda de pareja? Seguro que conoces a personas que responden de forma diferente a estas y otras muchas preguntas parecidas.

Lo que sí que parece definitorio de la infidelidad es que esta se produce en secreto. Es ese secreto el que implica la traición a la confianza que habrá de poder reestablecerse para continuar con la relación de pareja. 

CONSECUENCIAS DE LA INFIDELIDAD

La consecuencia inmediata de la infidelidad es una ruptura de la confianza de la pareja y, por tanto, va a tener impacto en uno de los pilares fundamentales de la relación de pareja. Algunos de los efectos que tiene el descubrimiento de la infidelidad son:

• Cognitivos: Al descubrir la infidelidad es común que la persona engañada comience a desarrollar rumiaciones acerca de lo ocurrido. Según la intensidad de dichas rumiaciones, estas pueden ser abrumadoras e incontrolables por el individuo y terminar interfiriendo con el funcionamiento habitual en el día a día. Inevitable y paralelamente se produce un cambio en la visión de sí mismo, de su pareja y de la relación fruto de la desconfianza que podría transmutarse a posibles futuras relaciones. De este modo, las estrategias de predicción y de enfrentamiento del futuro se ven tambaleadas.

• Emocional: El descubrimiento de la infidelidad suponen un importante shock emocional en el que suelen darse y simultanearse sentimientos de ridículo, de rabia, de depresión, ansiedad, victimismo, etc. Este impacto también se produce en el que ha sido descubierto que puede desarrollar sintomatología depresiva, frustración ante la pérdida… Según la vivencia y el abordaje que se haga de la infidelidad, esta puede llegar a constituir un evento traumático en la vida del individuo y actuar de la misma manera (alteraciones del sueño, irritabilidad, ataques de ira, hipervigilancia, predisposición a dar respuestas exageradas de susto, fuertes reacciones fisiológicas a los estímulos que le recuerden la traición, etc.)

• Conductual: El repertorio conductual que se deriva del descubrimiento de la infidelidad es diverso, sobre todo, generando numerosas conductas de control derivadas de la hipervigilancia fruto de la pérdida de confianza. También es común que ocurran reacciones de agresividad que puedan resultar en episodios violentos contra la pareja o contra terceros fruto de la frustración y la mala gestión del impacto emocional generado por la infidelidad. Otra de las reacciones más habituales es la de evitación del que ha cometido la infidelidad como intento a evitar el sufrimiento que genera la asunción de lo ocurrido.

RECONSTRUCCIÓN DE LA CONFIANZA Y DE LA UNIÓN DE PAREJA

Es importante que nuestras expectativas sean ajustadas a la realidad. Una infidelidad en la pareja dejará una cicatriz en la biografía de la relación. Por este motivo, y siendo considerados con la dificultad que supone atravesar esta grave crisis de pareja, es fundamental que no nos precipitemos y pretendamos ir más rápido de lo que el proceso de perdón y reconciliación necesitan. Destacan 3 grandes fases en este proceso:

1. Tormenta emocional. Tras el descubrimiento de la infidelidad, las emociones mantienen una intensidad demasiado elevada. Es imprescindible desactivar esta intensidad antes de seguir dando pasos. A veces, esta fase requiere comenzar por identificar las emociones generadas por la infidelidad que a veces se confunden entre sí. No podemos olvidar que dichas emociones son las que nos informarán de las necesidades de la persona para poder seguir adelante en el proceso de perdón.

2. Recapacitación. Una vez que la intensidad emocional ha disminuido, resulta factible pasar una fase más reflexiva en la que se busca dar un sentido a todo lo ocurrido. En esta fase las emociones siguen inestables, pero ya permiten un análisis más cognitivo y racional de los hechos.

3. Reconstrucción de la confianza. Las fases anteriores sitúan a la pareja en un punto desde el que se pueden asumir responsabilidades y establecer nuevos objetivos conjuntamente en cuanto a límites, compromisos, comunicación, etc. Desde esta fase ya resulta factible plantearse un proceso de perdón y reconciliación verdadero, completo y definitivo.

En cualquiera de las fases puede tomarse la decisión de romper la relación y no seguir adelante con el proceso de reconciliación.

¿Qué hacer cuando tu pareja te es infiel?

Aunque pueda parecer que por el hecho de perdonar, la reconciliación es un hecho, esto no funciona así. El que denominado “proceso de perdón” es independiente a la ruptura o no de la pareja y, de hecho, se recomienda finalizar el proceso de perdón aunque la reconciliación no se produzca para evitar secuelas de la infidelidad en la vida emocional y relacional de los miembros de la pareja.

Quien cometió la infidelidad, ha de ejercer su capacidad de pedir perdón:

– Reconocer lo que se hizo.

– Reconocer que lo que se hizo causó daño u ofendió al otro.

– Sentir el dolor ocasionado a la pareja.

– Analizar la conducta propia que llevó a la infidelidad.

– Definir un plan de acción para que no vuelva a ocurrir.

– Comprometerse con la reconstrucción de la pareja.

– Hacer una petición de perdón explícita.

– Comprometerse con la restitución del daño ocasionado.

Algunas de las tareas pueden parecer obvias o sencillas. Sin embargo, al ponerlas en práctica, muchas parejas encuentran fuertes dificultades, lo que les hace acudir a terapia conjunta para tratar de favorecer esta primera parte del proceso.

A quien le fueron infiel ha de ejercer, paralelamente, su capacidad de perdonar:

– Analizar y reconocer el daño sufrido.

– Elegir la opción de perdonar.

– Aceptar el sufrimiento y la rabia.

– Establecer estrategias de autoprotección.

– Expresar explícitamente el perdón.

En este caso, son cinco tareas que han de producirse de forma sucesiva. Son las diferentes etapas por las que tiene que pasar la persona a la que le han sido infiel, en la medida en la que su intensidad emocional se lo vaya permitiendo.

Como reconstruir una relación de pareja

El 35% de las parejas decide seguir caminando juntos y sobreponerse a la infidelidad.

Es importante que todas ellas atraviesen el proceso de perdón descrito previo a la reconciliación, para que esta sea completa y suponga el reequilibrio emocional de la pareja. Habiendo atravesado las 3 etapas de reconstrucción de la confianza y completado el proceso de perdón, la pareja ya está preparada para dar el paso final de reconciliación y reconstrucción de su relación. En ocasiones, circunstancias como los hijos, las necesidades económicas o las presiones sociales, pueden forzar a la pareja a reconciliarse sin haber elaborado la petición y concesión del perdón. Cuando esto ocurre, la huella emocional de la infidelidad hace que la unión se vuelva frágil y vulnerable y que, incluso, pueda resultar dolorosa para uno o ambos miembros de la pareja.

La elaboración del proceso de perdón permite resolver problemas en la pareja que pudieran haber propiciado la infidelidad. De esta forma, la relación sale fortalecida y la crisis sirve de trampolín hacia la reconsideración de los beneficios de seguir en unión. Además de este fortalecimiento de la unión y la reparación de fisuras previas, es imprescindible que mejoremos y fortalezcamos el amor que soporta a la pareja.

Es frecuente que en el conocimiento de los detalles de la infidelidad, el “traicionado” entre en comparaciones con el amante lo que genera un vínculo de dependencia hacia la validación constante por parte de la pareja que puede intensificar las emociones que boicotean el proceso de reconciliación. Además, hay un daño hacia la propia relación ya que la infidelidad ha puesto en cuestión la fortaleza de la misma, dejando el mensaje de que es una relación deficiente. Es importante que la parte “infiel” reconforte al “traicionado” y trate de evitar cualquier tipo de mención o comparación con el amante a la hora de reforzar la pasión, la intimidad y el compromiso que sustentan la pareja (siguiendo la Teoría Triangular del Amor de Sternberg)

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