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El uso de la tecnología se ha convertido en parte integral de nuestra vida diaria en esta era digital. Los niños pequeños pueden tener acceso a diversas herramientas electrónicas, desde tabletas hasta teléfonos celulares, televisores y consolas de juegos. Si bien la tecnología ayuda en el aprendizaje y puede ser una fuente de entretenimiento, el consumo excesivo puede no ser tan adecuado para el bienestar emocional y social de los niños. El siguiente artículo examinará los riesgos de la sobreexposición a la tecnología entre los niños pequeños y recomendará formas de equilibrar su uso con actividades que mejoren la comunicación y el desarrollo social.
Ha alterado por completo el estilo de vida moderno, el sistema de trabajo e incluso la sensación de ocio. Para los niños, significa aprender y jugar, ya que existen vídeos educativos y aplicaciones interactivas. Sin embargo, cuando se utilizan estas herramientas en exceso, se plantean preguntas sobre sus emociones y su desarrollo social.
Diversos estudios demuestran que la cantidad de tiempo que los niños pasan frente a las pantallas ha aumentado significativamente durante la última década. Según nuevas cifras, muchos niños utilizan dispositivos electrónicos durante más de tres horas al día, superando las recomendaciones de los expertos en salud infantil.
De hecho, el desarrollo emocional de los niños depende en gran medida de las interacciones cara a cara, además de la expresión emocional y la empatía. Sin embargo, estas experiencias importantes pueden verse limitadas por el uso excesivo de la tecnología y, por lo tanto, influir en la comprensión y el manejo de las emociones de los niños
2.2. Consecuencias en el desarrollo social
El primer paso para evitar los efectos dañinos de los electrónicos es delimitar la cantidad de tiempo que los infantes pasan frente a ellos. La Academia de Pediatría de Estados Unidos aconseja establecer un límite de tiempo en la pantalla de no más de una hora por día para los niños de entre 2 y 5 años, y para los mayores de edad, establecer pautas específicas. Establecer un programa concreto de tiempo puede colaborar a sostener la proporción de tiempo que los infantes pasan realizando otras actividades fundamentales para su desarrollo.
3. Cómo equilibrar el uso de la tecnología con actividades sociales
El primer paso para evitar los efectos dañinos de los electrónicos es delimitar la cantidad de tiempo que los infantes pasan frente a ellos. La Academia de Pediatría de Estados Unidos aconseja establecer un límite de tiempo en la pantalla de no más de una hora por día para los niños de entre 2 y 5 años, y para los mayores de edad, establecer pautas específicas. Establecer un programa concreto de tiempo puede colaborar a sostener la proporción de tiempo que los infantes pasan realizando otras actividades fundamentales para su desarrollo.
La duración de los paseos al aire libre es importante para la formación de los niños, su psique y su comunidad. Los papás tienen que estimular actividades como pasear, andar en moto o realizar deportes en conjunto. Estas vivencias le otorgan a los infantes la oportunidad de desarrollar sus habilidades motoras y sociales, además de interactuar con otros niños de manera recreacional y natural.
El juego creativo es una excelente manera de encontrar un equilibrio entre la utilización de la tecnología. Ofrecer a los infantes juguetes que incentivuen su intelecto, como por ejemplo bloques de construcción, rompecabezas o juegos de rol, apoya el desarrollo de la psique y la sociedad. Estos juegos brindan ayuda a los menores para solucionar dificultades, trabajar en conjunto y desarrollar su ingenio sin precisar de un monitor.
Dedicar tiempo en familia sin la interferencia de la tecnología es fundamental. Organizar cenas sin móviles o tener una noche de juegos en casa son formas efectivas de promover la comunicación y el vínculo familiar. Estos momentos proporcionan oportunidades para que los niños practiquen habilidades sociales y expresen sus emociones.
La lectura es una excelente alternativa al tiempo de pantalla y una herramienta poderosa para el desarrollo del lenguaje y la imaginación. Dedicar tiempo diario a la lectura en familia o animar a los niños a leer por sí mismos fomenta la concentración, la empatía y la comprensión del mundo que los rodea.
No toda la tecnología es perjudicial. Utilizar aplicaciones y programas educativos de calidad puede ser beneficioso para el aprendizaje. Es importante seleccionar contenido que promueva el pensamiento crítico, el desarrollo del lenguaje y la creatividad, asegurándose de que el uso de la tecnología sea constructivo y enriquecedor.
En este periodo, no es posible detener la costumbre de utilizar los menores de edad en tecnología, sin embargo es necesario cuidar la porción de tiempo que pasan delante de electrónicos y las acciones que benefician el desarrollo de la psique y la comunidad del menor. En la medida en la que los infantes son pequeños, se aconseja que únicamente utilizan electrónicos en compañía de dos personas más, además de estimular la conversación en persona y las actividades lúdicas al aire libre, los papás afirman que los infantes se conforman con el pasar de la edad.
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