Todo lo que debes saber sobre la fobia social

Fobia social, también conocida como ansiedad social, no hace alusión a los nervios de las situaciones sociales, sino que va más allá. Cuando hablamos de este trastorno nos referimos a la ansiedad, la inseguridad y la vergüenza que aparecen en las interacciones sociales más cotidianas. 

Este problema puede afectar a la vida de las personas en distintos ámbitos, como los estudios, el trabajo, la rutina del día a día… y, por supuesto, las relaciones. Pero, ¿cuáles son los síntomas? ¿Y las causas? ¿Cómo se puede poner freno a la fobia social? Si quieres descubrirlo, ¡sigue leyendo para no perdértelo! A continuación, te lo contamos. 

La ansiedad o fobia social, ¿qué es?

El trastorno de ansiedad social es un tipo común de trastorno de ansiedad. Una persona con trastorno de ansiedad social tiene síntomas de ansiedad o miedo en situaciones en las que otros pueden examinarla, evaluarla o juzgarla, como hablar en público, conocer gente nueva, tener citas, asistir a una entrevista de trabajo o responder una pregunta en clase. Incluso tener que hablar con un cajero en una tienda. 

Hacer cosas cotidianas, como comer o beber frente a otras personas o usar un baño público, también pueden causar ansiedad o miedo, debido a la preocupación de ser humillado, juzgado y rechazado.

El miedo que tienen las personas con trastorno de ansiedad social en situaciones sociales es tan intenso que sienten que está fuera de su control. Para algunas personas, este miedo puede ser un obstáculo para ir al trabajo, asistir a clase o hacer las cosas cotidianas. 

Otras personas pueden ser capaces de realizar estas actividades, pero experimentan mucho miedo o ansiedad cuando lo hacen. Las personas con trastorno de ansiedad social pueden preocuparse por participar en situaciones sociales durante semanas antes de que sucedan. 

A veces, terminan evitando lugares o eventos que les causa angustia o les generan sentimiento de vergüenza.

El trastorno de ansiedad o fobia social generalmente comienza durante la infancia tardía y puede parecerse a una timidez extrema, o a la evitación de situaciones o interacciones sociales. Ocurre con más frecuencia en mujeres que en hombres, y esta diferencia de género es más pronunciada en adolescentes y adultos jóvenes. Sin tratamiento, el trastorno de ansiedad social puede durar muchos años o, incluso, toda la vida.

Los síntomas de la fobia social

La interacción social puede causar los siguientes síntomas físicos:

• Rubor
• Náuseas
• Sudoración excesiva
• Temblores
• Dificultad para hablar
• Mareos o aturdimiento
• Ritmo cardiaco elevado

Los síntomas psicológicos pueden incluir:

• Preocuparse intensamente por situaciones sociales
• Preocuparse durante días o semanas antes de un evento
• Evitar situaciones sociales o tratar de pasar desapercibido si asiste
• Avergonzarse en una situación social
• Preocuparse de que otras personas noten que está estresado o nervioso
• Necesitar alcohol para afrontar una situación social
• Faltar a clase o al trabajo debido a la ansiedad

Es normal sentirse ansioso a veces. Sin embargo, cuando tienes fobia social, tienes un miedo constante a ser juzgado por los demás o humillado frente a ellos. Personas con este problema pueden intentar evitar todas las situaciones sociales, como:

• Preguntar
• Entrevistas de trabajo
• Ir de compras
• Usar baños públicos
• Hablar por teléfono
• Comer en público

Los síntomas de la ansiedad social pueden no ocurrir en todas las situaciones. Se puede tener ansiedad limitada o selectiva. Por ejemplo, los síntomas pueden ocurrir solo cuando la persona come frente a personas o habla con extraños. Pero los síntomas pueden ocurrir en todos los entornos sociales si tiene un caso extremo.

¿Cuáles son las causas?

Se desconoce la causa exacta de la fobia social. Sin embargo, los expertos respaldan la idea de que es causada por una combinación de factores ambientales y genéticos. Las experiencias negativas también pueden contribuir a este trastorno, entre ellas:

• Acoso
• Conflicto familiar
• Abuso sexual
• Abuso emocional

Las anomalías físicas, como un desequilibrio de serotonina, pueden contribuir a esta afección. La serotonina es una sustancia química en el cerebro que ayuda a regular el estado de ánimo. Una amígdala hiperactiva (una estructura en el cerebro que controla la respuesta al miedo y los sentimientos o pensamientos de ansiedad) también puede causar estos trastornos.

Los trastornos de ansiedad pueden darse en familias. Sin embargo, los investigadores no están seguros de si realmente están relacionados con factores genéticos. Por ejemplo, un niño puede desarrollar un trastorno de ansiedad al conocer el comportamiento de uno de sus padres que tiene un trastorno de ansiedad. Los niños también pueden desarrollar trastornos de ansiedad como resultado de haber sido criados en ambientes de control o sobreprotectores.

Cómo ponerle freno

Si su ansiedad social te impide hacer las cosas que quieres o necesitas hacer, o hacer o mantener amigos, es posible que necesite tratamiento.

Habla sobre tus miedos y preocupaciones con un médico o terapeuta que tenga experiencia en el tratamiento del trastorno de ansiedad o fobia social. Ellos podrán decirte si tiene ansiedad social grave o no, o si necesita tratamiento.

De todas maneras, la autoayuda puede favorecer una reducción de la ansiedad social y puede que te resulte útil como primer paso antes de probar otros tratamientos. Los siguientes consejos pueden ayudar:

• Trata de entender más acerca de su ansiedad: al pensar o escribir lo que pasa por tu mente y cómo te comportas en ciertas situaciones sociales
• Prueba algunas técnicas de relajación, como ejercicios de respiración para el estrés
• Divide las situaciones desafiantes en partes más pequeñas y trabaja para sentirte más relajado con cada parte
• Trata de concentrarte en lo que dice la gente en lugar de simplemente asumir lo peor